Hang recibió directivas del ministro para negociar precios con aceiteros y molinos. Los mismo hará con lecheros, carnes y grandes empresas del consumo masivo.
Por la mañana, recibió instrucciones del ministro de Economía, Martín Guzmán. Y al mediodía empezó a recibir a empresarios de diferentes rubros para aplicar los pedidos de su superior. El debut del flamante secretario de Comercio Interior, Guillermo Hang, es muestra fiel de cómo funcionará el organismo bajo el ala de Hacienda, nueva cabeza ordenadora de la situación de los precios.
El economista platense, ex Banco Central, tendrá nulo juego propio y actuará como una especie de brazo ejecutor de Guzmán en materia de combate a la inflación. La primera orden que le dió el ministro a su pupilo: que ningún aumento autorizado supere la inflación que viene comunicando el INDEC a través de IPC, que se espera sea de en torno al 5 por ciento en mayo.
En sus primeras horas operativas al frente de Comercio, Hang se reunió con directivos de la industria aceitera y ceos del sector molinero, dos rubros espinosos porque están vinculados no sólo a la dinámica desbocada de precios internos, sino que además son sectores impactados por el conflicto bélico en Ucrania. Luego, según supo este diario, su agenda de los próximos días incluirá a los sectores productorees de lácteos y carnes, más los grandes jugadores de la industria de los alimentos como Unilever, Molinos, Arcor, Danone y los proveedores de bebidas con y sin alcohol. Con esos grandes, primero se reunirá Guzmán.
Con los empresarios del aceite el tema es más urgente, porque el 1 de junio se actualizan los precios del fideicomiso aceitero, a lo que muy probablemente le autoricen desde el Gobierno una suba del 4 por ciento. «Tenemos que seguir haciendo el esfuerzo», les dijo el secretario en el sentido de pedirles colaboración en la compleja pelea que el Gobierno tiene contra la inflación.
Un rato más tarde, Hang se sentó con directivos de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM). Allí la pelea será más dura por dos factores: el primero, el sector se viene negando a mantenerse dentro del fideicomiso de trigo, que se creó para fondear con las retenciones a derivados de la soja un valor de la bolsa y productos derivados del trigo que quede a resguardo de los vaivenes internacionales por la guerra. La idea del Gobierno es que ese sector tenga sólo la mitad del aumento que le correspondería por la fórmula de actualización del precio que se incluye en la Resolución de creación del fideicomiso. Según supo este diario, la suba que correspondería de acuerdo al avance del trigo internacional sería superior al 10 por ciento, perro el Gobierno no está dispuesto, en un contexto de alta inflación, a autorizar más de un 4 por ciento. A priori, y más allá de que los privados presionan por más subas, el Gobierno insiste en que los fideicomisos se mantienen.
Es que Guzmán, al negarse a poner retenciones a las exportaciones como medio para desacoplar precios internacionales de los locales, no tiene muchas más herramientas para intentar evitar la influencia exógena de los commodities agropecuarios. De este modo, los fideicomisos son casi la única posibilidad de intentar controlar los valores internos de la harina y los aceites.
En los próximos días habrá reuniones con los grandes jugadores que producen alimentos y están dentro de la Coordinadora de Productos de Alimentos (Copal), con los cuales se charlará sobre Precios Cuidados. El 7 de junio vence la revisión trimestral y el Gobierno debe actualizar los valores. A priori, según fuentes cercanas a Guzmán, se buscará autorizar una sub un poco mayor para achicar la brecha entre los Cuidados y los «Descuidados», que es hoy de hasta un 40 por ciento. Esa diferencia no sólo está distorsionando los valores, sino que pone en riesgo el abastecimiento porque las empresas boicotean la entrega a Cuidados presionando por mayores precios y colocan esa mercadería por fuera de los grandes super, para vender más caro.
En este contexto, Hang debuta en la previa de los datos del IPC de mayo, que se conocerán el 14 de este mes y el Gobierno estpera estén en torno al 5 por ciento. El nuevo secretario reemplazó a Roberto Feletti que, semanas atrás, se fue por diferencias políticas y por la negativa del Gobierno a instauran retenciones a las exportaciones. De todos modos, aunque a priori se pensó en sustituirlos por cuadros propios, los subsecretarios de la era Feletti se quedarían en sus cargos, conservando buena parte de la estructura de los equipos técnicos.