- A las 19.20 de este martes, después de una sesión de cuatro días, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, anunció que el proyecto de ley Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos vuelve a ser discutido en comisiones, después de una moción pedida por el jefe del bloque La Libertad Avanza, Oscar Zago. Es un fracaso rotundo del oficialismo.
El proyecto de ley Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos volverá a ser debatido en comisiones de la Cámara de Diputados. Es decir, vuelve todo a cero, como si no se hubiera discutido nada desde el 27 de diciembre, cuando la iniciativa ingresó formalmente por mesa de entradas. Es un fracaso rotundo para el gobierno de Javier Milei, que lleva casi dos meses como presidente de la Nación.
La vuelta a comisiones de la ley ómnibus la decidió en la tarde de este martes la Cámara de Diputados, tras lo cual el presidente del cuerpo declaró levantada la sesión, que había empezado el miércoles de la semana pasada, a las 10.30 de la mañana. No hay registros en la historia reciente de una sesión del Congreso tan larga. Y en este caso, para colmo, sin resultado alguno.
EL REGLAMENTO: Según el reglamento de la Cámara de Diputados, en su Artículo 155, cuando pasa a consideración un proyecto vuelto a comisión señala que: «Un proyecto que, después de sancionado en general, o en general y parcialmente en particular, vuelve a comisión, al considerarlo nuevamente la Cámara, se le someterá al trámite ordinario como si no hubiese recibido sanción alguna.»
El diputado Oscar Zago, jefe del bloque La Libertad Avanza, pidió la vuelta a comisión, lo que desnudó la falta de apoyo al articulado, que había empezado a votarse este martes, después de que el jueves pasado el proyecto fuera aprobado en general.
QUÉ PASA CON UN PROYECTO DE LEY QUE VUELVE A COMISIÓN
El artículo 155 de la Cámara de Diputados establece que cuando un proyecto, tras ser sancionado en general o en general y parcialmente en particular, y vuelve a Comisión, al ser considerado nuevamente por la Cámara, se lo someterá al trámite ordinatio, tal como si nunca hubiese recibido sanción alguna.
Es decir, se deberá empezar a tratar de nuevo, ya que cayó la aprobación en general del proyecto así como los artículos aprobados y la orden del día número 1, de acuerdo con el artículo 155 del Reglamento de la Cámara baja.
La sesión caída y el regreso del proyecto a comisiones significa, en lo político, una muy dura derrota para el presidente de la Nación, que gobierna en hiperminoría, pero además revela la incapacidad de generar acuerdos con la oposición, y abre interrogantes sobre el futuro de su gestión.
Es que la ley ómnibus le otorgaba superpoderes en distintas materias para tomar decisiones desde la Casa Rosada sin pasar por el Congreso ni por los canales administrativos habituales y, además, permitía las privatizaciones de casi 30 empresas del Estado, uno de los caballitos de batalla de Milei.
El proyecto original era muy ambicioso: tenía 664 artículos. De esa cantidad quedaron 386 porque durante estas semanas de negociaciones la oposición forzó una gran cantidad de modificaciones y porque el ministro de Economía, Luis Caputo, decidió hace dos viernes quitar del texto todas las medidas de índole fiscal. Sin embargo, la redacción aún mantenía numerosos puntos con los que la oposición dialoguista —sin cuyo apoyo el oficialismo no podría aprobar nada— seguía en desacuerdo.
De hecho, la moción de vuelta a comisión y el levantamiento de la sesión se produjeron después de un cuarto intermedio de 15 minutos (que terminó siendo de 45) pedido para negociar el capítulo de las privatizaciones y después de que varias votaciones de artículos salieran rechazadas por falta de apoyo.
UNA DECISIÓN TOMADA PARA NO PERDER MÁS ARTÍCULOS CLAVE PARA EL EJECUTIVO
El bloque de La Libertad Avanza pidió esta tarde levantar la sesión de la ley ómnibus en la Cámara de Diputados, en la que se votaban los artículos en particular. La decisión se conoció luego de un cuarto intermedio para alinear posiciones con el resto de los bloques, antes del inicio de la votación del artículo 7 del proyecto, que contempla las privatizaciones de 27 empresas públicas.
Este pedido fue respaldado por el presidente Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto. La decisión tuvo como objetivo central no perder más artículos que, según explicaron fuentes al tanto de la negociación a Noticias Argentinas, son de gran importancia para el Ejecutivo.
Más temprano, el pleno sí había aprobado el otorgamiento al Presidente de superpoderes para gestionar la desregulación de la economía y profundizar el desguace del Estado que proponía su ley ómnibus. Pero a párrafo siguiente, a la hora de votar el detalle de esos superpoderes, le pusieron fuertes límites en materia económica, energética y de seguridad.
“Al oficialismo le pedimos que tenga alguna cuota de flexibilidad, le encanta seguir perdiendo. Traten de ver cómo receptar alguna propuesta y ganar. Hay que ganar, no hay que perder”, dijo Pichetto; todo un anticipo de la caída que sobrevendría minutos después.
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