La vicepresidenta da cuenta del cambio que sufrió el máximo tribunal de Justicia: de una «Corte ejemplar», en 2003, con la llegada de Néstor Kirchner, a la actual formación, con fallos anticipados en los medios de comunicación. «Hay un Poder Judicial devenido en partido político y protector del macrismo, que coloca «a los ciudadanos y ciudadanas en situación de libertad condicional», afirmó.
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner criticó severamente hoy a la Corte Suprema de Justicia de la Nación y afirmó que hay «un Poder Judicial devenido en partido político, protector del macrismo y perseguidor de las fuerzas políticas que se le oponen», lo que coloca «a los ciudadanos y ciudadanas en situación de libertad condicional».
En un extenso texto grabado que subió a su cuenta de Twitter, la expresidenta de la Nación se focalizó en la Corte Suprema y cuestionó especialmente los fallos en contra de sus presentaciones en las causas en las que aparece como acusada de supuestos ilícitos.
También vinculó a un sector del Poder Judicial con el Gobierno de Mauricio Macri y sostuvo que «los argentinos y argentinas deberán saber que será muy difícil mejorar las condiciones de vida con esta Corte y este modo de funcionamiento del Poder Judicial, en donde las condiciones de igualdad ante la ley son letra muerta de la Constitución».
«Nada puede funcionar en un país si carece de un Poder Judicial que tenga legitimidad», sostuvo, y enfatizó que «todos los partidos políticos de la Argentina, de izquierda a derecha, pasando por el centro, tienen un imperativo categórico y republicano: el de construir como hizo Néstor Kirchner en 2003, con apenas el 22% de los votos, y en el marco de una crisis institucional sin precedentes en la historia contemporánea, una Corte de la que todos y todas podamos volver a sentir orgullo».
Cristina Kirchner justificó su demanda en que hay «un Poder Judicial devenido en partido político, protector del macrismo y perseguidor de las fuerzas políticas que se le oponen que coloca a los ciudadanos y ciudadanas en situación de libertad condicional».
Además, dijo que tras la renuncia de Elena Highton el máximo tribunal del país atravesó varios «escándalos» y ahora es «un órgano muy vulnerable ante las presiones de los poderes fácticos y mediáticos».
«Con tantos muertos en sus roperos nos les queda más remedio que hacer lo que les manden bajo pena de ejecución sumaria en titulares y noticieros«, enfatizó.
En ese sentido, señaló: «En esa dirección es como los medios de comunicación hegemónicos comenzaron a anticipar -cual modernos Nostradamus-, como iba a fallar la Corte de los cuatro, en la causa fraguada y conocida mediáticamente como “vialidad” u “obra pública”. La misma en la que, con calendario electoral en mano, iniciaron el juicio oral el 21 de mayo del 2019, exactamente un mes antes de que cerraran las listas para las elecciones presidenciales. Así y con tres años de demora, la Corte de los cuatro falló exactamente como anticiparon esos medios: rechazando todos y cada uno de los recursos y las medidas de prueba que habíamos solicitado».
La vicepresidente, calificó a ese falló como totalmente atípico. «A la falta de argumentación jurídica y el lenguaje ofensivo utilizado -llegando a citar como antecedente el del genocida Jorge Rafael Videla-, se le sumó el prejuzgamiento explícito y descarado de los cuatro cortesanos, como un aval anticipado para la condena que, tal como dije el 1 de diciembre de 2019 ante el Tribunal Oral, ya la tienen escrita y creo, a esta altura, hasta firmada«, enfatizó.