Edición n° 2782 . 04/07/2024

Buscan integrar a productores ovinos en el agregado de valor

Como en la época de la colonia, Argentina sigue vendiendo lana cruda al extranjero. El procesamiento industrial de lana y fibra generaría fuentes de trabajo, y también de ingrespos

La Cooperativa de Trabajo Lanera Trelew Ltda. es una empresa recuperada por trabajadores que antes formaban parte de Lanera Austral, la primera industria que se radicó en la localidad chubutense, y se dedicó durante 65 años al procesamiento y exportación de esa fibra animal.

A partir de un programa de asociación con los productores ovinos de la región, apuntan a alternativas que les permitan expandirse, según expresó el coordinador técnico de la entidad, Rubén Contreras.

“Trelew se fue transformando en el centro operativo a nivel nacional, donde se concentra 95% de las operaciones comerciales y del procesamiento de lana y fibra. El procesamiento es algo, dentro de las cuestiones que uno que viene observando con miradas más desarrollistas, en lo que nos quedamos a medio camino. Acá se hace el proceso de lavado y de peinado, y se vende en lo que normalmente se conoce como top de lana. Ese top se va a Europa, a China, donde se procesa y se llega al hilado, y del hilado se llega a la confección. Después muchas veces terminamos comprando una ropa sin saber que estamos consumiendo nuestra propia lana”, describió Contreras.

A esto se le suma la exportación de lana sucia, sin proceso industrial, que se vende a granel sin valor agregado localmente. Esta situación implica la pérdida de fuentes de trabajo, como también de ingresos.

Por este motivo, el referente propuso “modificar el paradigma respecto a lo que es un verdadero proceso de integración de cadena de valor, pensando como elemento central la incorporación protagónica de los productores y compartiendo con ellos parte de las utilidades generadas en este proceso”.

Cadena productiva

Contreras fue el coordinador del primer equipo de trabajo que puso en marcha el programa Prolana, en 1994. La iniciativa nacional tenía como meta transformar el proceso de esquila al sistema desmañado, que ya estaba instalado en Australia y Uruguay; establecer un esquema básico de acondicionamiento de lana en el campo; y obtener un precio de referencia porque todavía no existía ninguna.

Desde la renovada historia de la Cooperativa Lanera de Trelew, cuyos trabajadores se organizaron tras la quiebra de Lanera Austral en 2016 y lograron comprar el edificio industrial en 2023, esa apuesta es la que continúa. Para empezar, porque son la única empresa de la zona procesadora que tiene hilandería, con lo cual pueden dar un paso más allá.

“El año pasado logramos, después de un trabajo muy importante, de hacernos de los fondos para poder comprar la planta. En noviembre pudimos escriturar y la planta pasó a ser de titularidad de la Cooperativa. Y, en medio de eso, fuimos avanzando en desarrollos”, explicó.

Así, en los años 2020 y 2021 realizaron los hilados que usó la marca Etiqueta Negra en su colección de invierno. También lograron una muy fluida relación con emprendimientos de todo el país, a los que abastecen de hilados de calidad, fundamentalmente de lana merino fina, pero también lo que es cruza fina, que es la lana que se dispone en provincias de Buenos Aires, en Córdoba, y en Corrientes.

Este proyecto de crecimiento tiene como eje que el valor agregado y el trabajo quede en la región: “Esa es un poco la idea. También incorporando a los productores dentro de ese proceso de agregado de valor. Nosotros tenemos un sistema en el que recibimos la lana del productor con quien nos integramos. Es un concepto también que fue cambiando. O sea, no es que nosotros salimos y compramos, sino que nos integramos, el productor trae su lana, se la valoriza con el precio de pizarra, y la lana entra, se lava, se peina, se hila, y cuando se vende el hilado y se obtienen las utilidades, se comparten las utilidades con el productor. Y eso le permite un valor marginal que va mejorando sus ingresos”.

Si bien es un proceso lento, ya se sumaron muchas entidades de la meseta central que rápidamente notan cambios: “Por ejemplo, un productor de una zona muy lejana, en el patio de la provincia, en la zona de Sierra Rosada, con el diferencial que obtuvo el año pasado sobre esta fecha nos mandó una foto en la cual muestra que con ese diferencial había logrado poder poner internet en su campo. Y esas son las cosas que nosotros creemos que valen la pena por las cuales seguir sobre este camino”.

Fuente: Bichos de campo.