Edición n° 2953 . 22/12/2024

El gobierno de Bolivia confronta a los agroindustriales que suben precios con la excusa de la crisis en Ucrania

Con el 0,41%, Bolivia es el país con inflación más baja en América Latina. Pero esta previsible calma de la economía local podría ser afectada por el aumento global de precios de alimentos, que tiene lugar en la mayoría de los países del mundo a causa del conflicto entre Rusia y Ucrania. Para Luis Arce, esta alza de costos es injustificada dentro del Estado Plurinacional. Por ello su Gobierno desplegó una serie de medidas para evitar que las familias deban pagar más por lo que llevan a sus mesas.El viceministro de Defensa del Consumidor de Bolivia, Jorge Silva, dijo a Sputnik que el aumento de precios en el país se da por una acción de grupos opositores al Gobierno, los cuales pretenden desestabilizar el rumbo económico marcado por el presidente Arce.

En Bolivia acorralan a agroindustriales que suben precios con la excusa de  la crisis en Ucrania - 13.05.2022, Sputnik Mundo

A principios de año, el kilo de la carne de pollo costaba 11 pesos bolivianos (Bs), alrededor de 1,6 dólares. Actualmente se la encuentra por Bs 14,5 (2,1 dólares). Del mismo modo, el kilo de costilla de cerdo pasó de Bs 26 a Bs 28 —de 3,79 a 4,08 dólares— .Similares aumentos llegaron a alimentos básicos, como aceite, arroz, azúcar y todo tipo de vegetales. Mediante controles exhaustivos en toda la cadena de comercialización, el Gobierno de Arce espera conservar hasta 2023 la inflación por debajo de un dígito, como lo hizo durante 2021, que concluyó con un crecimiento del 0,9%.

El maíz de la discordia

Según los agroindustriales de Santa Cruz de la Sierra (este), el aumento en los precios se debe a que escasea y además está caro el maíz con el cual se alimentan los animales. Este sería el detonante de una larga serie de aumentos de productos, cuyo destino final está en cada hogar del país.Silva explicó que las acciones de varios ministerios están dirigidas «principalmente a identificar a aquellas personas inescrupulosas, que estarían cometiendo el delito de agio y especulación«.

El viceministro indicó que trabajan en coordinación con el Ministerio de Producción, el Ministerio de Desarrollo Rural, «también tenemos el auxilio de la Policía Bolivana, con quienes vamos a iniciar la acciones directa en caso de encontrar algún indicio de la comisión de estos delitos de agio y especulación».América LatinaEl aumento global de precios afecta también a comunidades de la Amazonía boliviana28 de abril, 01:02 GMTEl Gobierno incluso habilitó un número telefónico (el 800 10 0202) para que la ciudadanía informe si ve movimientos extraños en los silos de los agroindustriales, o si alguna casera —como se llama a las tradicionales vendedoras de los barrios— subió los precios sin justificación.

Silva comentó que el Ministerio de Justicia iniciará los procesos legales correspondientes ante el Ministerio Público: «En síntesis, estamos realizando esta tarea con el fin de proteger al consumidor. Dentro de esta cadena, el último eslabón es el que normalmente debe asumir el costo de estos incrementos. Lógicamente, afectan al bolsillo y a la economía del pueblo boliviano».

Agroindustriales, a río revuelto

Los agroindustriales reunidos en la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (ANAPO) exigen al Gobierno que legalice el cultivo de dos tipos de maíz transgénico, cuya elevada producción teóricamente terminaría con el desabastecimiento de este alimento.Pero según el Gobierno nacional, no existe el tal desabastecimiento. Además, la legislación vigente no permite el uso de ese tipo de semillas transgénicas.Sobre la disponibilidad de maíz, el ministro de Desarrollo Rural, Remmy Gonzales, dijo que «para 2022 la oferta total producida en el país es de 1.029.179 toneladas y el consumo interno es 925.203 toneladas, lo que significa que tenemos un superávit [de 34.000 toneladas] que puede cubrir cualquier situación adversa».En sintonía con los demás ministerios, aseguró que «si sube el precio de algún otro producto, no es por maíz, sino por especulación«.

Silva, por su parte, contó que los agroindustriales le echan la culpa por los aumentos al conflicto entre Rusia y Ucrania.»Sucede que hay gente inescrupulosa que recurre a este tipo de discursos para tratar de justificar estos hechos delictivos. Usted va al mercado, pregunta a la casera por qué ha subido el tomate o la cebolla, y dice que es por la guerra», dijo el viceministro.

«Lo propio ocurre con los especuladores del maíz, que nos quieren hacer creer que la guerra entre Ucrania y Rusia estuviera provocando este incremento, cuando eso es totalmente absurdo y falso», sostuvo Silva.En este sentido, aseguró que «el Gobierno, a través de EMAPA (Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos) ha garantizado el abastecimiento de maíz, y con un precio subvencionado».

Silva dijo que esta empresa estatal tiene almacenadas 20.000 toneladas de maíz, que adquirió el quintal (45,360 kilos) a Bs 100 (14,57 dólares] para venderlo ahora a Bs 65 (9,47 dólares]. «Entonces, el argumento de los efectos de la guerra de Ucrania y Rusia no tiene ningún asidero técnico ni legal para justificar un incremento que, simplemente, responde a un fin político, a un fin económico, promovido por parte de un pequeño sector empresarial».

Cuando dialogó con Sputnik, el viceministro Silva se encontraba en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, la más grande del país, justamente para controlar los precios. «No vamos permitir que oculten maíz, pollo o cerdo con el único fin de asfixiar a nuestro Gobierno y presionar para que se autorice la importación de maíz transgénico. Esa es la intención y la pretensión que tienen los empresarios de alimentos aquí en Santa Cruz», sostuvo.