Edición n° 2721 . 04/05/2024

De bares, historias y escritores/ Hoy «La Tacita»

( Por Gabriela Sharpe)

Bar,café, confitería da lo mismo. No importa cómo lo llames. Son lugares ineludibles para los porteños. Los que fueron, los que están. En cada uno de ellos siempre se deja una impronta. Hoy un fragmento de  Elsa Drucaroff.

LA TACITA

…Anduvo de café en café y al final se encontró con unos conocidos que jugaban al dominó y tomaban vino en taza en un bar de Inclán y Boedo. Lo llamaban La Tacita por esa costumbre, que había empezado los días de partido en la cancha de San Lorenzo para burlar el edicto que prohibía servir alcohol a diez cuadras a la redonda (Elsa Drucaroff; El infierno prometido, una prostituta de la Zwi Migdal)