Edición n° 2934 . 03/12/2024

“Es fundamental que haya ruido en un taller metalúrgico”

Con una mirada social, sostienen sus fuentes laborales fabricando desde estructuras metálicas a elementos de uso cotidiano, como salamandras, parrillas o discos, entre otros.

 Río Negro

En la comarca andina, la Cooperativa de Trabajo Manos de Metal Ltda. se consolida en el ámbito de la herrería y el trabajo metalúrgico. Su presidente, Martín Parede, compartió la historia y los desafíos de este grupo de trabajadores. “Nosotros somos un grupo de ocho integrantes en la Cooperativa, ocho familias que dependemos de este trabajo”.

En declaraciones radiales, Parede relató que “la Cooperativa surgió hace cuatro años cuando cinco colegas herreros decidimos unir fuerzas para potenciar y fortalecer nuestro trabajo, tanto individual como grupal”. Desde entonces, han desarrollado proyectos de estructuras metálicas, herrería en general y también una faceta artística que incluye esculturas.

Para los trabajadores, la elección de formar una Cooperativa no fue accidental: “Hicimos algunos cursos de formación en cooperativismo y nos pareció la mejor manera de acceder a fortalecimientos y capacitaciones, además de poder articular con el Estado municipal y provincial”, dijo Parede. Este formato les ha permitido no solo mejorar sus habilidades y herramientas, sino también formar parte del listado de proveedores de la provincia de Chubut.

La Cooperativa ha enfrentado importantes desafíos desde su creación. “Hace tres años, un incendio arrasó con 250 viviendas en la comarca. Presentamos un proyecto de estufas para los módulos habitacionales y fabricamos 140 estufas. Este proyecto nos fortaleció como equipo y nos permitió distribuir el trabajo entre los tres talleres independientes que forman parte de la cooperativa”, relató.

En su esfuerzo constante por innovar y reciclar, la Cooperativa Manos de Metal ha encontrado nuevas formas de aprovechar los recursos disponibles: “Estamos trabajando en un proyecto de reciclado de garrafas de 10 kilos que quedaron en desuso tras el incendio. Convertimos estos envases en salamandras, dándoles una nueva vida útil”.

Además del trabajo productivo, en lo personal dedica parte de su tiempo a la educación y “hace siete años que brindo un taller de soldadura creativa. Los sábados, el taller está abierto para chicos y chicas de 10 años en adelante. Les enseño desde soldar estructuras básicas hasta crear objetos artísticos a partir de materiales reciclados”.

El taller, que inicialmente funcionaba solo para clases, ahora está abierto de 9 de la mañana a 8 de la noche. “Es fundamental que haya ruido en un taller metalúrgico, eso significa que hay movimiento y producción”, cerró el cooperativista.

Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por Radio Nacional Viedma (Viedma, Río Negro).