La Cancillería informó el inicio de un reclamo contra Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), tras una serie de medidas antidumping aplicadas por el gobierno norteamericano a los tubos de acero locales.
La Cancillería informó el inicio de un reclamo contra Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), tras una serie de medidas antidumping aplicadas por el gobierno norteamericano a los tubos de acero locales.
De acuerdo al Palacio San Martín, el reclamo ante el organismo internacional que regula las relaciones comerciales entre los países busca «defender los intereses de las exportaciones argentinas”. En este caso, la medida antidumping que se cuestiona perjudica esencialmente al Grupo Techint, líder en producción de dichos tubos.
Antidumping
Las restricciones antidumping dispuestas por Estados Unidos fueron desplegadas desde noviembre de 2022 y se dirigieron al ingreso de tubos de acero a su mercado, a través de la aplicación de un arancel de 78,30 por ciento por cinco años. Ante ello, Argentina decidió recurrir al sistema de solución de diferencias que prevé la OMC. Los tubos de acero son un producto de alto valor agregado utilizados en la industria del gas y el petróleo. En la Argentina, son producidos por Siderca, del grupo Techint.
Las medidas antidumping son aplicadas por los países cuando consideran que existe un caso de competencia desleal, mediante el cual se exportan productos a un precio más bajo que el de venta normal, dañando así a los productores locales.
Según indicó Cancillería, los intentos de encontrar una solución de común acuerdo “no han dado resultado”, por lo que el Gobierno decidió recurrir a la OMC a fines de defender “los intereses de la industria argentina y buscar una nueva instancia de negociación que permita recuperar las exportaciones”.
Se trata de la tercera ocasión en la cual Argentina recurre a la OMC por el mismo motivo. Previo a la aplicación de las medidas antidumping, Argentina exportaba estas manufacturas de acero a través de una cuota, impuesta en 2018 por parte de la administración de Donald Trump, que permitía al país vender en un volumen que no le causaba daño al mercado estadounidense.
Luego, aquel sistema de la cuota fue reemplazado por las actuales medidas antidumping. De acuerdo a las estimaciones oficiales, el actual esquema generaría un perjuicio del orden de los 1000 millones de dólares durante los cinco años de su vigencia, debido a las pérdidas de exportaciones.
Además, el Gobierno cuestionó que «esta medida no ha servido para aliviar el supuesto daño a la industria de Estados Unidos y simplemente ha facilitado el reemplazo de los tubos de origen argentino en ese mercado por el de otros orígenes a un precio aún menor”. Actualmente, el mercado estadounidense sólo se encuentra abierto a las barras de acero nacionales, un producto semielaborado de un valor mucho menor que los tubos.
Cuestionamiento
Previo al cuestionamiento en la OMC, el Departamento de Comercio estadounidense autorizó en febrero último la importación de una cuota anual de 200 mil toneladas de tubos de acero, con un arancel de importación del 35 por ciento, tras gestiones de Cancillería.
Al mismo tiempo, Estados Unidos también investigó las importaciones procedentes de Rusia y México, a las cuales también terminó aplicando una tasa, del 184,21 por ciento y 12,01 por ciento, de acuerdo a cada empresa en el caso de Rusia, y de 44,93 por ciento para México.
Según la presentación argentina, las medidas tomadas por Estados Unidos serían incompatibles con las disposiciones del Acuerdo Antidumping de la OMC de 1994, al igual que el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercios (GATT) en sus modificaciones de ese año.
A favor del caso presentado por el Gobierno nacional, la Comisión de Comercio Internacional (Usitic) “no demostró que las importaciones investigadas causen el supuesto daño a la rama de producción nacional”, según Cancillería.
Tras la presentación de la Argentina, el sistema de solución por diferencias prevé un periodo de 60 días para que ambos países puedan negociar. En caso de que no se alcance una solución satisfactoria, podrán reclamar que la OMC abra un panel para dirimir el contrapunto.