Por la sequía y la importación de soja, el déficit comercial bilateral es el peor desde 2018. Las alternativas que se barajan y las trabas burocráticas y geopolíticas.
( por Florencia Barragan ) El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, le dijo a su par argentino, Alberto Fernández, que se volvería al país “sin ningún dinero”, pero dio su “compromiso por ayudar”. Hay tres alternativas sobre la mesa, aunque deben superar trabas burocráticas y geopolíticas. Tras el fuerte apoyo político, la parte técnica podría culminar la semana que viene cuando viaje una comitiva de altos funcionarios de Brasil a reunirse con el ministro de Economía, Sergio Massa, en el Palacio de Hacienda.
“Nos queda el trabajo técnico”, aseguró Alberto Fernández en la conferencia conjunta que brindó con Lula da Silva, después de casi cuatro horas de reunión en el Palacio de la Alvorada, en Brasilia. Según confirman fuentes del Ministerio de Economía, la semana que viene habrá una reunión entre Massa y su par, Fernando Haddad. Se espera que participen también el vicepresidente de Brasil, Gerardo Alckmin; el viceministro de Economía, Gabriel Galípolo; y el titular del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social
En un encuentro de más de tres horas en el Palacio de la Alvorada, en Brasilia, el presidente Alberto Fernández y su par Luiz Inácio Lula da Silva analizaron las alternativas para brindarle una ayuda financiera a Argentina, en un contexto de escasez de reservas. Los créditos buscarán financiar a las empresas exportadoras de Brasil a un mayor plazo, para intentar aliviar más de u$s1.000 millones mensuales en importaciones desde ese país.
Se trató de una cumbre de alto nivel político y económico, dado que luego de la bilateral entre ambos mandatarios en la residencia presidencial brasileña, estuvieron presentes el ministro de Economía, Sergio Massa, y su par Fernando Haddad. Por la comitiva argentina también participaron el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli; el canciller, Santiago Cafiero; y el jefe de Gabinete, Agustín Rossi.
Por la comitiva de Brasil, estuvieron presentes el viceministro de Economía, Gabriel Galípolo; el canciller, Mauro Vieira; y el asesor especial en asuntos internacionales de Lula, Celso Amorim. En la reunión ampliada se sumaron el vicepresidente, Geraldo Alckmin, quien también es ministro de Industria y Desarrollo, y el titular del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), Aloizio Mercadante.
Si bien se tocaron temas que se encuentran en proceso de resolución, relacionados a ciencia, energía, defensa y seguridad, la urgencia fue conversar sobre las relaciones de intercambio comercial, y mediante qué mecanismos se pueden profundizar y agilizar.
Tras el encuentro, en una conferencia de prensa conjunta, Lula da Silva describió a la reunión como «larga y difícil». Si bien en reiteradas oportunidades mencionó su «compromiso por ayudar a Argentina», admitió que Alberto Fernández se va del país «sin ningún dinero». De todos modos, Lula reveló que está buscando apoyo localmente, entre empresarios y el Congreso, pero también a nivel regional, en el Mercosur, e internacional, en los BRICS, y hasta con el presidente de China Xi Jinping. Buscará adaptar el reglamento del banco de los BRICS para obtener financiamiento.
Durante la misma conferencia, Alberto Fernández anticipó los principales lineamientos en los que podría consistir la ayuda de Brasil: «Serán créditos para que las empresas de Brasil sigan exportando a la Argentina, y hay que definir las garantías necesarias para favorecer eoss créditos». Sin embargo, concluyó: «Nos queda el trabajo técnico». Lo seguirán Massa y Haddad la semana que viene.
Alternativas
Hay dos posibilidades sobre la mesa. Por un lado, a fines de abril Scioli logró la ampliación del uso del sistema de monedas locales (SML), en el cual el Banco Central de Brasil facilitó el comercio bilateral en pesos y en reales, para autorizar a más instituciones financieras, como por ejemplo las casas de cambio, a operar en el SML. Sin embargo, fuentes de las cámaras empresarias consultadas por Ámbito contaron que, si bien el sistema está operativo, tiene poco uso.
Fuentes del Ministerio de Economía aseguraron que se establecerá un sistema de crédito con el sistema SIRA, pero en reales. La expectativa empresaria está por lo que pueda anunciarse en base a financiamiento. Según confirmaron desde Brasil, se buscará dar créditos a más de 200 empresas brasileñas para que puedan exportar a Argentina. Sería un mecanismo compensatorio en reales y pesos, para no utilizar el dólar. Lo que resta definir son los plazos de compensación. En enero, Haddad y Massa le habían dicho a los empresarios que buscaban que sea de 366 días, es decir, más de un año, para así funcionar como “puente” hasta que termine la sequía y esté en funcionamiento el gasoducto Néstor Kirchner. El financiamiento de importaciones será para este año, aclaran cerca de Massa.
Además, agregan que se buscará tener un «sistema de garantías sobre flujos futuros de Argentina de exportaciones incrementales». Desde Brasil, en el equipo económico explican que será un «esquema como el anunciado con China». Sin embargo, la diferencia es que allí se utiliza el swap para importar directamente con el uso de yuanes. El caso de Brasil es distinto por la autonomía del Banco Central, por lo que se buscará que haya otros bancos que financien a las empresas brasileñas, como puede ser el banco de los BRICS, que preside la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
A cargo de terminar de delinear la implementación estarán el equipo económico de Massa y el de Haddad. El ministro de economía de Lula viajará la semana que viene a Argentina, según pudo saber Ámbito. Se espera la convocatoria de exportadores brasileños e importadores argentinos en el encuentro de la FIESP en San Pablo para avanzar.
Déficit comercial
Fuentes de la embajada en Brasil aseguraron que de esta manera el comercio va a ir descomprimiéndose, dado que Argentina no tendrá que disponer de reservas para realizar importaciones de más de u$s1.000 millones por mes. Pese a la “afinidad política” entre Alberto Fernández y Lula da Silva, en el Ministerio de Hacienda de Brasil destacan que la medida beneficia a grandes industrias de Brasil, que en los últimos años perdieron terreno ante China en sus exportaciones por unos u$s6.000 millones no poder financiarlas.
Además, el alivio a Argentina recae en su delicada situación de reservas, en un contexto de sequía histórico. Si bien el intercambio comercial Argentina y Brasil crece, esto se da a raíz de una fuerte suba en las importaciones. En el primer cuatrimestre de 2023, el comercio acumula un saldo negativo para la Argentina por u$s1.775 millones, según fuentes de la Cámara Argentina de Comercio (CAC). Las exportaciones crecieron 7% interanual en el acumulado enero-abril, mientras que las importaciones desde Brasil treparon un 26,2% en el mismo período, por la compra de soja y vehículos. Solo en el último mes de abril, el saldo comercial para Argentina arrojó un déficit de u$s776 millones.