La llegada de residuos desde Brasil redujo en 40% el valor del cartón y otros materiales. Esta situación afectó gravemente a recuperadores urbanos, obligando al cierre de espacios de trabajo y la reducción salarial.
Según relató el presidente de la Cooperativa de Trabajo Ecorecolectores Ltda., Dardo Bertone, la caída de precios del material reciclable golpeó fuerte al sector: “Hace un año Argentina empezó a importar basura de Brasil. Eso hizo bajar los precios. El cartón pasó de valer 250 pesos el kilo a 150. Puede parecer poco, pero en toneladas es una gran diferencia”.
Pese a las dificultades, el grupo encontró nuevas alternativas. “Estamos produciendo placas de plástico reciclado que sirven para muebles, revestimientos o lo que se imagine. Por ahora el trabajo es manual, incluso cortamos a tijera”, contó Bertone. Para mecanizar el proceso están construyendo un molino propio: “Nos falta el motor y para eso lanzamos una campaña para reunir 5.000 kilos de papel que nos ayuden a juntar los fondos”, detalló.
“La idea de abandonar los plásticos de un solo uso debe ser una bandera que asumamos todos”, afirmó al referirse al desafío que plantea la contaminación por residuos plásticos.
El cooperativista destacó que el problema ya no se limita a bolsas y envases visibles: “Hoy hablamos de microplásticos y hasta nanoplásticos. Se encontraron rastros de estos últimos incluso en placentas humanas”, advirtió el trabajador de la localidad santafesina de Santo Tomé.
El proyecto nació hace tres años como una forma de dar respuesta a una problemática local: “Veíamos que la gente que revisa la basura lleva cartón, aluminio, vidrio, pero deja el plástico porque no hay mercado que lo compre”, explicó el dirigente. La razón es clara: “Para el recolector urbano no es rentable. Un kilo de plástico ocupa un volumen enorme comparado con un kilo de cartón”, detalló.
Frente a este escenario, los trabajadores decidieron tomar el desafío: “Dijimos ‘nosotros nos hacemos cargo’. Empezamos siendo diez, hoy somos cinco porque tuvimos que cerrar el espacio de trabajo por la crisis económica, pero no nos rendimos”, enfatizó.
La tarea que realizan tiene un impacto visible: “Llegamos a recuperar hasta 10.000 kilos de material entre plásticos, vidrio, aluminio y cartón. Es una movida enorme para una ciudad como la nuestra”, resaltó el cooperativista.
Consultado sobre la falta de políticas públicas de apoyo, Bertone fue categórico: “No hay interés real. Se habla de ferias verdes, ecoescuelas, pero la ciudad tiene una cañería rota hace un mes y el agua potable se pierde. No existe prioridad por lo ambiental”, sostuvo.
Para el dirigente, la clave está en generar políticas de Estado que trasciendan los gobiernos de turno: “La basura de Santo Tomé se entierra directamente en la capital provincial. Cada persona genera un kilo de residuos por día. Nada de eso se aprovecha. Podría ser trabajo para mucha gente y un beneficio ambiental”, concluyó.
Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada en Radio 10 Salta (Salta
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