Edición n° 2941 . 10/12/2024

Cristian Girard, jefe de ARBA: “El ajuste de Milei es explosivo no contra el gobernador sino contra la gente”

  • El director ejecutivo de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires advierte que los recortes de fondos de la Nación ya impactan en obras públicas y salarios estatales, pero amenazan además la educación, la salud y la seguridad. Además de inspecciones torres de lujo y oficinas declaradas como baldíos y secuestrar yates, apuntará a recaudar entre los sectores concentrados y desregulados que aumentan más los precios.

Para los diputados quizá fue novedad trabajar en verano, pero al jefe de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), Cristian Girard, le es costumbre. Como en otras temporadas estivales, salió a detectar torres declaradas como baldíos en Mar del Plata y Pinamar y oficinas registradas del mismo modo en Nordelta o a embargar yates deudores de impuestos en el Delta del Paraná. A este economista de confianza del gobernador Axel Kicillof le preocupa recaudar, sobre todo en tiempos en que el presidente Javier Milei arrancó podando fondos a las provincias y ahora arremete con más fuerza para vengarse de la falta de apoyo a su ley Bases para la Libertad.

-Mientras Milei quería bajar el impuesto a los ricos en la ley Bases, usted refuerza estos operativos contra grandes patrimonios…

-Es una continuidad de esta política del gobierno de Axel en relación a al tipo de estructura tributaria que buscamos para la provincia de Buenos Aires, que en definitiva es al mismo tiempo el tipo de Estado que queremos. No es solo una cuestión de qué política despliega el Estado Provincial, sino también cómo lo financia. Siempre decimos no podés tener buenas políticas de impacto redistributivo si no las financiás de manera progresiva.Cobrándole impuestos a los sectores que tienen capacidad contributiva, vas a cerrar la distancia que hay entre el que más tiene y el que menos tiene. O sea, reducís la desigualdad. Y yo creo que ese es un resultado virtuoso de un Estado presente. Con todas estas escuelas, estas rutas, estos hospitales, estos centros de atención primaria de la salud, esta red de asistencia a través del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad, el año pasado Axel fue a pedir el voto a los bonaerenses para ratificar el mandato. Ganó la elección con 45%, pero también en cuatro años dimos discusiones sobre cómo financiar esas políticas. Desde el primer momento dimos una discusión fuerte por el aumento del impuesto inmobiliario, sobre todo enfocado en el rural en 2019. Además fortalecimos la recaudación a partir de mayores capacidades tecnológicas y mayor capacidad de control para enfocarnos en donde hay capacidad contributiva y se evade. Al mismo tiempo trabajamos todo el equipo económico en leyes más progresivas. Hicimos una reforma en Ingresos Brutos, le bajamos la carga a los pequeños y medianos comercios, a los profesionales independientes. En los impuestos patrimoniales tenemos estructuras más progresivas. Lo que estamos viendo ahora en este verano es la intensificación de los controles, pero en continuidad con lo que hicimos, por ejemplo, en embarcaciones deportivas. ¿Qué es lo que hicimos por primera vez en la historia? ARBA, que tiene la competencia por el Código Fiscal y el año pasado la reglamentamos, está en condiciones de secuestrar yates o embarcaciones deportivas que tengan deudas por el 30% de las cuotas impagas, por lo menos a partir de determinada valuación fiscal. Entonces detectamos que que hay capacidad contributiva, o sea, gente que tiene US$500.000, 300.000, 600.000 flotando en el agua y no paga el impuesto. Y tiene todas las facilidades para cumplir porque hay planes de pago. Podría haber accedido a beneficios por pagar en tiempo y forma. Tenía todas las condiciones para que cumplir fuera sencillo y eligieron no pagar, teniendo la capacidad económica para hacerlo. El año pasado hicimos una serie de operativos en los amarraderos para mostrar que estábamos controlando. Logramos que se den de alta 600 embarcaciones, el 60% más o menos de lo que habíamos detectado se dio de alta. Y este año dijimos “ahora a los que no pagan, les vamos a secuestrar la embarcación”. ¿Qué es? La retenemos con una faja por 24 horas y le damos la posibilidad de que si cancela la deuda total o el 50% y se compromete a pagar el 50% restante dentro de los diez días, liberamos la embarcación. Y si no, notificamos al juez y a Prefectura Naval para que le impidan la navegación. O sea, queda secuestrada, retenida en el amarradero hasta que pague. ¿Qué es lo que encontramos? Que pagan todos los propietarios en estos operativos. Entonces la capacidad económica está. Además, son bienes de lujo. Los comerciantes tienen que pagar los impuestos, o el que tiene un Renault Logan, o un Volkswagen Up, o un departamento de dos ambientes, o un monoambiente o una casa en el conurbano, pero gente que tiene US$500.000 flotando en el agua para salir a navegar no cumple… ¿Buscamos contrastar con el gobierno de Milei? Lo que contrasta con nosotros es el Gobierno de Milei. Esto es lo que nosotros veníamos haciendo, no es que lo empezamos a hacer ahora. Creo que lo interesante es que además lo hacemos, no es discursivo.

-¿Y cómo son recibidos los inspectores, sobre todo en estos tiempos de discurso antiimpuestos, más allá de que Milei arrancó su gobierno contradiciéndose y subiéndolos?

-Por el momento no tuvimos ningún conflicto. En el operativo catastral de barrios cerrados tuvimos una anécdota en Mar de Plata. Estaban los equipos de ARBA para ingresar al barrio y la administración no nos dejaba pasar. Los de seguridad diciendo que la administración tiene que autorizar. Y vino un grupo de vecinos que están interesados en que se regularice la situación del barrio para poder subdividir las partidas y escriturar, que es lo que venimos trabajando hace años, y dijo: “Miren, si no los dejan entrar, nosotros los hacemos entrar como invitados. Entonces es cierto que hay un clima, un discurso anti Estado, antiimpuestos, un gobierno que se desdice con la práctica, contradictorio con lo que dijo que iba a hacer, pero a pesar de ese clima de época, también hay una parte de la sociedad que está de acuerdo con que existan las políticas públicas que despliega el gobierno de la provincia de Buenos Aires y que esos recursos se consigan de manera progresiva.

-¿Está afectándose la recaudación por la fuerte caída económica que se vio ya en enero?

-Todavía nosotros no lo estamos viendo, no hubo vencimientos de patrimoniales, con lo cual no podemos evaluar cobrabilidad, que es uno de los indicadores. Uno supone que si viene muy mal la economía y está cayendo la actividad y el salario real, caería la cobrabilidad. En lo que es Ingresos Brutos, en enero tenemos un registro todavía en terreno positivo, de aumento de la recaudación en términos reales, pero enero incluye parte de diciembre, porque se paga al vencimiento de la declaración jurada, que es a mediados del mes siguiente. Es decir, vos pagás diciembre, presentás la declaración jurada a mediados de enero y pagás el saldo en enero. O sea que una parte de la recaudación de enero es de diciembre. Pero uno mira los indicadores de ventas. Por ejemplo, los que publicó CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa), pero también nosotros internamente, comentó Axel la información a través de Cuenta DNI de la cantidad de transacciones que se llevan a cabo por medio de la aplicación. Estamos hablando de una caída entre 25 y 30% de las ventas y eso obviamente que va a repercutir en Ingresos Brutos, que es un impuesto que depende del nivel de actividad, pero también repercute en IVA. A nivel nacional, IVA DGI (Dirección General Impositiva), que es mercado interno, presentó una caída fuerte en términos reales y eso es una señal de que se está desplomando el consumo, lo cual es razonable si vos tuviste 25% de inflación en diciembre, vas a tener otro 20 aproximadamente en enero y no tuviste recomposición salarial en el medio. Entonces el salario, si vos mirás empleo formal, tiene una caída de 15 puntos en diciembre. Y si le sumás enero, vas a andar cerca del 20. Es una caída más o menos equivalente a la que hubo en los cuatro años de Macri, sobre todo en sus últimos dos años. Pero ahora en dos meses. Es una locura. Eso es un desplome del consumo que por supuesto se va a traducir en una caída de la actividad en general y eso va a afectar negativamente la recaudación.

-¿A dónde apuntan a recaudar este año?

-Estamos poniendo el ojo en los sectores que se están viendo beneficiados por la transferencia de ingresos que está llevando a cabo el Gobierno de Milei. Estamos hablando de toda empresa que tenía un precio regulado o un mercado regulado y ahora deja de estar regulado, porque obviamente si vos tenés mercados concentrados, donde hay pocos oferentes y levantás una regulación, lo que va a pasar no es que aumenta la libre competencia y bajan los precios, sino que tienen mayor capacidad para concertar los productores y los oferentes en el mercado y eso se va a traducir en precios más altos. Y eso en un contexto de caída de los costos salariales, se traduce en un aumento del excedente. O sea que ahí va a haber rentabilidad, más de la que había. Después podemos discutir si es normal, si es extraordinaria o es baja, pero por lo pronto va a haber un aumento de la rentabilidad mientras caen los salarios, las jubilaciones, las transferencias sociales. Entonces dinámicamente son ganadores, aunque la rentabilidad pueda ser baja. Así que ahí tenemos que poner un ojo en reforzar los controles y tratar de generar recursos para financiar las políticas provinciales. Los otros grandes beneficiarios de esta política son los acreedores externos, los tenedores de deuda que cobran los intereses, los servicios financieros de la deuda. Cuando uno mira lo que están haciendo con el Estado, es aumentar la carga impositiva sobre los sectores populares, sobre la economía en general, y recortar gastos vinculados fundamentalmente con los salarios de empleados públicos porque despidieron gente y porque no aumentan, no mandaron un presupuesto nuevo, con lo cual quedó congelado el de 2023, con una inflación de 210% que hubo en el año. Eso te licúa el presupuesto disponible para todo lo demás que no sea inciso uno, que es el pago de los salarios. Y además pisaron la obra pública y las transferencias a las provincias. Entonces lo que están haciendo es generar un superávit primario y financiero en diciembre y enero. Lo que en definitiva muestra es que están ajustando no a la casta, sino a la gente, a los jubilados, a los perceptores de transferencias sociales, a los trabajadores públicos para pagar los servicios de la deuda. Los acreedores externos están viendo garantizado el pago de los servicios de la deuda y al mismo tiempo están viendo que el Estado está trabajando para recrear las condiciones de acceso al mercado. En definitiva, lo que busca este gobierno bajando el riesgo país es tener acceso de nuevo a los mercados de deuda para seguir el cuento de que cuando vence algún vencimiento de deuda lo refinancian con deuda nueva y lo que buscan es bajar la tasa de interés a la que se financian, que depende del riesgo país. ¿Entonces qué le dicen los mercados? Si vos tenés equilibrio fiscal y me mostrás capacidad de repago, yo te voy a mejorar la calificación de riesgo, te va a bajar el riesgo país y te voy a poder prestar porque no va a ser tan riesgoso para los fondos de inversión comprar tus títulos. Y vas a reabrir los mercados y cuando reabras los mercados el endeudamiento externo no va a ser un problema para vos. Ese es el programa de Milei y está comandado por esos acreedores.

-¿Pero a esos acreedores se les puede cobrar impuestos en la provincia?

-No, pero por eso te digo que creo que el garante de este proceso es el Fondo Monetario Internacional. El Gobierno de Milei está haciendo un ajuste más duro que el que considera el Fondo Monetario que es necesario. No funciona eso, porque ese tipo de programas lo que hacen es achicar, achicar la economía, reducir el nivel de actividad y para colmo, una de las condiciones que tienen es liberar precios, un dólar alto y esta economía con devaluaciones es inflacionaria. Este gobierno asumió, subió 118% el dólar oficial y probablemente en marzo o abril, cuando venga el momento de la liquidación de la cosecha, esa suba del dólar se habrá licuado por la inflación y va a arrancar otra vez la pulseada para que vuelva a devaluar. Si vuelve a devaluar, va a acelerar una inflación que ya viene acelerándose producto de aquella devaluación. Y eso, además de una recesión, vas a tener una inflación de tres dígitos. Un contexto estanflacionario rompe todos los incentivos económicos. Entonces tampoco generás un excedente de dólares. ¿Por qué? Porque no hay inversión extranjera entrando al país a traer dólares para desarrollar actividad productiva. Entonces no tenés los dólares del superávit externo y para colmo nunca llegás al resultado fiscal que buscás porque se te desploman los ingresos tributarios y en un momento ya no tenés de dónde recaudar. Y por más que recortés el gasto, que ya lo puso en un nivel mínimo, no creo que tenga mucho margen más para seguir bajándolo cuando empiecen a caer los recursos tributarios. ¿Cómo cerrás ese déficit fiscal si no podés hacer más recortes del gasto? Ese es el gran problema de los programas neoliberales.

-¿Están ya sintiendo en que el ajuste de envíos de la Nación a la provincia de Buenos Aires?

-Lo primero y más evidente son las obras que ya están paralizadas. El otro día comentaba Axel que inició una recorrida el ministro de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, (Gabriel) Katopodis, por las obras. Eran 600 obras. Muchas de esas obras con un porcentaje de avance cercano al 80, 90%. Es decir, realmente es un sin sentido económico frenar una obra que está a punto de terminarse. Pero lo vimos con Macri, que paró muchísimas obras que estaban en curso durante el gobierno de Cristina (Fernández de Kirchner). Son obras que quedaron ahí muertas y todo lo que se invirtió, todo el esfuerzo de los contribuyentes que financiaron eso, a la basura. Y después las transferencias no automáticas durante enero a todas las provincias se redujeron al mínimo. Y, digámoslo, no son transferencias discrecionales de afinidad política. Hay transferencias que tienen que ver con leyes y acuerdos cerrados entre las provincias y la Nación, que la Nación no está cumpliendo. O sea que ya estamos viendo que la Nación está haciendo el ajuste, haciéndole pagar el costo, no la casta, sino a los jubilados, a los trabajadores públicos, no a los ñoquis, sino a los trabajadores que le ponen el cuerpo a las políticas públicas, a los perceptores de transferencias sociales y a los gobiernos provinciales, que es en definitiva, afectar las condiciones de vida de los argentinos que viven en esa provincia.

-El Gobierno arrancó anunciando ajuste a las provincias, pero ahora que no pudo sacar la ley Bases ni su capítulo fiscal dijo que lo reforzará…

-Lo que está planteando Axel es la necesidad de que Milei revise esa idea de plantear un antagonismo entre Nación y provincia, porque esto no es una disputa política entre Milei y los gobernadores, sino es pegarle al corazón del federalismo, que es, en definitiva, el corazón del funcionamiento de la unidad nacional. Hubiéramos tenido una capacidad de dar un aumento salarial mayor, podríamos haber hecho obras que apagaron.

-¿Qué aumento dio la provincia a los estatales?

-En enero se dio el 15% para cerrar el el año pasado y otro 10% para arrancar el año. Pero es siempre correr de atrás. La capacidad de seguir atendiendo las demandas, si vos no tenés recursos, se empieza a ver limitada. Te pone en tensión financiera.

-En las últimas semanas han aparecido noticias sobre asesinatos en robos en el conurbano y de hospitales desbordados que expulsaban pacientes a la ciudad de Buenos Aires. Son hechos reales, ¿pero están amplificados por ciertos medios o por una crisis social que se ahonda y conduce a mayor delincuencia o a pacientes que se quedan sin obra social o prepaga?

-Es evidente que el tratamiento que se hace de la situación del sistema de salud o de la inseguridad en la provincia de Buenos Aires no es el mismo que hacen esos mismos medios de comunicación respecto a lo que pasa en CABA. Hay una intención de mostrar más. No estoy diciendo de exagerar lo de la provincia de Buenos Aires, sino de mostrarlo más al tiempo que se muestra menos lo que pasa en otras jurisdicciones. Y eso no es novedoso. Siempre fue así. La verdad es que lo planteó Axel: dijo que Milei venía a privatizar y lo que está haciendo es estatizar, porque la gente que no va a poder pagar la prepaga y va a terminar en el sistema público de salud. Entonces nosotros vamos a tener más gente en los hospitales. Lo mismo va a pasar con la educación, probablemente. Si la gente no tiene ingreso, si desregulás las cuotas de los colegios, ¿qué hace la familia? Mandan a los pibes a la escuela pública. Lo que vas a ver es un congestionamiento. ¿Y eso cómo se resuelve? Tenés que tener más recurso. Eso también va a poner en tensión la idea de Milei de “yo recorto y que se arreglen en las provincias”, porque lo que te pone de relieve es que no es un ataque al gobernador, sino que el problema lo van a pagar los bonaerenses, que se encuentren con que tienen mucha demora en el hospital. Es un combo explosivo no contra el gobernador sino contra la gente. Eso es importante plantearlo después en términos de inseguridad. No soy un especialista, pero la cantidad de delitos graves, homicidios, se redujo en la provincia de Buenos Aires y el resto de la Argentina. Eso no implica que un hecho de inseguridad no sea grave. La provincia invirtió en el sistema penitenciario, hay que trabajar en evitar la reincidencia, lograr la reinserción laboral de aquellas personas que cometen delitos y terminan cumpliendo una condena…

-Los principales gastos de las provincias son educación, salud, caja de jubilaciones y seguridad…

-Sí, es eso. Todo el mundo dice que esto es el segundo tiempo de (Mauricio) Macri, macrismo recargado. Y yo lo que creo es que es la profundización del menemismo. Porque recordemos que la reforma del Estado de los 90 descentralizó funciones del Estado nacional a las provincias: la salud, la educación y la seguridad, sin descentralización de recursos. Eso hizo que las provincias tuvieran que resolver cómo financiar esas nuevas funciones, descentralizaron algunas funciones de los gobiernos provinciales a los municipios y empezaron a buscar formas de recaudar fácil, rápido y lo suficiente como para financiar ese tipo de funciones que antes no tenían. ¿Qué viene a hacer Milei ahora? A terminar de resolver ese problema. Va a buscar forzar violentamente un ajuste a nivel provincial, pero cargándolo sobre la gente. No le importa la gente del hospital público. El que puede pagar paga, el que no se morirá. Es un poco la idea que tienen. Y los gobiernos provinciales hicieron de amortiguador, yo me encargo, busco los recursos, me las rebusco de alguna manera. La provincia de Buenos Aires tiene el agravante de que en el régimen de coparticipación aporta 40% y recibe 20%, tiene un déficit estructural. ¿Entonces ahora qué quiere hacer Milei? Terminar de ahogar a los gobiernos provinciales para que definitivamente se destruya la salud, la educación pública y el costo de eso lo termina pagando la gente. Lo que estamos viendo es esto: por la fuerza antidemocrática, porque no era el programa de gobierno que proponía Milei, que proponía un ajuste que lo pague la casta. Lo que lo que tenemos acá es un neomenemismo con condimentos de macrismo, que también era bastante neomenemista, que se está implementando autoritariamente y antidemocráticamente, antagonizando con los gobernadores. Lo que está haciendo es terminar de hacer la reforma del Estado a costa de las condiciones de vida del pueblo. Está llevando a cabo un programa de ajuste brutal para el que no tiene legitimidad social, para el que no fue votado, y simula en el medio un enfrentamiento con la casta política para pararse como un outsider y un antiestablishment que está en contra de la política. El desafío que tenemos políticamente no pasa tanto por lo superestructural de generar una unidad en el peronismo, eso va a estar relativamente claro y garantizado, el desafío es cómo recomponer el movimiento nacional y popular, es volver a conectar con la gente, cómo hace el peronismo para volver a representar. En la provincia, Axel está impulsando la experiencia de las mesas multisectoriales, empezar a a deliberar un poco más, que en definitiva es la base de la democracia. Me parece que es un proceso que lleva tiempo. La preocupación es que mientras tanto Milei sigue avanzando de manera antidemocrática y autoritaria, como lo está haciendo a pesar de la gesticulación que hace con la disputa con el Congreso.

AR/CRM