Todo depende del dictamen en el Senado, que sigue sin aparecer y complica los planes de Milei para componer un gran acto con varios jefes provinciales. En Casa Rosada señalan a Villarruel. El plan B, un Cabildo libertario.
Con el tratamiento de la Ley Bases atascado en Senadores, el gobierno nacional activó el protocolo de crisis y avanza en encontrar una salida política para el evento que tenía planeado montar el próximo sábado con la firma del Pacto de Mayo.
Después de confirmar ante este medio la posibilidad de suspender el encuentro, altas fuentes del oficialismo adelantaron que, de no contar con el dictamen de comisión mañana en el Senado, el Pacto de Mayo se llevará adelante sólo con la presencia del presidente y su gabinete. “Si no tenemos la ley aprobada, no vamos a invitar a nadie del ámbito político”, dijo ante la consulta de Tiempo un importante colaborador presidencial.
Desde el comienzo, la condición sine qua non que puso el gobierno para participar de la firma del decálogo refundacional fue el apoyo del Congreso para aprobar el ambicioso proyecto, una situación que, hasta el cierre de esta nota, el oficialismo no logra conseguir para mañana.
En Casa Rosada, apuntan contra la vicepresidenta, Victoria Villarruel, como una de las principales responsables de la dilatación del tratamiento. La insistencia de la presidenta del Senado de cumplir a rajatabla los tiempos institucionales obligó a que el jefe de Gabinete, Gustavo Posse, no pudiera suspender su primera exposición de gestión este miércoles, lo que hizo perder al gobierno un día de tratamiento en comisión, una jugada más que arriesgada para un oficialismo sin mayorías y absolutamente dependiente de las alianzas.
Además, en el oficialismo están convencidos de que los senadores se complotaron para que el gobierno no tenga su foto de unidad el próximo sábado en tierras mediterráneas. “Los senadores nos van a dar la ley, pero no el Pacto de Mayo. Por eso están dilatando las discusiones”, se sinceró un importante engranaje de la gestión libertaria.
Foto: Luis Robayo / AFP
El nuevo Pacto de Mayo
Sin ley, la plana mayor de la gestión libertaria puso en marcha el plan B. Para evitar suspender el evento, lo que implicaría un reconocimiento de la derrota en las negociaciones con el Senado, desde el círculo del presidente decidieron llevar adelante el evento el mismo día, pero con cambios significativos.
El evento no sólo no contará con la presencia de gobernadores, sino que también cambiará su sede. Ahora, el evento podría realizarse en el Cabildo de la provincia de Córdoba, abandonando la voluntad de utilizar el Palacio de Justicia como escenario principal para reunir al arco político nacional.
La modificación del lugar está atado al cambio de la esencia del evento. Sin “la casta”, el gobierno abrirá la convocatoria para toda la ciudadanía que desee participar y no descartan darle protagonismo habilitando la posibilidad de que firmen de manera física el pacto. “Va a ser como un cabildo abierto”, resumió ante Tiempo uno de los organizadores.
En este marco, si efectivamente el gobierno no cuenta con el apoyo en el Senado, se espera que el presidente utilice este evento para dar un discurso en el que volvería a apuntar contra “la casta” y deje en evidencia a los “responsables” de hacer caer la firma del pacto.