Edición n° 2886 . 16/10/2024

Cristina Kirchner pidió que se analicen los celulares de las colaboradoras de Milman

Los abogados de CFK solicitaron a la jueza Capuchetti que secuestren los teléfonos de las dos mujeres que se encontraban junto al diputado de Juntos por el Cambio en el bar Casablanca el pasado 30 de agosto

«Se ordene el inmediato secuestro de los celulares de (Ivana) Bohdziewicz y (Carolina) Gómez Mónaco». El pedido lo presentaron ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti los abogados de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Se trata de los celulares de las dos colaboradoras que acompañaron al diputado de Juntos por el Cambio Gerardo Milman el 30 de agosto a la confitería Casablanca. Según un testigo de la causa, Milman dijo allí: «Cuando la maten yo estoy camino a la costa». Por su parte, el diputado opositor también presentó un escrito ante la jueza del caso en el que negó la acusación en su contra. 

Los abogados de Cristina, querellante en la causa en la que Capuchetti investiga el intento de magnicidio, hicieron un pedido de reposición al indicar que se trata de la única medida que permitiría probar o descartar la línea de investigación que se abrió a partir de la declaración del testigo que mencionó al legislador. 

La jueza federal rechazó secuestrar los celulares cuando ambas colaboradoras de Milman fueron escuchadas como testigos y los abogados querellantes señalaro que argumentó su decisión «en una resolución que no cita un solo precedente ni razón válida». 

«Este recurso tiene origen en la denegación de la solicitud de esta querella vinculada con el secuestro de los dispositivos celulares de Bohdziewicz y Gómez Mónaco. Dicha petición se realizó verbalmente en un cuarto intermedio solicitado por esta parte durante las audiencias de las testigos», le recordaron los letrados a Capuchetti, en la presentación a la que accedió Télam.  

Los representantes de la querella de Cristina calificaron de «inaudito» tener que acudir al recurso de reposición para «explicar por qué es importante contar con la única prueba que podría haber corroborado un testimonio de extrema gravedad». Los abogados subrayaron que se confirmaron los datos aportados por el testigo respecto del lugar, hora y fecha del encuentro, pero la prueba es necesaria para probar lo que habría dicho Milman.  

«Si lo que vuestra señoría esperaba es que las dos testigos admitieran haber escuchado que su jefe dijo (‘cuando la maten yo estoy camino a la costa’), la única forma de dilucidar la verdad de lo sucedido el 1 de septiembre parece que será a través de alguna confesión inesperada», apuntaron los letrados en la presentación. 

Contradicciones en el testimonio de las asistentes de Milman 

Los abogados señalaron en su presentación que los testimonios de Bohdziewicz y Gómez Mónaco presentaron contradicciones, como por ejemplo, que la primera respondió que no iba nunca a la confitería Casablanca, ubicada a metros del Congreso de la Nación, cuando se le preguntó si había estado allí el 30 de agosto.

«En primer lugar, declaró Bohdziewicz. La jueza, en su deber de dirigir la investigación, le hizo una sola pregunta. Cuando el Ministerio Público Fiscal le preguntó si había ido a Casablanca el 30 de agosto respondió: ‘No, a Casablanca no voy nunca’. Dijo que la última vez que fue había sido en marzo y que no recordaba haber estado en el lugar el día del atentado», explicaron los letrados.

También aseguraron que hubo contradicciones entre las testigos en relación a lo que hablaron con el diputado Milman aquella tarde: una de las testigos dijo que se habían referido a los preparativos del viaje a Pinamar (que finalmente haría el diputado), mientras que la otra dijo jamás haber hablado de eso.

«Casablanca, por su parte, parecía haber escapado de los recuerdos de ambas; al menos, hasta que vieron las fotos. En otras palabras, mientras todo lo que dijeron Bohdziewicz y Gómez Mónaco es distinto de lo que pasó y ambas se contradicen, todo lo que dijo el testigo se verificó«, subrayaron los abogados querellantes. 

Para resolver esta contracción -señalaron los letrados- la jueza «tenía dos opciones: o encomendarse a su intuición o producir pruebas. A criterio de esta parte, dado que se investiga el atentado de inusitada gravedad y que, probablemente, el secuestro de los celulares fuera la única forma de probar o descartar esta línea de investigación, esta hubiera sido la mejor opción».

El descargo de Milman 

Por su parte, el diputado opositor también presentó un escrito ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti en el que negó la acusación en su contra y reclamó que sea investigado por supuesto “falso testimonio” el testigo que dijo haberle escuchado decir la frase “cuando la maten yo estoy camino a la costa”.

Las presentaciones se dieron en un día en el que subió la tensión en torno al expediente: la querella por primera vez expuso por escrito fuertes diferencias de criterio con la jueza Capuchetti, mientras que el diputado Milman sostuvo que el testigo puso palabras en su boca con “inconfesables fines políticos”.

Los cruces están relacionados al desarrollo del legajo de investigación que hasta esta semana había mantenido en secreto y que se inició a partir de la denuncia de un testigo que dijo haber escuchado que Milman hizo referencias a un hecho que podría ser el atentado fallido contra la Vicepresidenta, dos días antes de que ocurriera.