Edición n° 2923 . 22/11/2024

El Nuevo Orden Mundial que se pretende crear ‎manipulando la guerra en Ucrania 

Washington utiliza la guerra en Ucrania como pretexto para excluir a Rusia de todas ‎las organizaciones internacionales, debilitar la Unión Europea y, en definitiva, ‎mantener a toda costa la dominación que Estados Unidos y el Reino Unido ejercen ‎sobre el resto de Occidente.

por Thierry Meyssan

 Voy a tratar de hablarles no de la guerra en Ucrania sino del Nuevo Orden ‎Mundial que Estados Unidos está organizando delante de ustedes –pero sin que ustedes se den ‎cuenta– mientras tiene lugar esta guerra en Ucrania. ‎

En primer lugar, deben saber ustedes que desde mediados de febrero, la visión de los medios de ‎prensa está siendo completamente falseada porque estos medios no reportan todos los hechos ‎sino exclusivamente los mensajes que la OTAN quiere hacer llegar. Desde mediados de febrero ‎estamos todos “tuertos”, sólo vemos la mitad de las cosas y, por consiguiente, nos ‎equivocamos al querer interpretarlas. ‎

Desde mediados de febrero ‎estamos todos “tuertos”, sólo vemos la mitad de las cosas y, por consiguiente, nos ‎equivocamos al querer interpretarlas. ‎

Lo segundo que deben ustedes tener en mente es que están manipulando los sentimientos de ‎ustedes. Diariamente nos muestran ucranianos que sufren –es ciertamente horrible y debemos ‎ayudarlos, es un deber humano ayudarlos. Pero ese sufrimiento no les da la razón. Sufrir y tener ‎razón son dos cosas diferentes. ‎

Dicho esto, pasemos a los hechos. ‎

Esta guerra no comenzó el 24 de febrero con la intervención rusa sino varios días antes, el 18 de ‎febrero, con la intervención de Estados Unidos, una intervención de la que nadie le ha hablado a ‎usted. ‎

El 18 de febrero, según la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que ‎reúne 57 Estados –se creó durante la guerra fría y todos los Estados de Europa son miembros, ‎así como Estados no europeos, como Estados Unidos–, nadie pone en duda la neutralidad de ‎la OSCE, que comprobó que, aunque no había combates en Ucrania, el 18 de febrero ‎se reanudaron los combates entre las provincias ucranianas del Donbass y la otra ‎parte del Donbass. ‎

La OSCE no dice que fue el ejército ucraniano quien lo hizo, pero sólo pudo ser el ejército ‎ucraniano. Los bombardeos contra la población ucraniana del Donbass comenzaron el 18 de ‎febrero. El 18 de febrero [se dispararon contra esa población] 1 400 obuses durante el ‎transcurso del día, ¡1 400 obuses! ‎

‎¡Comenzó una guerra ese día! Y en pocas horas, como máximo en los 2 días siguientes, unos ‎‎100 000 ucranianos del Donbass huyeron de la línea del frente. Se replegaron hacia el interior del ‎Donbass o hacia Rusia. Y Rusia no hizo más que responder a ese ataque.‎

Ese ataque no se limitó sólo a eso. Los ucranianos actuaron como quien agita un trapo rojo ante ‎un toro. Al día siguiente, el 19 de febrero, en la Conferencia sobre la Seguridad que reúne ‎cada año en Munich a los dirigentes políticos de los países miembros de la OTAN, el presidente ‎‎[ucraniano] Zelenski anunció que quería obtener la bomba atómica para poder amenazar a Rusia. ‎

Visto desde Moscú: Ucrania entra en guerra contra Rusia y anuncia que va obtener la bomba ‎atómica.

Era evidente que habría una respuesta rusa. Rusia tenía que proteger a sus ciudadanos y ‎ustedes deben saber que si la guerra civil en Ucrania comenzó en 2014… ¡y es una guerra civil ‎porque estamos hablando de ucranianos que luchan contra otros ucranianos! Y en los 8 últimos ‎años esa guerra ha dejado, según el gobierno de Kiev, al menos 13 000 muertos, ¡al menos ‎‎13 000 muertos!… civiles, además de un millar de militares, según Kiev. ‎

Según el gobierno ruso, que creó una comisión investigadora oficial e investigó allí, no son ‎‎13 000 sino 22 000 civiles muertos. En todo caso tenemos en ese lugar [el Donbass] ya había una ‎carnicería que no parece inquietar a nadie. ‎

Ahora vuelvo a lo que estaba diciendo. ‎

Rusia, durante los 8 últimos años, concedió la ciudadanía rusa a casi toda la población del Donbass ‎ucraniano, que habla ruso en su día a día y desde la infancia, población a la cual el gobierno de ‎Kiev le prohíbe ahora hablar ruso en las escuelas y en las administraciones aunque eso siempre ‎estuvo autorizado. Así que el gobierno de Moscú apoyó a esa población militarmente a partir del ‎‎24 de febrero. ‎

Pero lo más importante es entender el contexto. ‎

‎¿Por qué Estados Unidos armó a Kiev para que atacara el Donbass? ‎

Es muy simple. Desde hace una decena de años, la dominación de Estados Unidos se ve ‎amenazada por el despegue de Rusia y de China. ‎

Desde la Red Voltaire venimos explicando desde hace mucho tiempo que la primera potencia ‎militar ya no es Estados Unidos sino Rusia. ‎

Eso es absolutamente cierto desde 2018 pero Estados Unidos se niega a reconocerlo, a pesar ‎de que, en el campo de batalla –principalmente en Siria– se ha visto que el ejército ruso es ‎superior, en el aspecto táctico, a los ejércitos que Estados Unidos respalda. ‎

Sus tecnologías no pueden compararse. La tecnología de Estados Unidos es una tecnología de ‎hace 30 años. Es completamente obsoleta. ‎

Los rusos tienen un ejército completamente renovado y han cambiado su personal. El ejército que ‎habían heredado de la Unión Soviética era… una banda de alcohólicos. Hoy son gente joven, con ‎muy buena formación, que han actuado en situaciones de guerra real enfrentándose a los ‎yihadistas… ¡a los ejércitos yihadistas! en Siria. ‎

En el plano económico, China ha sobrepasado desde hace ya mucho tiempo a Estados Unidos, ‎que ya es sólo un consumidor, no un fabricante. ‎

Así que Estados Unidos, sintiéndose amenazado, ha explicado –él mismo– lo que llama «el ‎complejo de Tucídides». Tucídides es un historiador de la antigua Grecia que describió el enfrentamiento entre Esparta y Atenas. Esparta dominaba toda Grecia pero Atenas –que era ‎inferior– comenzó a desarrollar un imperio en el extranjero, de manera que Atenas tenía una ‎influencia económica que Esparta ya no tenía y la guerra entre las dos ciudades se hizo ‎inevitable. ‎

Así que los politólogos estadounidenses nos dicen… nos decían… desde hace una decena de años ‎que la guerra entre Estados Unidos de un lado y Rusia y China del otro lado iba a convertirse ‎en algo inevitable. En el Pentágono incluso hay gente que explica que esa guerra ya tendría que ‎haber estallado y que había sido programada para 2015. ‎

Estados Unidos ha posicionado tropas y armamento, a lo largo de los últimos años, en todo el ‎centro y el este de Europa. Lo ha hecho violando, en primer lugar, el tratado de reunificación de ‎Alemania y, en segundo lugar, las declaraciones de Estambul y de Astaná, adoptadas en el seno de ‎la OSCE. ‎

Entendamos bien. Rusia es un país inmenso, en superficie es el país más grande del mundo. Para ‎defenderse… Rusia no puede defender sus fronteras, no tiene suficientes tropas para eso. ‎Es una población pequeña en un país inmenso. Para defenderse, Rusia utiliza la técnica de la tierra ‎arrasada. Si un invasor viene a su territorio, [Rusia] retira su población lo más lejos posible –en su ‎inmenso territorio– y quema sus propias ciudades para que el invasor no pueda alimentarse allí. ‎Por consiguiente, los invasores tienen que llevar todo lo que necesitan si quieren poder seguir ‎avanzando. Es un desafío logístico imposible de resolver. Napoleón y Hitler fracasaron. ‎

Para poder [resolver ese problema] Estados Unidos está llevando tropas y armamento a Europa ‎central y oriental. Rusia dijo:
«Ustedes no pueden hacer eso, a la luz de lo que firmaron en el momento de la reunificación ‎alemana. Ustedes no tienen derecho a extender la OTAN hacia el este»‎

Pero [Estados Unidos] lo hizo de todas maneras… en varias ocasiones. ‎

Rusia no pone en duda que los países de Europa central y oriental puedan aliarse a ‎Estados Unidos. Están en su derecho. Es el derecho de cada Estado. [Rusia] tampoco pone eso ‎en duda para Ucrania. ‎

Lo que cuestiona es que Ucrania pueda albergar bases militares de Estados Unidos. Eso es ‎completamente diferente. ‎

Es por eso que el general [y presidente francés Charles] de Gaulle decidió sacar las tropas de ‎la OTAN del territorio francés –en Francia había bases estadounidenses pero ya no hay. Pero eso ‎no impidió al general de Gaulle mantener la alianza con Estados Unidos. Francia siempre fue ‎firmante del Tratado del Atlántico Norte. Pero no siempre fue miembro del Mando Integrado. ‎Las fuerzas armadas francesas no siempre estuvieron bajo las órdenes de un general ‎estadounidense, como lo están hoy en día. ‎

Volvamos a lo que estaba diciendo sobre Rusia y China. ‎

Tienen culturas fundamentalmente diferentes de la cultura anglosajona. Los chinos, por ejemplo, ‎explican que no quieren competir con Estados Unidos. ¡Eso no les interesa! ¡No están ‎compitiendo!‎

‎[Los chinos] dicen:
«Queremos una relación en la que todos ganen (“win win”).»‎

Eso no quiere decir una competencia comercial. Eso no quiere decir que cada cual, cuando firma ‎un contrato, va tener un interés particular en ese contrato. ¡Nada de eso! Es una referencia a la ‎historia china.‎

China es, en primer lugar, una población gigantesca, ¡gigantesca! El emperador de China ‎no podía saber todo lo que tenía interés para ciertos grupos de individuos en el otro extremo ‎de su territorio y dejaba la administración del territorio en manos de gobernadores regionales. ‎

‎¡Así funciona aún en China! El gobierno, en Pekín, ignora lo que sucede en las diferentes ‎regiones. Hay una descentralización considerable. ¡No hay país más descentralizado que China!‎

Pero cuando el emperador decretaba algo tenía que comprobar que cada uno de los ‎gobernadores regionales iba a entender la importancia de lo que había decretado. Porque si ‎el gobernador pensaba que aquello no tenía importancia para su provincia comenzaría a ‎no prestar atención a otros decretos, dejando así de reconocer la autoridad del emperador. ‎Por consiguiente, cuando el emperador decretaba algo que no tenía aplicación en tal o más cuál ‎provincia lo que hacía era conceder algo extra al gobernador de esa provincia para que siguiese ‎respetando la autoridad imperial. ‎

Explico todo esto porque lo que Rusia y China quieren hacer es un mundo multipolar, un mundo ‎donde no hay una potencia que decide por los demás sino donde cada potencia decide ‎por sí misma. ‎

Y lo que quiere hacer Washington es, al contrario, conservar la dominación de Estados Unidos ‎sobre el mundo para que la decisión sea únicamente suya y de nadie más. ‎

‎¿Qué hace Estados Unidos frente al conflicto que él mismo organizó en Ucrania? ‎

Está dividiendo el mundo en dos. Excluye a Rusia de todas las organizaciones ‎intergubernamentales. Eso va comenzando por la Organización Mundial del Comercio [OMC] y ‎acabará por la Organización de las Naciones Unidas [ONU]. Por supuesto, los estatutos de ‎la ONU no permiten hacer eso pero a Estados Unidos no le importa y tratará a toda costa de ‎hacer lo que quiere. ‎

Ese proceso comenzó explicando que había que poner fin al comercio con Rusia. Bueno, parar el ‎comercio con Rusia… no es, por ejemplo, [el fabricante francés de automóviles] Renault acaba ‎de decidir cerrar la fábrica que tiene en Moscú. ‎

Pero Renault ya había cerrado sus fábricas en Irán, cuando le dijeron que tenía que hacerlo, y fue ‎una catástrofe económica, una catástrofe económica para Renault. Pero ‎¡a Estados Unidos no le importa!‎ Lo que quiere es que la Unión Europea sufra un shock económico para que la ‎Unión Europea se vea obligada a aceptar la dominación de Estados Unidos. ‎

Paul Wolfowitz había explicado eso muy bien hace 30 años, en 1991. Ese “straussiano” [discípulo del filósofo Leo Strauss], que posteriormente se convirtió en el número 2 ‎del Pentágono, explicaba que el verdadero enemigo de Estados Unidos –en aquella época Rusia ‎y China no eran gran cosa– era la Unión Europea y que había que impedir que la Unión Europea ‎llegara a ser política y económicamente independiente. ‎

Con el tiempo, la Unión Europea se desarrolló económicamente un poco, pero no mucho, ‎mientras que Rusia y China tuvieron un crecimiento prodigioso. Así que Estados Unidos quiere ‎ahora sacar de nuestras mentes hasta la existencia misma de Rusia –y muy pronto la de China– y ‎rebajar a la Unión Europea. ‎

‎¡Vean ustedes las consecuencias de todas las sanciones económicas y financieras ya adoptadas! ‎No son “contra Rusia”. Son contra la Unión Europea. ‎

La Bolsa de Moscú estuvo cerrada desde el 25 de febrero –el día siguiente de la intervención rusa ‎en Ucrania. Se reabrió ayer, 24 de marzo, y así sabemos cómo reaccionó la economía rusa a esas ‎sanciones. Lo que se ve es que todas las actividades de servicios hacia el extranjero ‎se derrumbaron, sobre todos los bancos internacionales rusos. ‎

Pero las actividades de la producción en Rusia, al contrario, ¡se desarrollaron! ‎

O sea, ayer la Bolsa de Moscú no se derrumbó. ¡Al contrario! Estaba en alza, en 4,5% [1]. ¡Eso ‎no es poca cosa!‎

Estados Unidos no va a limitarse a excluir a Rusia de las organizaciones internacionales. ¡Lo que ‎quiere es sacarla de nuestras mentes! ‎

Fíjense. Excluyeron a los oligarcas que vivían en las playas del sur de Francia. ¿Qué relación tenían ‎ellos con Vladimir Putin, que los detesta a todos? ¡Ninguna! Pero no quieren que haya clientes ‎rusos en las playas del sur de Francia. ¡Eso es todo!‎

Yo no estoy defendiendo a esa gente. No me interesan para nada. Pero no tienen nada que ver ‎con lo que está sucediendo. Lo que están haciéndoles es ilegítimo. ‎

Y eso no se quedará ahí. Después vendrá la supresión de toda referencia a la cultura rusa ‎en Occidente. Fíjense que se ha empezado a prohibir directores de orquesta rusos… ¡que ‎no tenían nada que ver con el gobierno! ¡Y que quizás estaban incluso en contra de lo que ‎quiere Vladimir Putin! ¡Pero eso no importa! Y se les prohíbe dar conciertos. ‎

En este momento, las grandes universidades de Estados Unidos acaban de prohibir que se estudie ‎a Solzhenitsin, [escritor ruso] que fue considerado un héroe contra la Unión Soviética. Se prohíbe ‎incluso estudiar las obras de Dostoievski, un escritor del periodo zarista. ‎

Se está instalando un nuevo orden mundial únicamente occidental. Sobre todo ¡no se dejen ‎ustedes engañar! ‎

Tenemos que seguir siendo seres humanos. Tenemos que seguir siendo amigos de rusos y chinos. ‎

No crean ustedes que los chinos van a permitir eso. Los chinos han entendido muy bien que eso ‎comienza ahora con Rusia y que después se hará lo mismo con ellos. ‎

Ayer, en la OTAN, se solicitó que Rusia sea excluida de la OMC, la Organización Internacional del ‎Comercio. Pero 2 días antes China había dicho que no, que nada autoriza a eso. ‎

Los chinos saben que ellos mismos van a sufrir el imperialismo occidental después de los rusos. ‎La historia ya les ha enseñado eso y no permitirán que eso se repita. ‎

Así que conserven ustedes todos los amigos que quizás tienen en Rusia y en China. ‎