Edición n° 2934 . 03/12/2024

Daniel Yofra:»La idea de juntarse entre organizaciones es buena y ya está ocurriendo en el transporte. Nosotros también estamos tratando de unir sectores que tengan que ver con la cadena productiva del procesamiento de la soja y del aceite para consumo interno»

(Por Cecilia Miglio/Especial para Motor Económico) En esta entrevista exclusiva, conversamos con Daniel Alberto Yofra, secretario general de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA). A través de sus palabras, exploramos las luchas y conquistas del sector aceitero y la defensa incansable de los derechos de los trabajadores en un entorno político y económico regresivo. Yofra ofrece una visión detallada y comprometida sobre el estado actual del sindicalismo, el gobierno de Javier Milei y su impacto en la vida de los trabajadores en Argentina.

C.M.: Daniel, gracias por recibirnos. Para comenzar, ¿podría brindarnos un resumen de su trayectoria y logros al frente de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina?

Daniel Yofra: Mi trayectoria arrancó en julio de 1992 cuando entré a la empresa Dreyfus, que está en General Lagos, provincia de Santa Fe. Anteriormente, estuve cinco años trabajando en una empresa de la Celulosa Argentina de Capitán Bermúdez. Como te decía, en julio del 92 entré para arrancar la planta, la planta de aceite y su producto de soja, y en diciembre del 93 fui elegido delegado del personal de Dreyfus. Ahí empieza mi trayectoria como sindicalista.

En el año 96, fui secretario gremial del SOEAR, el Sindicato Obrero y Empleado Aceitero de Rosario.

En el 2004 empezamos a negociar el Salario Mínimo Vital y Móvil, como lo estamos haciendo hasta hoy. El primer acuerdo fue en diciembre del 2004 en la empresa donde yo trabajaba. Y bueno, empezamos con ese concepto y con un estudio que en ese momento lo hizo Jorge Schvarzer, de la Facultad de Economía de la UBA. Y a partir de ahí, empezó toda una transformación político gremial que, nos llevó al año 2009 a estar en la Federación. Integramos la comisión directiva de ese momento, y en el 2013 fui su secretario general hasta la fecha.

Creo que el logro más importante en todo este proceso nuevo fue, primero, democratizar la Federación. Cambiamos algunos artículos del estatuto nuestro, en donde antes las comisiones directivas de la Federación la elegían congresales cada cuatro años. Nosotros lo que hicimos fue que lo hagan los trabajadores, que elijan su autoridad e incluso que se puedan postular en alguna lista, en alguna comisión directiva. Ese fue el primer cambio que dimos: elecciones de delegados. Impusimos que, en caso de que no elijan delegados en los distintos establecimientos, la Federación tiene la facultad de hacerlo, así que tenemos en todos lados delegados elegidos por el personal.

Y después, el Salario Mínimo Vital y Móvil, que en su momento lo teníamos solamente en Rosario y en Capital Federal, lo llevamos a todo el país. O sea, que el Salario Mínimo Vital y Móvil, de acuerdo con el concepto de la Ley de Contrato de Trabajo en su artículo 116 y el 14bis de la Constitución, lo cobran tanto las agroexportadoras como las empresas que están en el Mediterráneo, que no tienen ríos, no tienen puertos, no son exportadoras. Los comités mixtos de seguridad e higiene industrial en todos los establecimientos del país, independientemente de que no tengan la ley como la tiene Santa Fe y Buenos Aires. No sé si Córdoba la tiene. Así que me parece que son esas cosas, esos puntos más importantes y, obviamente, la democracia sindical como política esencial de esta Federación, en donde todos los años hacemos plenario, charlas de capacitación en todo el país y congresos donde participan dirigentes de todo el país.

N. del A.: Jorge Schvarzer dirigía el Cespa (Centro de Estudios de la Situación y Perspectivas de la Argentina, que funciona en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA). El estudio se basó en saber cuánto debía cobrar un trabajador acorde a la ley vigente.

C.M.: ¿Cómo describiría la situación actual en su sector y cuáles son los principales desafíos que enfrentan?

Daniel Yofra: La situación del sector, ¿si te referís a cómo está la industria hoy? En lo que respecta a la agroindustria, no a las empresas que hacen aceite para el consumo interno, vienen reclamando que se les bajen las retenciones, el dragado del río Paraná para poder cargar bien los barcos en la zona agroexportadora, que va desde Timbúes a Ramallo, que es donde está el 90% de la molienda del país. Y bueno, el tema de la venta de soja, que por ahí especulan la gente del campo, que obviamente pelean un precio de dólar más alto para que puedan vender y que ellos puedan exportar. Con respecto a nosotros, los desafíos son sostener lo que se viene consiguiendo hace 20 años en políticas cada vez más regresivas, donde hay gobiernos que les dan la espalda a sus trabajadores, y los legisladores, en su gran mayoría, lo han demostrado en la Ley de Bases, reformando la Ley de Contrato de Trabajo, flexibilizándola en una de las maniobras más regresivas para la clase trabajadora y precarizando aún más el trabajo de los compañeros y compañeras de todo el país.

Pese a que ese es el desafío que nosotros particularmente tenemos, después obviamente que hay un interés general en donde queremos que se conforme un frente de dirigentes sindicales que defiendan a todos los trabajadores de nuestro país, que están padeciendo una embestida muy grande desde hace mucho tiempo, y que nadie se pone al frente de los reclamos y las necesidades que tenemos los trabajadores y trabajadoras de nuestro país, los desocupados, los que son pobres trabajando y los jubilados.

C.M.: ¿Qué representa Javier Milei para usted? En su opinión, ¿cómo han impactado las gestiones de los Kirchner, Macri y Fernández en la vida de los trabajadores de su gremio en términos de calidad de vida y capacidad para llegar a fin de mes? Además, ¿cómo han influido estas gestiones en el crecimiento industrial y la oferta laboral?

Daniel Yofra: Yo creo que ningún gobierno, para mí, no es necesario si representa o no. Creo que es más el daño que le han hecho a la clase trabajadora que lo que puede llegar a representar para mí. Obviamente, este último gobierno fue el más nocivo para la clase trabajadora por los cambios de contrato social que hizo. Hizo reformas laborales que han perjudicado notoriamente a la clase trabajadora y no han contribuido a lo que ellos expresaban en su momento, que con el cambio “iba a haber más trabajo, iba a mover mejor la economía”. Todo lo contrario, fue en deterioro de la clase trabajadora.

Creo que, desde los Kirchner a esta parte, me parece a mi criterio, uno de los mejores gobiernos por haber agarrado el país peor de lo que lo agarró Milei, en el 2003 fue Néstor Kirchner y el primer periodo también de Cristina. Incluso como catalogando de “malo” el periodo de Cristina, el último periodo dejó un 25% de inflación en el año, lo que ninguno de los demás, ni Macri ni Alberto Fernández y menos este gobierno, han podido sostener.

En el periodo de Macri, los trabajadores han perdido un 20% del salario real y, si bien en el de Alberto Fernández no se perdió, tampoco se pudo recuperar ese 20%. Ni hablar de la transferencia de recursos que hubo en este gobierno a partir de que arrancó en diciembre del 2023, con una transferencia de sueldo del bolsillo de los trabajadores a empresas que han venido ganando durante todos estos años, como las de la alimentación, las petroleras, las de energía, con la suba desmesurada de precios y, obviamente, todo lo que se ha venido dando en contra de la clase trabajadora, de los jubilados, de los que estaban mal y hoy están peor.

Con respecto al crecimiento industrial, ellos hace ya varios años que vienen pidiendo que haya una diferencia de retenciones con respecto al grano, porque la empresa para industrializar no puede estar al mismo valor la soja que los subproductos, porque hay todo un proceso, una industrialización del poroto de soja, que tiene sus costos y, quieren tener una diferencia con respecto al campo para poder tener menos capacidad ociosa como la que tienen hoy. Esto es un reclamo que vienen haciendo los industriales y que, obviamente más temprano que tarde seguramente va a impactar en la continuidad laboral de los trabajadores. Oferta laboral no hay dentro del sector porque hace ya varios años que las inversiones vienen paralizadas por lo que te comenté anteriormente, de que el gobierno le da lo mismo exportar grano de soja que industrializarlo y la industrialización no solamente de los granos de soja sino de la materia prima hace que haya más trabajo. Pero, este es un gobierno que mucho no le importa que haya trabajo.

C.M.: En el reciente 73° Congreso Nacional Ordinario Aceitero y Desmotador, ¿cuáles fueron los momentos y dichos más destacados en los distintos paneles (reforma laboral, política económica, el Panel Sindical Docente, el Salario Mínimo Vital y Móvil, y el Panel Sindical ‘Resistencia del Movimiento Obrero’)? ¿Siente que se fijaron posicionamientos claros y se le marcó una línea al gobierno de Milei?

Daniel Yofra: En este último congreso, el 73° Congreso Ordinario Aceitero y Desmotador de la República Argentina, hemos sacado varias conclusiones. Primero, que la tendencia de realizar el congreso, aparte de aprobar la memoria y el balance de nuestra Federación, fue que no solamente vengan dirigentes que están teniendo problemas en su sector, sino también cómo ven la actualidad política y económica de nuestro país, cuáles son los desafíos que tenemos como dirigentes sindicales. Como vos bien destacás en la pregunta, han venido docentes, compañeros dirigentes sindicales nacionales que vinieron a plantear la preocupación que hay en Aerolíneas, que hay con los empleados del Estado, que hay en las universidades. Creo que hay una serie de puntos que este gobierno está maltratando en pocos meses y que han llevado a muchos más trabajadores por debajo de la línea de la pobreza, y en eso claramente están los docentes universitarios. Es increíble que tengamos docentes y maestros por debajo de la línea de la pobreza. Pero, me parece que los desafíos hacia adelante no son solamente resistir, sino enfrentar a estas políticas que realmente empobrecen a nuestro país. Los posicionamientos son la unidad, creo que esa es la más importante. Sí creo que hay motivo de sobra para la unidad, obviamente que hay que crear un frente sindical que enfrente estas políticas y las que vengan, independientemente del gobierno que esté. Sin tener banderas políticas, ni que sea la prioridad la elección legislativa del año que viene, sino la necesidad que hoy tienen los trabajadores y trabajadoras de poder tener un salario digno que pueda cumplir con las necesidades de vivienda digna, educación, alimentación adecuada, salud, esparcimiento, vestimenta, transporte, previsión y vacaciones. La Ley de Contrato de Trabajo y el 14 bis de la Constitución son muy claras en el concepto, y cada una de esas necesidades tiene un valor que lo da el INDEC. Y que nosotros lo estamos discutiendo hace 20 años, y no es que lo pagan porque lo pueden pagar, sino porque nosotros forzamos a que las empresas lo paguen. O sea, ninguna empresa paga de corazón, ni por sensibilidad a la situación económica de los trabajadores, sino por una negociación, y si la negociación se frustra, está la huelga que es un derecho constitucional de todos los trabajadores y trabajadoras.

Parece que ese es el camino. Obviamente que hay otras prioridades que deben tener otros sectores. Parece que la idea es juntarse con otras organizaciones, creo que ya está ocurriendo en el transporte. Nosotros también estamos tratando de juntarnos con sectores que tienen que ver con la cadena productiva del procesamiento de la soja y del aceite para consumo interno, bueno, todo lo que sea necesario para salir de esta situación y para enfrentar no a este gobierno para que venga otro, sino para que cualquier gobierno que esté sepa que la clase trabajadora va a salir a copar las calles y va a hacer huelga para que no nos sigan oprimiendo y para recuperar los derechos perdidos en 41 años de democracia.

C.M.: En medio de las negociaciones y compromisos, ¿qué representan sus afiliados para usted? ¿Podría compartir alguna anécdota que lo haya marcado? ¿Cómo ha sido la escala salarial de los aceiteros y qué le expresan sus afiliados después de cada negociación?

Daniel Yofra: Yo presiento que estoy convencido, de que hay un pensamiento homogéneo, tanto de los trabajadores en su fábrica como nosotros en la Federación, que representamos a nivel nacional sus derechos y conquistas. Nosotros vemos que los trabajadores bancan las políticas de esta Federación. De hecho, hay un paro total cada vez que la Federación convoca por no poder seguir avanzando en las negociaciones. Me parece que ese es un logro y lo han demostrado 25 días de huelga en el 2015, 22 días de huelga en el 2020 y 7 días de huelga en el último gobierno, en donde nos dictaron la conciliación obligatoria y sacamos mucho más de lo que pretende el gobierno y lo que han aceptado algunas organizaciones que se han sometido a la voluntad de este gobierno aceptando un salario de miseria, un arreglo de miseria para nuestro criterio.

Yo creo que eso, es más que el apoyo incondicional que han dado, porque aparte nosotros les hemos dado respuesta, creo que no se sienten defraudados por la gestión de esta Federación y responden a la necesidad de hacer huelga y de tomar medidas que creamos convenientes para forzar una negociación favorable para la dignidad de los trabajadores y sus familias.

C.M.: ¿Qué opinión tiene sobre los referentes sindicales que deciden pasar al sector privado o asumir roles como funcionarios? ¿Cree que hay diferencias entre aquellos que llegan al Ejecutivo o al Legislativo a través del voto popular comparado con los que son designados por un partido político?

Daniel Yofra: Mirá, yo nunca estuve de acuerdo particularmente de que los dirigentes sindicales participen de un espacio político con cargos. Por la sencilla razón de que terminan haciendo lo que les dice el partido, y últimamente los partidos políticos han defendido su posición, su proyecto nacional que no incluye a la clase trabajadora. Entonces, considero que me parece mucho más importante empoderar al movimiento obrero y enfrentar a cualquier gobierno, como se hacía hace 50, 60 años atrás, que incluso a Perón, que fue uno de los políticos que más derechos le dio a la clase trabajadora, lo hacían. Si tenían que hacer un paro a Perón, se lo hacían. No veo por qué últimamente no se le hace huelga a los partidos con los que ellos están involucrados, ¿no? No sé si la palabra es sentimentalmente, pero sí ideológicamente están involucrados con determinado partido que cuando están en el poder no quieren hacer ningún tipo de medida. Creo que los dirigentes sindicales han sido elegidos por los trabajadores para que los representen. Yo no estoy en desacuerdo con que participen de un partido ni nada por el estilo, en la medida en que no estén más relacionados con el movimiento obrero. Parece que no hay un caso que le haya dado la posibilidad a toda la clase trabajadora cuando hay un dirigente bueno de cada sector estando dentro de un partido político. Y me parece que para volver a ser parte de ese 33% que era el movimiento obrero hace 50 años atrás, 60 años atrás, hay que empoderarlos. Si nosotros no los empoderamos, no podemos defender a los trabajadores, nos van a seguir dando a cuentagotas algunos puestos que son irrelevantes.

C.M.: ¿Hay algún modelo de gestión sindical en otro país que considere ejemplar? ¿Qué aspectos de ese modelo le resultan más atractivos o beneficiosos?

Daniel Yofra: Mirá, me fijo en Sudamérica, porque debe ser uno de los continentes más desiguales que hay en el mundo, ¿no? En Sudamérica, evidentemente, hay muy pocos ricos y muchos pobres, y realmente uno se entera de la verdad de las cuestiones políticas cuando va a visitar esos países. Donde nosotros creemos que son dirigentes populares, progresistas y nacionales, y sin embargo les han dado la espalda a sus trabajadores. Entonces, no sé si yo tengo un modelo político. Creo que, si no podemos conformar un frente, una central que discuta políticas de inclusión de la clase trabajadora, dependemos de la voluntad que puedan ese proyecto político, que puedan tener los candidatos. Por eso insisto en que hay que fortalecer al movimiento obrero y poner nuestras condiciones de trabajo. Para lograr un proyecto político-económico que incluya a los trabajadores, tenemos que forzarlo nosotros, los dirigentes sindicales, principalmente los nacionales.

C.M.: Desde los años 90, comenzaron a desaparecer los barrios obreros y los servicios de salud o préstamos que recibían los trabajadores. ¿Cree que es viable recuperarlos? ¿Piensa que es solo cuestión de voluntad del Ejecutivo o también es necesario el compromiso del sector privado?

Daniel Yofra: Creo que sí. Creo que se puede recuperar todo lo que hemos perdido, pero para recuperar eso tenemos que, insisto en esto, empoderar al movimiento obrero, fortalecer no solamente la resistencia hacia los gobiernos que están en contra de la clase trabajadora, sino proponernos nuestro propio plan de trabajo, un proyecto de país que incluya a la clase trabajadora, que es el motor productivo de este país. Ya lo hemos demostrado en la pandemia, en donde fuimos declarados esenciales, en su gran mayoría, todos los trabajadores. Si no hubiésemos trabajado, si no hubiésemos ido a nuestro lugar de trabajo, hoy el país estaría en bancarrota. Sin embargo, fuimos, arriesgamos, incluso se nos han muerto compañeros y compañeras por el COVID trabajando en plena pandemia. Entonces, me parece que, si nosotros nos diéramos cuenta de la capacidad que tenemos, del poder que tenemos, seguramente todo eso que venimos perdiendo, incluso desde el 76 a esta parte, lo recuperaríamos. La voluntad del Ejecutivo no va a haber, si hoy tenemos un gobierno minado de empresarios. Todos los funcionarios son empresarios. Vos fijate que el Secretario de Trabajo, Julio Cordero, es abogado de las patronales de la UIA y de Techint. El asesor era Jefe de Personal de Techint. O sea, no se puede esperar algo bueno de un gobierno que representa más a la clase empresarial. Y los legisladores está claro que van para un lado y para el otro de acuerdo con sus objetivos personales. Ni siquiera tienen un objetivo nacional. Les interesa su estado de confort. Ellos ganan muchísimo más que un trabajador y entonces hacen lo que les conviene a la hora de levantar la mano y de votar. Entonces, no podemos esperar que haya un cambio de esas características porque hay muy pocos defensores, muy pocos legisladores defensores de la clase trabajadora. Quedaron ahí en minoría reclamando, peleando. Por ahí sale algo favorable a los trabajadores, pero en su gran mayoría son decisiones que van en contra de los intereses de los trabajadores y trabajadoras.

Y, además, no hay un compromiso del sector privado. El sector privado es capitalista. Los capitalistas no hacen beneficencia ni tienen corazón para la sociedad, ellos son plata. Yo estoy acostumbrado a negociar con gente que no quiere perder, que quiere ganar más, que tiene una avaricia muy grande y sé que también cada vez que hacemos huelga ellos no inflan el pecho. Así que me parece que ese es el camino, hay que enfrentar al poder privado, al poder capitalista para convivir. Nosotros no queremos tener los lujos que tienen ellos, queremos tener una vida digna, poder mandar a nuestros hijos a la facultad, poder darle de comer las cuatro comidas diarias, tener una vivienda digna, pagar un alquiler, poder tener una buena salud, poder comprarnos la ropa donde queramos, poder salir de vez en cuando con nuestra familia a comer, poder irnos de vacaciones. No estamos pidiendo mucho, estamos pidiendo lo que nos corresponde y lo que a tantos compañeros y compañeras les costó mucho.

Que a tantos compañeros y compañeras les costó la vida, les costó ser desaparecidos, encarcelados y perseguidos por pensar en un país más igualitario.

C.M.: Con el crecimiento y la expansión del bloque BRICS, ¿cómo cree que esto influye en el sector de aceiteros y desmotadores en Argentina?

Daniel Yofra: A ver, hay una necesidad de alimento en el mundo muy grande y Argentina es una productora de alimentos. Si se determinaran determinadas políticas que hagan que la materia prima de este país la puedan industrializar, generaría trabajo. Si los trabajadores tuvieran un buen salario, eso generaría consumo, el consumo-producción y la producción-trabajo. O sea, me parece que son decisiones políticas de nuestro país, más allá de los lazos que puede haber internacionales. Es decir, nosotros tenemos en los 90 y a principios del 2000 fuimos los primeros exportadores de soja, de aceite de soja, de pellet, de harina y biocombustible. Pero depende de las políticas que hay. Y en la medida en que los interlocutores, los encargados de cada sector, tengan intereses personales y particulares, va a ser muy difícil que haya un plan político para industrializar el país. Se ve claramente en el litio, donde se está sacando litio sin procesarlo. Entonces, si hacen lo mismo con la soja, el futuro no va a ser óptimo, por más que esté el BRICS, si no entendemos que tiene que salir procesada la soja industrializada. Me parece que en ese sentido es muy claro y si no lo hacen seguramente es porque tienen otros intereses particulares, como les pasa a los legisladores, a los gobernantes, a los que integran los gobiernos. No hay un plan de industrialización si no hay intereses particulares.

C.M.: ¿Considera que el poder sojero se alinea con la política de libre mercado propuesta por Javier Milei? ¿Cree que hay unanimidad dentro del sector sobre esta cuestión?

Daniel Yofra: Mirá, el sector hace rato que ya viene reclamando, no solamente a este gobierno, sino a los anteriores. Hasta ahora no tuvo respuesta. Pidió un dólar más alto, no se lo dieron. Pidieron que le bajen las retenciones, como les habían prometido, no se lo dieron. Obviamente que el libre mercado a la agroexportadora le conviene. Ahora lo que no le conviene es el RIGI (Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones), porque le proporciona más garantía de sustentabilidad a empresas que no están hoy en el país, que no han invertido durante 30, 40, 50 años, que, a ellos, que ya tienen toda una capacidad instalada y que lo único que quieren es algunos pedidos que habían sido promesas en su campaña. Yo no creo que a una empresa agroexportadora le convenga que le pongan un puerto al lado, que inviertan en un puerto y no les cobren ningún tipo de impuesto porque están pagando un 30% de lo que producen. No me parece que estén muy contentos.

C.M.: ¿Cuál es su techo? ¿Dónde quiere estar a corto y mediano plazo? ¿Qué sueño tiene por cumplir?

Daniel Yofra: La verdad es que tengo un sueño de descansar, no tengo un sueño por cumplir. Creo que ya me gustaría que se conforme una Central de Trabajadores, un Frente Sindical, como uno le quiera titular, pensando en los trabajadores y no en un partido político. Ese sería para mí un cierre de ciclo sindical perfecto, sin siquiera tener la ambición de participar de eso, sino de colaborar. Porque alguno mal pensado dice que quiere estar en la CGT, a mí sinceramente no me interesa estar. Obviamente que, si me eligen por mi capacidad, por lo que vengo haciendo y para contribuir para ese proyecto de país que todos deseamos, seguramente voy a colaborar. Pero para formar solamente para sacar a los que están y tener un compromiso con un gobierno y no con los trabajadores, no, conmigo no me cuenten.

Yo creo que es muy difícil poder determinar cuál es el techo, a nadie le gusta el techo, creo que todos buscamos siempre algo más. Eso no depende de mí, en este caso, vos me preguntabas a mí, yo dependo de otras voluntades. Si hoy hubiera democracia sindical en la CGT, seguramente las cosas serían distintas, pero no la hay. Cuando se resuelve conformar un grupo de dirigentes para defender a los trabajadores entre cuatro paredes, pasa lo que la situación que hay en la actualidad tenemos la dirigencia sindical y los trabajadores. Sinceramente, yo voy a estar en este momento, por lo menos en mi sector, en donde los dirigentes me pongan, salvo que tome una decisión personal que influya en mi destino. Hasta ahora estoy donde estoy y donde estuve siempre desde que arranqué en el año 93 como sindicalista. Me pusieron. Jamás me dije yo quiero ser esto, ni como delegado, ni como secretario gremial en el 96, ni como secretario adjunto en el 2008, ni como primer vocal titular en la Federación en el 2009, ni como secretario general en el 2013. Siempre me han dicho nosotros queremos que seas vos, y después la continuidad del tercer periodo consecutivo que ya me queda un año y algo para terminarlo.