El ex director del Fondo a cargo de la supervisión del caso argentino no sólo eximió de culpa a Macri, sino que responsabiliza a Alberto Fernández del fracaso del programa de 2018.
( Por Raúl Dellatorre / Página 12/ Director de Motor Económico ) El ex director para el Hemisferio Occidental del FMI Alejandro Werner calificó como «un desastre» al gobierno de Alberto Fernández, al tiempo que defendió al gobierno de Mauricio Macri y el acuerdo stand by por 57.000 millones de dólares (llegaron a desembolsarse sólo 44.000) que firmó con el Fondo, bajo supervisión del propio Werner. «Yo creo que el gobierno de Macri cometió errores, pero tenía una idea de lo que quería hacer, trató de hacerlo y tenía un planteamiento que en ese momento el FMI, tanto el staff técnico como el Directorio, consideró que era sensato».
En una entrevista con AM 530 que por momentos alcanzó altos niveles de temperatura, Werner negó el fracaso del programa de estabilización firmado en mayo de 2018 y a la pregunta de si «alguien consideraba, en ese momento, que Argentina iba a tener posibilidades de devolver un préstamo de esa magnitud en cinco años», como se firmó, respondió: «Por lo general, el 75 y le diría el 80 por ciento de los países del mundo no pagan las deudas, las refinancian».
Werner ocupó el cargo clave para las relaciones del FMI con esta parte del mundo entre 2013 y 2021. Desde esa silla, supervisó todas las acciones desarrolladas por el Fondo en relación a la Argentina en ese período. «Todo lo relativo al falseamiento de datos estadísticos de precios y de actividades económicas» en el Indec durante el kirchnerismo, se ocupó de subrayar, hasta «las disputas en las cortes de los Estados Unidos con los holdouts (fondos buitre)». Y más acá, el acuerdo stand by de 2018 y «la primera parte del nuevo acuerdo con el gobierno de Alberto Fernández», firmado pocos meses después de que Werner dejara el cargo.
En un cruce muy vibrante de preguntas y respuestas, a veces subida de tono, entre los entrevistadores (Daniel Tognetti y el autor de esta nota) y Werner, éste negó que el préstamo a Macri hubiese tenido como fin respaldar a su gobierno para alcanzar la reelección, ni que por su monto podía definírselo como «impagable».
«En el Fondo Monetario se trabaja muy seriamente en el análisis de la capacidad de repago de los créditos. Sí, se consideró que en el caso argentino era un crédito riesgoso. Pero era un crédito que reemplazaba otras deudas, por lo tanto posibilitaría una refinanciación».
– ¿Y por qué cree que no se pudo pagar, entonces?, se le preguntó.
«Por muchas cosas, porque el mundo cambió, porque hubo una pandemia y porque Argentina tuvo en los últimos cuatro años un gobierno desastroso». Desde su perspectiva, el ex hombre clave del FMI para el hemisferio deslinda a Macri prácticamente de toda responsabilidad en el derrape de la economía argentina y el inicio de un nuevo proceso inflacionario y de altas tasas que se inició, justamente, con el plan de estabilización del Fondo.
Al volver las preguntas sobre la responsabilidad del gobierno de Macri y del propio FMI en la crítica situación en la que quedó sumergida la economía argentina desde aquel momento (2018), Werner volvió a justificarse señalando que «el programa (del acuerdo stand by) que se hizo con el gobierno de Macri era riesgoso, como dije, porque se comenzó a implementar a menos de dieciocho meses de las elecciones, requería un ajuste muy importante y, probablemente, hubo algunos errores de diseño e implementación. Además, por la gran incertidumbre previa a las PASO (de 2019), el programa tuvo que terminar con controles de capitales y una reestructuración de deuda», dijo refiriéndose al «reperfilamiento» de la deuda en pesos.
Werner no solamente negó la responsabilidad del gobierno de Macri y del mismo acuerdo stand by en la crisis e inestabilidad desatadas en Argentina a partir de ese año. También rechazó todo cuestionamiento a la legalidad del acuerdo y hasta los planteos de irregularidades entre el acuerdo y los propios estatutos del FMI.
«Esos argumentos ya se han estudiado. Se ha trabajado mucho sobre ese acuerdo, lo han revisado los mejores abogados especializados en tratados financieros internacionales y no hay ninguna irregularidad. Es un acuerdo que cumplió los mismos pasos ledgales que otros acuerdos con países de Europa, de América latina o de cualquier lado», respondió.
«Al final del día –agregó en tono desafiante–, si en Argentina están tan confiados en estos argumentos sobre las irregularidades del acuerdo, como parecen estar, ¿por qué no abren una causa en la jurisdicción apropiada sobre la ilegalidad del crédito y sanseacabó?»
«Entonces, ese argumento sobre la legalidad ha quedado superado, es una ilusión, un desvío de la atención de lo que Argentina debería estar haciendo para ver cómo resuelve su situación económica». Que, para Werner, es bajar radicalmente el gasto público y seguir las demás recomendaciones del Fondo.
Es decir, hacer lo que ellos dicen, pero no lo que otros países hacen. El déficit fiscal es la regla en todos los países del G20 y prácticamente todas las economías en desarrollo, y no parece que generen la inflación que, en el caso argentino, se le adjudica c omo verfdad revelada al «excesivo gasto público».