Desde la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires, que nuclea a 250 cámaras empresarias, aseguran que, en las últimas semanas, se ha «profundizado la crisis» en el sector, golpeando principalmente a las PyMEs bonaerenses.
Empresarios bonaerenses alertaron sobre una posible ola de cierres de comercios en la Provincia de Buenos Aires a raíz de la «profundización de la crisis política-económica de Argentina», con una fuerte inflación y la consecuente caída del consumo a raíz de la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos.
Así lo expresó, a través de un comunicado, la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA). Según su presidente, Camilo Alberto Kahale. «Lo venimos anticipando desde el pasado mes de noviembre. Ya en el cierre del año y en plena época de festejos de Navidad y Año Nuevo, la disminución en las ventas fue notable. La inflación impactó de lleno en el bolsillo de la gente y se trasladó a las ventas de los comercios”, agregó el dirigente.
También le atribuyó esto a «una moneda cada día más depreciada», una «escalada inflacionaria», las «modificaciones en las regulaciones de importación que influyeron en las operaciones de compras sobre el cierre de 2023», el «anuncio de un DNU», el 70/2023, «poco claro en cuestiones técnicas» y «operatorias monetarias para las empresas y fábricas».
«Todo esto, y mucho más, contribuyó a imponer inestabilidad, incertidumbre y preocupación entre los empresarios, comerciantes y emprendedores bonaerenses«, resaltó.
Subas de costos y caída de ingresos, los factores que ponen en riesgo a los comercios bonaerenses
En el escrito, pusieron la lupa en los «fuertes aumentos» registrados en distintos rubros, principalmente en aquellos que, durante el mandato de Alberto Fernández, estuvieron congelados o regulados, como las tarifas de servicios públicos, las prepagas, los combustibles y los alquileres, con alzas de las que los comerciantes no son exentos.
“Los alquileres de locales comerciales bonaerenses tuvieron un incremento promedio del 145%. En materia de aumentos en los servicios como la energía eléctrica, el efecto también se sentirá en comercios, industrias, universidades y hasta en los hospitales de la Provincia, a raíz de la quita de subsidios y el traslado de la devaluación. Los comercios más chicos podrían recibir incrementos que oscilan entre el 430% o 500%, según la zona y el grado de consumo”, explicó Kahale, quién catalogó este contexto como «un delirio».
«Es imposible de enfrentar por parte de los pequeños y medianos comerciantes bonaerenses, y de cualquier lugar del país. Es por ello que estamos advirtiendo que a este ritmo se viene una ola de cierre de pymes», advirtió.
Esto se puede ver reflejado, por ejemplo, en la situación de las farmacias, en estado de emergencia y alerta por el cierre del 25% de las farmacias no solo bonaerenses sino de todo el país en los próximos seis meses, tal y como aseguró el Secretario General del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos, Marcelo Peretta.
Por su parte, y según FEBA, la producción en la industria manufacturera pyme experimentó una abrupta caída del 26,9% en diciembre, a precios constantes, y finalizó 2023 con una baja del 2,6%. En la comparación mensual, la actividad industrial sufrió una profunda retracción que llegó al 31,7%.
Al respecto, el también Vicepresidente 1° de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) sostuvo: «La paralización de la producción industrial también se hizo sentir entre los industriales bonaerenses. Las primeras medidas tomadas por el actual Gobierno solo ayudaron a frenar las fábricas y a profundizar la incertidumbre sobre el futuro inmediato de la economía productiva”
Las medidas de Milei «nos están impulsando al abismo», sostuvo Kahale
De cara al corto y mediano plazo, Kehale sostuvo que, «si bien con la caída de la llamada «Ley Ómnibus» se postergarían«, por parte del gobierno de Javier Milei, «algunas reformas que pretenden desregular la actividad de distintos sectores productivos, la actual crisis política de la Argentina sigue abriendo frentes que, si se profundizan, tendrán efectos devastadores para las pymes y para toda la sociedad”.
“No hay dudas de que había que achicar el gasto público, que todos debemos hacer un esfuerzo para que el país salga adelante, pero la velocidad con que se están aplicando las medidas económicas, sin contemplar un plan estratégico de ayuda y acompañamiento a los sectores más vulnerables, es muy difícil de sostener. A esto le sumamos que al momento, no existe un rumbo claro en materia de desarrollo y producción que incluya al sector pyme, solo estamos viendo decisiones políticas-económicas aisladas, que nos está impulsando al abismo”, concluye.