(Por Cecilia Miglio) En el contexto geopolítico actual, la influencia creciente de Rusia y China está redefiniendo el equilibrio del poder global, cuestionando la hegemonía estadounidense y abriendo un debate sobre el futuro de la economía internacional.
Recientemente, Arabia Saudita decidió no renovar el «Acuerdo del Petrodólar» con Estados Unidos, vigente desde 1945, y anunció que comenzará a vender su petróleo en otras monedas, como el yuan chino, el euro y el yen.
Este cambio significativo se suma a una serie de eventos que han cuestionado la hegemonía del dólar. Desde la decisión del ex presidente Richard Nixon en 1971 de finalizar el sistema de Bretton Woods, hasta la introducción del euro por parte de la Unión Europea en 1999, el panorama financiero ha evolucionado.
La crisis financiera de 2008 marcó el inicio de un debilitamiento significativo de la economía estadounidense y su influencia global. En 2010, China superó a Japón, convirtiéndose en la segunda economía más grande del mundo. En 2014, Rusia y China dieron un paso importante hacia la desdolarización al acordar realizar transacciones sin utilizar dicha moneda. La creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, liderado por China en 2015, redujo aún más la influencia de Estados Unidos en las instituciones financieras internacionales. Finalmente, la recesión global provocada por la pandemia de COVID-19 en 2020 exacerbó la debilitación de la economía estadounidense y su influencia en los mercados.
Zhang Wei, economista chino, afirmó que “el ascenso de China ha debilitado la posición del dólar como moneda de reserva mundial y ha impulsado el proceso de desdolarización”. El periódico británico “Financial Times” destacó este cambio de poder y la nueva dinámica financiera global.
En 2023, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva propuso una moneda de referencia para el comercio entre los países que integran el BRICS. La creciente influencia comercial de China en América Latina y el Caribe ha generado preocupaciones sobre su expansión.
El periódico mexicano “El Economista” destacó que “las tensiones geopolíticas y las acciones colectivas de países como China y Rusia están reconfigurando el escenario macroeconómico mundial”. El periódico sueco “Dagens Nyheter” ha discutido cómo la creciente influencia de China y Rusia está desafiando la hegemonía estadounidense. En un artículo reciente, mencionaron que “la desdolarización es un proceso que refleja un cambio significativo en el equilibrio de poder global, impulsado por las tensiones geopolíticas y económicas”. Así también, el medio alemán “Frankfurter Allgemeine Zeitung”, especializado en temas económicos, señaló en uno de sus artículos que “la pérdida de liderazgo de Estados Unidos y la desdolarización son fenómenos interrelacionados que están remodelando el sistema financiero internacional”.
En este escenario, Eduardo Rivero, destacado analista geopolítico venezolano, ofrece su perspectiva sobre los cambios en el mapa geopolítico mundial.
Según Rivero, «el proceso de desdolarización tendrá un significativo impacto favorable, beneficiando a los pueblos que buscan su plena libertad, soberanía y la defensa de sus derechos». Rivero considera que “este proceso permitirá utilizar monedas alternativas y fomentar un comercio más saludable y justo”.
En cuanto a la hegemonía estadounidense, Rivero sostiene que «su decadencia no comenzó con la Revolución Bolivariana, pero esta última aceleró ese declive y consolidó el liderazgo en América Latina». Destaca la importancia de la creación de organizaciones internacionales como la UNASUR, el ALBA y la CELAC, que han generado un contrapeso evidente a la influencia estadounidense.
Venezuela ha establecido vínculos comerciales significativos con Rusia y China, especialmente en el ámbito energético y petrolero. Rivero valora estas relaciones como fundamentales para la multipolaridad, un sistema internacional en el que varios actores comparten el poder y la influencia.
«La estrategia audaz del comandante Chávez consistió en la creación de empresas mixtas de petróleo y gas en la franja petrolífera del Orinoco», explica Rivero. «Este modelo ‘ganar-ganar’ teje una red de intereses que evita confrontaciones bélicas, ya que todos tienen algo que ganar en este sistema».
En el contexto actual, la desdolarización y la declinación de la hegemonía estadounidense presentan oportunidades y desafíos para países como Venezuela y otros en América Latina.
Según datos recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI), la proporción del dólar estadounidense en las reservas mundiales de divisas ha estado disminuyendo gradualmente durante las últimas dos décadas. A finales de 2023, la proporción del dólar cayó por debajo del 59%.
Esto significa que los bancos centrales y gobiernos están diversificando sus reservas, buscando alternativas al dólar.
Finalmente, en 2024, el bloque BRICS (compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) anunció la incorporación de seis nuevos países, aunque Argentina, por decisión del gobierno de Javier Milei, decidió no unirse. Esta expansión reforzó la importancia del BRICS a nivel geopolítico y económico, desafiando la hegemonía de Estados Unidos.
