El encuentro se realizó en Florencio Varela tras la participación del presidente en el Tedeum. «La unidad es primordial, porque enfrente tenemos la amenaza de siempre, la amenaza de los que gobernaron cuatro años e hicieron caer el salario real 20 puntos», afirmó.
El presidente Alberto Fernández compartió este mediodía un locro con trabajadores de la economía popular en el partido bonaerense de Florencio Varela en el marco del 212° aniversario de la Revolución de Mayo de 1810, donde pidió que «estemos unidos para que esa derecha maldita nunca más vuelva a la Argentina».
«Tenemos un deber central como sociedad que somos, el deber de estar unidos, más unidos que nunca, hay que unirse aunque pensemos distinto, respetando que el otro piense distinto», dijo el jefe de Estado en el Club Nahuel, ubicado en Avenida de Mayo 2544 de Florencio Varela, donde llegó pasadas las 14 en helicóptero tras participar del tradicional Tedeum en la Catedral Metropolitana.
En el almuerzo, organizado por el Movimiento Evita, cuyo referente nacional, el secretario de Economía Social, Emilio Pérsico, ofició de anfitrión, el Presidente sostuvo que «los primeros que tenemos esa obligación de unirnos en la diversidad somos los que decimos ser parte de un movimiento nacional y popular».
«Porque el riesgo que corremos, el primer riesgo, es que nos peleemos entre nosotros porque no queremos escuchar que el otro piensa distinto a mí; ese es el primer riesgo que corremos», advirtió desde el escenario ante los trabajadores de la economía popular.
En esa línea, manifestó que «lo que nosotros necesitamos antes que nada es respetarnos en la diversidad, no tenemos por qué ser todos iguales, pensar todos del mismo modo y obedecer a una misma lógica» y afirmó que «podemos tener una lógica diferente y podemos estar unidos».
«Esa unidad es primordial, porque enfrente tenemos la amenaza de siempre, la amenaza de los que gobernaron cuatro años e hicieron caer el salario real 20 puntos, la amenaza de los que condenaron a la pobreza a millones de argentinos, la amenaza de los que piensan que el trabajo es un costo y hay que abaratarlo, de los que dicen que los que trabajan no tienen derecho a ser indemnizados si los despiden», remarcó Fernández en su discurso, que fue difundido en la cuenta de Instagram del referente del Movimiento Evita, Gildo Onorato.
Así, señaló que «esa es la verdadera amenaza que tenemos, la amenaza no es que entre nosotros tengamos alguna diferencia, bienvenidas las diferencias, nada peor que el discurso único» y advirtió que «nada peor que imponer mandatos, bienvenidas las diferencias, de las diferencias nacen posiciones enriquecedoras«.
En otra parte, recordó que el 25 de mayo de 2003, cuando asumió el expresidente Néstor Kirchner «antes de tomarnos juramento dijo algo de lo que nunca me voy a olvidar, dijo: ‘finalmente nosotros somos hombres comunes con responsabilidades importantes'».
«Y no todos pensamos igual, porque nadie tiene la verdad, todos somos dueños de una verdad relativa, y en todo caso contraponiendo la verdad relativa tal vez alcancemos una verdad superadora», señaló y pidió que «tomemos las palabras de Néstor».
«Yo quiero seguir siendo un hombre común con responsabilidades importantes y quiero festejar con mi pueblo este 25 de Mayo y quiero decirle a todos que sean libres de pensar, de decir, que estemos unidos para que esa derecha maldita nunca más vuelva a la Argentina», expresó el Presidente.
En ese contexto, señaló que «es un día particularmente distinto» porque «hace 19 años Néstor asumía la presidencia de la Nación y yo tenía el privilegio que me daba Néstor de asumir como Jefe de Gabinete de su gobierno».
«Estamos en un tiempo singular del mundo, la Argentina viene de muchos años de dolor, de pérdidas» y sostuvo que «hemos visto caer en los cuatro años anteriores a nuestro gobierno el salario de la gente, hemos visto la fuerza de nuestra sociedad para construir esto, la economía popular, buscaban la manera de recrear su vida para seguir avanzando».
De ese modo, Fernández advirtió que «muchas veces piensan que la economía popular son los planes sociales, pero hay miles de trabajadores que todos los días se empeñan para buscar el sustento diario para ellos y sus familias» y sostuvo que «la economía popular ha construido algo singular, que es distinto de la economía formal».
«La economía popular crece y se desarrolla sobre un principio central que se llama solidaridad, en la economía popular, como dice el papa Francisco, nadie se salva solo, en la economía popular hay una vida comunitaria donde todos les tienden la mano al otro para ayudarlo a pasar el momento que está pasando», explicó el mandatario.
Asimismo, puso de relieve que se trata de la «solidaridad que hace de esta Argentina un pueblo distinto, es la solidaridad del buen samaritano del que habló hoy el cardenal Poli, que me animo a suscribir todas sus palabras», porque «nos llamó a la reflexión de ser solidarios con el que necesita, a la reflexión de que nadie se salva solo, de entender que somos un país, una comunidad que tiene un destino común y ese destino común debemos construirlo con todas y todos adentro».
«Nosotros vivimos en un mundo que vio caer el empleo, los sueldos, que tuvo que soportar la pandemia y que ahora tiene que soportar una guerra cruenta que hubiéramos querido que nunca ocurra, una guerra donde empezamos a pelearnos por alimentos y por eso los alimentos suben y suben sus precios, porque empiezan a faltar», expresó.
En declaraciones realizadas después a la prensa, cuando se retiraba del almuerzo a las 15.30, el Presidente dijo que «tenemos un problema muy serio con la inflación que se está dando en todo el mundo» y señaló que «fue parte de mi charla con (el canciller federal alemán, Olaf) Scholz y (el presidente de Francia, Emmanuel) Macron».
«Le he pedido a Europa que tome nota de los efectos negativos de la guerra porque están empobreciendo al hemisferio sur, que no tiene lugar para pasar más hambre», sostuvo.
Asimismo, señaló que «entre el cambio climático que ha vuelto desértica muchas zonas, la pandemia que atacó a muchos y ahora esta guerra cruenta, es hora de que la humanidad abra los ojos porque así no se puede seguir».