(Por Estefanía Cendón) El humorista Federico Simonetti participó del segundo encuentro del ciclo de charlas coordinado por Rául Dellatorre, director de Motor Económicio, junto al Centro Cultural Pichuco de Almagro y la revista Zoom. El humor como herramienta para el debate político, desde dónde y para qué comunicamos, las redes sociales, el rol del Estado y la pospandemia en debate. “Todo humor es en algún punto un hecho de comunicación. El lugar de la superioridad moral no es un buen lugar para hacer comedia o periodismo”, afirmó el periodista.
“La economía política contada sin vueltas” es un espacio de charla y reflexión realizado mensualmenteen el Centro Cultural y Político Espacio Pichuco. En su segunda edición el ciclo contó con la participación especial del humorista Federico Simonetti y la coordinación del encuentro a cargo de Rául Dellatorre. Acompañaron la jornada los intervalos musicales a cargo de Verónika Silva, en voz, y Nacho Cedrun, en guitarra, quienes deleitaron al público con un repertorio de tangos.
La propuesta, que cuenta con el apoyo del diario digital ZOOM y Motor Económico, busca despertar ideas y provocar acciones a partir del debate con diversas personalidades que ponen en relevancia las principales temáticas que preocupan a los argentinos. En esta ocasión,Dellatorre convocó al creador y conductor del programa “País de Boludos” para reflexionar acerca del humor y su efectividad como herramienta para instalar el debate político.«País de boludos te obliga a reflexionar desde otro lugar sobre temas que creemos que tenemos muy analizados. Como herramienta para el debate es muy interesante, más aún en una etapa en la que el debate está muy cancelado. Nos confrontamos nada más, no nos escuchamos«, destacó el periodista.
Para Simonetti el formato del programa responde a la intención de “hacer humor a través de noticias”. «País de boludos expresa un frustración dicha por todos: la gente de derecha, de izquierda, los de arriba, los de abajo. El surgimiento del programa tiene que ver con lo que sucedía en 2017: había un discurso de bandos. Siempre creí que es importante convencer al otro, no sólo hablarle a la gente que piensa igual que uno. Las redes sociales trabajan mucho en armar públicos segmentados, algo cada vez más notorio y transversal. El programa tiene que ver con no encolumnarse. No es un buen lugar ni para el humor, ni para el periodismo estar encolumnados en una línea ya que te resta la posibilidad de llegar a otros”, expresó el humorista.
Entre los tópicos analizados el rol del humor y el lugar desde el que se lo produce ocupó un espacio privilegiado. “Todo humor es en algún punto un hecho de comunicación. Un buen y necesario lugar para hacer humor es ser vulnerable, no ser agresivo. Ser alguien que no represente una amenaza para el público, genere tensión o temor en el público”, consignó Simonetti. Asimismo, añadió: “El lugar de la superioridad moral no es un buen lugar para hacer comedia o periodismo. Hay que partir de las propias contradicciones y blanquearlas, eso genera empatía. Las bajadas de línea son cada vez más extremas e inamovibles. Plantear la vulnerabilidad permite plantear la discusión desde otro lugar”.
Con respecto a las figuras políticas de actualidad, Dellatorre y el entrevistado analizaron el impacto de “los liberales” a nivel discursivo, ejemplificado en un caso puntual. «Milei es un producto de la crisis de representatividad de la política de este momento. Más allá de él, es un fenómeno a analizar», consideró el economista. Por su parte, Simonetti reflexionó: «Milei es un gran dilema de cómo abordar ese fenómeno sin publicitarlo. Por lo tanto, hay que interpretarlo como alguien que tiene un gran manejo de la posverdad: dice cosas absurdas pero con gran convicción, sabiendo que reproduce mucho pelearse con otro. Es una política de comunicar con shock todo el tiempo”.
Comunicación efectiva
El periodista especializado en humor político se refirió a la comunicación en la actualidad y su impacto a nivel social: «Tenemos que salir a dar debates frontales. El progresismo, el peronismo, la izquierda y el Gobierno están comunicando mal. No hay que reducir, hay que salir a dar un debate». Tanto Dellatorre como el entrevistado coinciden al describir la situación presente como de “frustración en el plano político”, con las dificultades que eso acarrea para la militancia.
“Hay falta de discusión política dentro del peronismo. Este gobierno tiene un problema serio y es que interpreta la comunicación como publicidad, no como un instrumento. La gran virtud que tuvo Néstor Kirchner fue asumir la presidencia con muy poco poder y utilizó la comunicación para convencer y construir poder propio. Esa transformación fue muy importante. Hay que utilizar la comunicación para construir política. Mucho de lo bueno que hizo el gobierno actual no se sabe en muchos casos», destacó Simonetti.
Por su parte, Dellatorre insistió: «Si vas a transformar necesitás construir hasta las herramientas necesarias. Por ejemplo, cuando nos propusimos armar este espacio en el centro cultural Pichuco pensamos en la posibilidad de plantear una reflexión, una discusión política. El debate es un ejercicio y un desafío para todos. El concepto de comunicación hay que llevarlo a la trasmisión de ideas».
Consultado acerca de la posibilidad de construir comunicación alternativa y el vínculo con la agenda de los medios hegemónicos, el entrevistado indicó: «Es importante discernir qué discutir de la agenda macro y qué no. Este domingo en País de Boludos hablamos de cómo se cerró la construcción de la central nuclear Atucha III. Este tema fue abordado desde distintas perspectivas en distintos medios y las diferencias son infernales. No hay que desconocer la agenda de lo que se está discutiendo, pero también hay que estar atentos a no entrar en un loop, un bucle de reproducción».
«Es importante establecer los ejes en donde se fija el debate. La primera fórmula desde la que podríamos partir es ‘más Estado’ y ‘más eficiente’ para el abordaje de ciertos temas. Del otro lado te van a decir ‘menos estado’, a pesar de que hoy tenemos un estado muy debilitado. Hay mucho por reconstruir”, indicó Dellatorre.
POSPANDEMIA: ¿y ahora qué hacemos?
El intercambio entre Dellatorre y Simonetti estuvo abierto a las intervenciones del público, entre las cuales surgió el interrogante acerca de la comunicación en pospandemia. «Si hay algo que llegó para quedarse es la cultura on demand (bajo demanda), el poder ver un producto cuando uno lo desea. No obstante, también hay que destacar que se perdieron muchos espacios de encuentro”, declaró el humorista.
“La cabeza y la comunicación hay que ponerla en cómo romper lo direccionado. Romper ese cerco de lo conocido, llegar a otros al comunicar en redes. La pandemia aceleró un proceso que ya se venía gestando. Hoy la militancia y la rebeldía es romper con el binarismo, tender un puente y hablar con el otro. El desafío de la militancia es esforzarse por hablarle a aquellos que no son del propio entorno», aportó como reflexión final el creador de “País de boludos”.