Edición n° 3282 . 16/11/2025

“Con amigos así… el acuerdo comercial que desnivela la cancha”

El precio oculto del acuerdo con Estados Unidos: concesiones unilaterales y un futuro incierto para la economía argentina


(Por Antonio Muñiz) Un pacto presentado como “recíproco” profundiza la apertura económica, fija nuevas obligaciones estructurales y consolida el costo político del rescate financiero estadounidense.

El gobierno argentino anunció la firma de un marco para un acuerdo comercial y de inversiones con Estados Unidos, titulado “Framework for a United States-Argentina Agreement on Reciprocal Trade and Investment”. La Casa Blanca lo presentó como un entendimiento “recíproco”, destinado a atraer inversiones y facilitar el comercio bilateral.

Sin embargo, el análisis del documento estadounidense revela una marcada asimetría: las obligaciones recaen casi exclusivamente sobre Argentina, mientras que los compromisos de Estados Unidos son mínimos o condicionados. El economista Hernán Letcher señala que el pacto “no puede considerarse bilateral: hay derechos para EE.UU. y obligaciones para Argentina”.

Un acuerdo sin reciprocidad real

Aunque se lo promociona como equilibrado, el contenido expresa otra cosa. Las concesiones argentinas avanzan sobre barreras arancelarias, regulaciones técnicas, propiedad intelectual, comercio digital y regulaciones laborales, mientras que Estados Unidos no modifica aranceles estratégicos ni flexibiliza barreras que afecten a su industria.

“No aparece ningún beneficio concreto para Argentina. Las concesiones son todas unilaterales”, subraya Letcher.

Impacto sobre sectores productivos

La apertura prometida tensiona sectores claves. En el agro, Argentina compite directamente con la producción estadounidense, altamente subsidiada y con mayor productividad. En el terreno industrial, la situación es aún más delicada: la entrada sin restricciones de bienes de capital, medicamentos, químicos o vehículos presiona sobre las pymes locales.

Un punto crítico del acuerdo establece que Argentina aceptará vehículos y alimentos certificados únicamente bajo normas estadounidenses, sin verificación local. Esto limita el rol de organismos como ANMAT y SENASA.

Agricultura: apertura acelerada sin garantías

La Casa Blanca informó que Argentina permitirá:

  • el ingreso de aves de corral estadounidenses en un plazo de un año,
  • la no restricción de ciertos quesos y carnes bajo denominaciones específicas,
  • la simplificación de registros para carnes bovinas, porcinas y vísceras,
  • la eliminación de requisitos de certificación para productos lácteos.

En simultáneo, no existen evidencias de un acceso real al mercado estadounidense para la carne argentina. La Secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, ya avisó que el volumen “no será mucho” y que nuestro país deberá “garantizar la seguridad sanitaria”.

Empresas estatales en la mira

El acuerdo exige “abordar posibles acciones distorsivas” de empresas estatales y subsidios industriales. Esta cláusula apunta a firmas estratégicas como INVAP, YPF y ARSAT, cuyos desarrollos tecnológicos han generado tensiones históricas con Washington. En cables diplomáticos difundidos años atrás, Estados Unidos reconocía su interés en limitar proyectos como los satélites geoestacionarios.

Minerales críticos: la disputa silenciosa

Estados Unidos puso especial énfasis en la cooperación para la inversión en minerales críticos como litio y cobre. Scott Bessent, secretario del Tesoro, lo describió como prioridad estratégica.
Lo llamativo es que esta referencia no aparece en el comunicado del Presidente argentino, probablemente para evitar un conflicto inmediato con las provincias dueñas de los recursos.

Trabajo y comercio digital con sesgo geopolítico

El compromiso argentino de prohibir bienes producidos con “trabajo forzoso” puede afectar importaciones provenientes de China y el sudeste asiático, alineándose con la disputa comercial global que impulsa Washington.

El capítulo de comercio digital, además, flexibiliza la transferencia transfronteriza de datos personales y facilita la operación de grandes plataformas estadounidenses.

Eliminación de la tasa de estadística

Argentina eliminará gradualmente la tasa de estadística para productos estadounidenses.
Solo en los primeros diez meses de 2025, este tributo recaudó $875.000 millones, de los cuales $80.000 millones provinieron de Estados Unidos. La decisión implica pérdida de recursos fiscales sin contrapartida equivalente.

¿Qué concede Estados Unidos?

Las concesiones estadounidenses son mínimas:

  • Eliminación de aranceles temporales solo para recursos no disponibles en EE.UU.
  • Exención para algunos productos farmacéuticos no patentados.
  • Un enunciado vago sobre considerar el impacto del acuerdo en “seguridad nacional”.

Nada de esto afecta sectores donde Argentina podría ganar mercado. Los aranceles al acero —justificados bajo normativa antidumping— permanecen intactos.

Síntesis final

El acuerdo presentado como una modernización comercial se parece más a un paquete de obligaciones unilaterales que desregulan sectores estratégicos, debilitan capacidades estatales y profundizan la competencia desigual con una de las economías más poderosas del mundo.

No es un pacto recíproco: funciona como el costo político del rescate financiero brindado por EE.UU. durante la campaña electoral, pese a que Luis Caputo aseguró que “no nos pidieron nada”.

Las implicancias exceden el plano comercial. Lo que está en juego es la posibilidad de sostener un proyecto productivo nacional en un escenario global marcado por disputas tecnológicas, geopolíticas y económicas. El debate recién empieza, pero el camino elegido condiciona el desarrollo argentino a mediano y largo plazo.

Antonio Muñiz