El Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) aseguró que el proceso inflacionario pulverizó la posibilidad de compra del haber jubilatorio mínimo y las pensiones.
Argentina atraviesa un proceso inflacionario complejo y el miércoles se conocerá el índice de Precios al consumidor (IPC) de enero, que se estipula que estará alrededor del 20%. Esta situación golpea los bolsillos de los trabajadores y, en especial, de los jubilados y pensionados.
El Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), uno de los principales centros de investigación sobre asuntos previsionales, informó que el poder adquisitivo del haber jubilatorio mínimo y las pensiones alcance en febrero un valor real inferior al registrado durante la crisis económica del 2002.
Este dato surgió en un contexto en el que el Gobierno del presidente Javier Milei logró un superávit fiscal en enero y, según el análisis, se basó en gran medida en la reducción real del gasto en jubilaciones y pensiones. El recorte es el factor más decisivo detrás del superávit financiero de 0,2% del PBI en enero.
IDESA examinó la evolución del haber mínimo, que refleja de mejor manera la movilidad de las jubilaciones a lo largo del tiempo. Según el informe, la jubilación mínima en 2002 fue de $83.078 a precios de diciembre de 2023 (se trasladó el poder de compra del peso al pasado para permitir comparaciones).
En contraste, el valor promedio a lo largo del 2023 ascendió a $127.858, ajustado por inflación. Sin embargo, en diciembre de 2023, la cifra descendió a $105.713, evidenciando un deterioro persistente en el poder de compra de las jubilaciones.
Asumiendo una inflación aproximada del 20% en enero de 2024, el valor real de las jubilaciones en ese mes habría sido equivalente a $88.094 a precios de diciembre de 2023. Esta tendencia sugiere que, para febrero, el valor real de las jubilaciones sería incluso inferior al registrado en el año 2002, marcando el punto más bajo en el siglo XXI. Por debajo incluso de los valores de la última gran crisis económica argentina.
Los números de la Oficina de Presupuesto del Congreso
Las jubilaciones y pensiones, factor decisivo en el recorte del Gobierno.
«Por un mayor retroceso en los gastos, básicamente vinculados con las prestaciones sociales, que la caída que sufrió la recaudación, durante enero la Administración Nacional registró un superávit financiero 77,2% real superior al obtenido en el mismo mes del año anterior«, sostuvo la OPC.
En tanto, los ingresos totales se contrajeron 1,3% en la comparación interanual, impulsados por las caídas de los recursos provenientes de la Seguridad Social (-26,5% año a año) y del Impuesto a las Ganancias (-40,3% año a año), parcialmente compensadas por las subas en el Impuesto PAIS (411,6% año a año) y en los Derechos de Exportación (88,5% año a año).
Los gastos totales de la Administración Nacional registraron una caída real de 11,9% año a año en el primer mes del año y el recorte en los primarios llegó a 30,8% año a año. Las jubilaciones y pensiones (-32,5% interanual), los programas sociales (-59,6%) y los gastos en personal (-18,0%) fueron los rubros que más contribuyeron a la reducción de los gastos. En los programas sociales influyó la ausencia de registro de algunos programas.