La novedad, que cuenta con el apoyo de México, se conoce luego de que varios presidentes de la región anunciaran que no concurrirían a la cita organizada por loes Estados Unidos tras su negativa a invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua.
La Argentina impulsa por estas horas la realización de una cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en su calidad de presidente pro tempore del bloque regional, que se llevaría adelante de manera paralela a la IX Cumbre de las Américas, organizada del 6 al 10 de junio en la ciudad estadounidense de Los Ángeles.
Según confirmaron fuentes oficiales a Télam, desde la presidencia pro témpore de la Celac que ostenta la Argentina y con el apoyo del presidente mexicano Manuel López Obrador se está «empujando» la realización de un encuentro que permitiría la participación de países que no serán invitados a la Cumbre de las Américas como Cuba, Venezuela y Nicaragua, que Estados Unidos como organizador viene excluyendo.
«El evento se desarrollará en paralelo, sin contraponerse a los horarios de la Cumbre de las Américas y el espíritu es mantenerse unidos como bloque a pesar de las divergencias», señalaron las fuentes oficiales.
La novedad se da luego de que varios presidentes de la región anunciaran que no concurrirían a la cita organizada por Washington, luego de que la Casa Blanca anunciara su negativa a invitar a Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Alberto Fernández evalúa si participará o no del encuentro continental
El jueves, la Argentina volvió a expresar su rechazo a la decisión de los EEUU de excluir a esos países e insistió en reclamar que el cónclave se realice «sin exclusiones», mientras el presidente Alberto Fernández evalúa si participará o no del encuentro continental.
Con la organización de una cumbre propia de la Celac, se confirmaría la presencia de Fernández en Los Ángeles.
Durante la tarde del jueves, Fernández recibió en la Casa Rosada a Christopher Dodd, asesor especial del Gobierno de Estados Unidos para la IX Cumbre de las Américas, y en quien Joe Biden confió la tarea de asegurar la participación de los mandatarios de los tres países más grandes de la región (Argentina, Brasil y México) a la cumbre de Los Ángeles.
«La Argentina va trabajar para el éxito de la Cumbre, con todos incluidos», dejó en claro Fernández al enviado estadounidense, a quien no le confirmó su presencia en la cumbre, confiaron desde la Casa Rosada.
El encuentro de Fernández con Dodd se produjo casi en paralelo a la conferencia de prensa conjunta que, en la capital azteca, ofrecieron este viernes los cancilleres Santiago Cafiero y su par de México, Marcelo Ebrard, donde exhibieron la posición compartida entre ambas naciones y volvieron reclamaron a EEUU, anfitrión de la cumbre, que se invite a todos los países, aunque no dieron definiciones concretas sobre la asistencia o no de Fernández y del mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en el conclave continental.
En la reunión en Casa de Gobierno que se desarrolló en tono amable, Fernández habló en su condición de presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y le manifestó a Dodd algunos señalamientos a la política exterior de EEUU hacia la región.
Estados Unidos ha tenido «una política difícil» con Donald Trump «y no cambió demasiado con la nueva gestión respecto a Latinoamérica», le dijo el mandatario argentino a Dodd y afirmó sentir «vergüenza» que «haya un bloqueo de 6 décadas a Cuba y de 5 años a Venezuela y que no haya cambiado durante la pandemia», algo que había dicho esta mañana al participar en el Palacio San Martín de la III Reunión Regional de Ministras y Ministros de Educación de América Latina y Caribeños (Celac).
Más temprano, en la conferencia de prensa conjunta que ofrecieron en el Distrito Federal, Cafiero y Ebrard volvieron a marcar el rechazo de ambos países a la determinación de Washington de dejar a los gobiernos de Caracas, La Habana y Managua fuera del foro continental y contrapusieron la actitud asumida por los EEEUU para esta cumbre con la realidad que muestra la Celac, un mecanismo que da un «testimonio muy valioso» al mundo en el que, «sin exclusiones, todos los países participan, son respetados y todas las voces son escuchadas» a pesar de su «diversidad», según indicó el canciller Cafiero.