Edición n° 2940 . 09/12/2024

Chispazo entre Martín Guzmán y el secretario de Energía: Crisis en el sistema y cortocircuito político

La nota oficial del secretario del área le advertía al ministro sobre graves consecuencias para el sistema por un recorte de partidas que, finalmente, se resolvió con una asignación adicional.

( Por Raúl Dellatorre / Página 12 / Motor Económico) Pocas horas después de que tomara estado público una nota remitida por el Secretario de Energía al ministro de Economía, por la cual expresaba su «rechazo a los Techos de Caja que nos fueron impuestos» por la Secretaría de Hacienda para el mes corriente, Darío Martínez emitió un comunicado en el que asegura que había logrado acordar «los nuevos techos y la planificación financiera para el mes de marzo, lo cual garantiza el funcionamiento del sistema energético en su conjunto, la provisión de gas por redes y la generación de energía eléctrica».

La difusión de la primera nota oficial (fechada el martes 15) que el secretario Martínez le envió al ministro Guzmán en horas de la tarde del jueves, provocó estragos en la ya delicada piel del gobierno nacional. En su texto, describe el destino que debían tener los fondos recortados y advierte «sobre las consecuencias desastrosas para el país que ello implica». 

«Los 66.015 millones de pesos del techo impuesto (contra un pedido de $309.802 millones de necesidades presupuestarias del área para Marzo) no alcanzan siquiera para cubrir el pago del Gas que importamos desde Bolivia, el barco metanero de GNL que adquirió IEASA para cubrir temporalmente la producción de una planta de tratamiento en parada técnica planificada, ni los 17 barcos de Gas Oil que contrató Cammesa para abastecer las centrales térmicas», señala la nota del 15 de marzo de la Secretaría de Energía. 

Tampoco se podrían «efectuar los pagos a proveedores de gas natural en el marco del Plan Gas.Ar y planes de incentivos anteriores». Agregaba que «si la producción de gas se resintiera por disminución de la inversión necesaria, producto del corte de los flujos financieros, podría comenzar a verificarse falta de aprovisionamiento» para la actividad productiva y el consumo. 

No queremos repetir el tarifazo que complicó la vida de muchos argentinos

Desde la Secretaría de Energía, allegados al titular del área aseguran que la carta no fue puesta en circulación por dicha repartición, sino que resultaron víctimas de «una operación» que tendría como objetivo dañar la relación con el ministro de Economía. «Trabajamos permanentemente con cada área del Ministerio, viendo la forma de afrontar los problemas presupuestarios que genera en violento aumento del precio del gas importado. Estamos en medio de una crisis energética grosera que nos excede largamente», expresan, señalando que los términos de la carta no tuvo otra intención que poner en alerta al resto del gobierno sobre las graves consecuencias que podría tener dejar desfinanciado al sector.

El problema quedó resuelto en lo inmediato, afirman, con la fijación de «nuevos techos de caja» (serían unos 208 mil millones, en vez de los 66.000 inicialmente otorgados), que permitirán garantizar el funcionamiento del sistema con una nueva planificación financiera para este mes.

En el comunicado emitido por la tarde, el secretario Darío Martínez manifiesta que «hay un ida y vuelta permanente administrativo con Hacienda y Economía, en materia de requerimiento de fondos y programaciones y reprogramaciones de los techos mensuales, y es habitual que los techos se eleven o modifiquen en función de las notas de cada repartición, como ocurrió en este caso”.

Informó además que “junto al Ministro de Economía, estamos analizando con detenimiento y preocupación la situación internacional en materia de precios de la energía, así como los mecanismos para que esa situación tenga el menor impacto posible en nuestro país.”

Fuentes del área señalaron que ya en el último trimestre de 2021 se había manifestado la preocupación por el alza de los precios de los combustibles a  nivel internacional y su impacto en el sistema energético local. «El GNL ya había triplicado su precio con relación al inicio del año y el gas oil había aumentado un 50 por ciento», medidos por los precios de importación que debió pagar Argentina. «Con el escenario de la guerra, en los últimos días estos precios volvieron a escalar en más de un 50% adicional» respecto a sus precios en dólares de fin del año pasado. 

Según la estimación de la propia Secretaría de Energía, el mayor costo de importación de estos combustibles «excede largamente la diferencia a favor, de unos 2000 millones de dólares, que resultaría del aumento del valor de exportación de los cereales argentinos».