Edición n° 2909 . 08/11/2024

El invierno está llegando: Europa se coloca en el epicentro de la crisis energética

El arribo del invierno a Europa en medio de la crisis regional de los energéticos por las sanciones impuestas contra Rusia podría ser el más grande terremoto geopolítico de las últimas décadas.

Las consecuencias de este problema, de acuerdo con un análisis geoestratégico de la periodista británica Sherelle Jacobs publicado en The Telegraph, podrían rebasar la magnitud de la debacle financiera del 2008 que derivaron en el movimiento Occupy Wall Street y la primavera árabe.

Inclusive, el coletazo de las sanciones contra el gas y el petróleo rusos, impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, podrían superar la crisis petrolera de la década de 1970, que desmanteló las administraciones de tres primeros ministros del Reino Unido, prefiguraron 40 años de enlaces entre Washington y el Medio Oriente en busca de hidrocarburos y derivaron en el colapso de la Unión Soviética, estimó la periodista.

Un ejemplo del poder de revueltas populares para expulsar a líderes políticos, señaló, se desprende del caso de Sri Lanka, derivación de los aumentos en la escasez petrolera.

Los países de occidente no sólo no escaparán a este colapso, agregó, sino que probablemente serán su epicentro, con Reino Unido como la zona cero.

El sistema de élites, mitológico y complaciente, de Europa y Estados Unidos está arribando a su colapso, consideró la periodista británica, consecuencia de los riesgos de la globalización.

Mientras que se han hecho esfuerzos por hacer pasar el conflicto entre Ucrania y Rusia como una anomalía, era altamente previsible una escalada de precios en un mundo volátil, donde los líderes políticos de la Unión Europea no elaboraron planes de contingencia mientras consideraban estar amparados por reservas sin descubrir de gas, petróleo y carbón, añadió.

Bruselas, calificó la periodista, se mostró inactiva ante los esfuerzos del presidente de Rusia, Vladímir Putin, de mantener dividido el mercado regional y dominar los energéticos más comprometedores.

Más allá de la coyuntura ucraniana, la periodista causó que la crisis económica que atraviesa actualmente Europa deriva de décadas de decisiones fallidas y tropiezos políticos generados por la clase dominante.

Pese a sus intentos de responsabilizar a la colectividad, Jacobs consideró que la clase política debe hacerse cargo de las consecuencias de sus fatales equivocaciones.

De cara a las dificultades, la cúpula dirigencial no tiene un mensaje convincente para los votantes, apuntó, y en cambio ofrece políticas de sacrificio y austeridad financiera, como el llamado a reducir voluntariamente el consumo de gas en la zona euro, un programa perfectamente lógico sólo para una élite desconectada del mundo real.

Las protestas por venir

En ese escenario, son varios los países europeos que podrían responder a las tensiones derivadas de la política de Bruselas con protestas populares, estimó la periodista británica Jacobs.

Francia podría sufrir los primeros apagones de la región mientras los alemanes sufren humillaciones nacionales derivadas de las decisiones de sus líderes, pero es en la isla británica donde podrían estallar las cosas, consideró.

«Al contexto energético se suma la reciente renuncia de Boris Johnson y dos años de incapacidades políticas para capitalizar la salida del país de la Unión Europea. Además, los consumidores británicos parecen estar siendo golpeados por la situación económica de manera especialmente intensa, con la mayor inflación de los integrantes del G7″.

Otro problema para la población británica, según la editorialista, es que el gobierno se muestra menos abierto a apoyar a la ciudadanía que otros pares europeos, incluida España, que ha disponibilizado viajes gratuitos en tren, o Francia, que nacionalizó la empresa energética EDF.

Los primeros actos de desobediencia civil ya se registran en la isla británica, recordó Jacobs, que llaman por ahora a desatender el pago de impuestos.

El pueblo y las autoridades británicas, evaluó la periodista, apenas comienzan a entender cuán impredecibles serán los próximos años y qué tan preparado se encuentra el país para atender las consecuencias.

Si desligarse de los suministros rusos ha sido difícil, separarse de los recursos baratos de China será todavía más difícil, agregó, por lo que sin autonomía energética Reino Unido quedará a expensas de los estados petroleros de Oriente Medio.

Al parecer, concluyó, Londres arriba al capítulo de cierre de un sistema económico visiblemente fallido, por lo que la ciudadanía debe evitar engañarse y visualizar que el emperador va desnudo.

Fuente: Sputniknews