Edición n° 2953 . 22/12/2024

En 2023 habrá más de 600 parques industriales en todo el país

Esto será posible por el financiamiento de 40 nuevos emprendimientos en el curso de este año, sobre los cuales, el economista Rodolfo Games señaló que «proveen al desarrollo local, agregan valor, empleo genuino y fomentan el arraigo de los jóvenes».

La cantidad de parques industriales, precintos industriales y sectores industriales planificados se quintuplicó en la última década y si se cumplen las previsiones oficiales y del sector privado, para finales de 2022 habrá más de seiscientos establecimientos en todo el territorio nacional, con la generación de una actividad económica que podría superar el equivalente del 30% del total del producto bruto industrial.

Argentina podría tener 3.000 parques industriales - Webpicking

La dinámica de los parques industriales cobró recientemente un nuevo impulso con el anuncio formulado en la localidad santafesina de Las Parejas por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, acerca del financiamiento de 40 nuevos emprendimientos en el curso de este año.

Si se tiene en cuenta que, según relevamientos privados, en la actualidad hay 580 parques, precintos y sectores industriales planificados, la concreción de esos nuevos emprendimientos llevaría a superar los 600 emplazamientos.

«La importancia del parque industrial, sobre todo en el interior, es lo que contribuye a mejorar la competitividad de las empresas alojadas», señaló a Télam Rodolfo Games, presidente de la Asociación de Parques Industriales Argentinos (APIA) y de la Red Internacional de Agrupamientos Industriales (RIA), quien agregó que esos emplazamientos «tienen otras dos incidencias no menos importantes».

Games, ex director nacional de Parques Industriales entre 2008 y 2015, resaltó que «proveen al desarrollo local, agregan valor, empleo genuino y fomentan el arraigo de los jóvenes, pero también contribuyen a la buena convivencia en la zona donde están localizados, colaborando con la disminución de accidentes de tránsito, ruidos molestos y humo. Hay cuestiones sanitarias que, ahora con la pandemia, son más fáciles de controlar en un ámbito cerrado como un parque industrial», aseguró.

Por su parte Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA) y del Parque Industrial de Plátanos, en el partido bonaerense de Berazategui, valoró la importancia de la constitución de verdaderas «comunidades empresarias» en las que no sólo existe la ayuda mutua sino una reducción de costos en seguridad, compras de insumos y materiales de trabajo, así como gestiones conjuntas, como misiones comerciales a otros países.

El crecimiento tanto del número de parques como de las empresas radicadas permitió a la Red Parques (organizadora de la Exposición de Parques Industriales de Buenos Aires, Epiba) a proyectar que para fines de 2022 «el 30% de las industrias del país» esté ubicada en esos establecimientos.

Games fue más allá y estimó que la participación de las empresas radicadas en parques industriales en el PBI industrial «debe andar por el 35%».

UNA HISTORIA QUE YA LLEVA MÁS DE SEIS DÉCADAS

La historia de los parques industriales en la Argentina no estuvo ajena a los vaivenes de las políticas económicas aplicadas desde mediados del siglo pasado, cuando comenzaron a esbozarse los primeros proyectos.

El presidente de la APIA (Asociación de Parques Industriales Argentinos), Rodolfo Games, se remonta a la década de los 60 para identificar al de San Antonio Oeste, en Río Negro, como uno de los primeros en erigirse en el país, en el marco de una tendencia universal que tomó impulso luego de la Segunda Guerra Mundial, si bien el primer caso registrado data de 1894, cuando el avance de la industria en Manchester desembocó en la construcción del Trafford Park.

El primer impulso destacado se concreta en las décadas de 1970 y 1980, pero en los ’90 «con la desindustrialización, la mayoría de estos espacios quedaron inactivos» según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que agregó que «en la mitad de esa década existían 154 predios, los cuales se encontraban casi todos en San Luis, La Rioja, Tierra del Fuego, Chubut y Entre Ríos, pero con bajos niveles de ocupación».

En el 2002 quedaban parcialmente activos 80 parques pero a partir del año siguiente «se inició un nuevo ciclo, creándose un promedio de 21 parques y áreas industriales por año», añadió la entidad.

Games recordó su paso por la función pública como director nacional de Parques Industriales del Ministerio de Industria y que al dejar el cargo, en 2015, «había casi 400».

Asimismo, tuvo una visión crítica de la llegada del macrismo al poder en cuanto a las políticas de apoyo al sector: «se hizo muy poco, se desactivaron los programas, los ANR (Aportes No Reembolsables), sobre todo en la provincia de Buenos Aires», donde «sólo se registró un parque industrial, el de Morón, donde estaba la fábrica de motores Deutz».

Desde 2020, aseguró, «se restablecieron los ANR, se hicieron capacitaciones y se impulsó el ONPI (Observatorio Nacional de Parques Industriales)».

Los ANR consisten en una asistencia financiera del Estado nacional de hasta 0 millones por parque para la realización de obras intramuros, con el compromiso de una contrapartida del 10% que no es exigible si en el proyecto presentado se incluye la ejecución de políticas con perspectiva de género para los entornos productivos del parque.

Este año se prevé destinar un total de .300 millones en ANR para diferentes proyectos, además de la continuidad de la línea de créditos bonificadas para empresas instaladas o a instalarse. En 2020 y 2021 se financiaron 67 proyectos en 21 provincias con ANR por .656 millones, y se otorgaron créditos a tasa bonificada por un total de .480 millones a 36 proyectos.
El relevamiento de los parques industriales en todo el país es una tarea más difícil de lo que puede creerse, debido a la falta de información coordinada y, además, a la confusión acerca de qué se considera exactamente un parque industrial.

Al respecto, Rosato especifica que un parque industrial es «un ámbito cerrado, con un perímetro cercado y forestado y en el que solamente puede haber una entrada y una salida», diferenciándolo de otros emplazamientos abiertos o semi-abiertos como los Precintos industriales o los Sectores Industriales Planificados, especie de «barrios industriales» a los que se puede acceder desde diferentes puntos.

Por otra parte, la falta de información actualizada lleva a la coexistencia de estadísticas diferentes con establecimientos en actividad y otros en proyecto.

Games indicó a Télam que en la base de datos de APIA «nos da alrededor de 500», aunque sostuvo que los 580 identificados por el sitio web parquesindustriales.com.ar «no son un número descabellado».

Por su parte, Alberto Criado, administrador de ese sitio, aclaró que en la nómina se incluyen parques industriales, precintos industriales, centros logísticos y sectores industriales planificados.

De ese total, un 40% de los establecimientos se encuentra en la provincia de Buenos Aires, seguida a considerable distancia por Córdoba y Santa Fe, con 62 y 60 unidades, respectivamente.

Telam SE

Games indicó que si bien «la mayoría de los parques son multisectoriales», es decir que incluyen a diferentes sectores industriales, «también los hay focalizados, como los dos en Vaca Muerta, que apuntan al sector de hidrocarburos, mineros en San Juan o madereros en Misiones».

Entre las novedades, se encuentra la reciente inauguración del Parque Tecnológico Bariloche –de cuyo desarrollo participó Games en su rol de consultor- con 41 empresas radicadas, entre ellas Invap.

«Últimamente se están armando muchos parques logísticos, sobre todo de inversión privada, y la perspectiva es que se van a potenciar ante el desarrollo del e-commerce, que requiere de mucho más espacio para el almacenamiento en galpones», agregó.

En ese sentido, Games precisó que aunque la inversión pública sigue siendo la principal en esta clase de emprendimientos, la privada va ganando terreno: «hasta hace unos años el 90% correspondía a la inversión pública y el 10% de inversión privada, ahora estaremos en un 70% y 30%, respectivamente», detalló.

«UN SHOPPING DE PYMES INDUSTRIALES»



La textil Sniafa fue una de las principales productoras de hilados sintéticos de la Argentina desde su inauguración en 1948 y llegó a dar trabajo a más de 2.000 personas, hasta que en mayo de 1983 cerró sus puertas.

Desde entonces, el inmenso predio en el sur del conurbano bonaerense quedó abandonado hasta que veintiún años después, el 31 de marzo de 2004, el Municipio y la Unión Industrial de Berazategui consiguieron de manera conjunta habilitar el Parque Industrial Plátanos, con el reciclado de las viejas instalaciones y la construcción de nuevas edificaciones.

Para las autoridades del Parque, su historia «debería inscribirse como ejemplo de la fe y el esfuerzo de hombres y mujeres, tanto del ámbito privado como del público».

Uno de los protagonistas de esta reconversión es Daniel Rosato, presidente del parque y a su vez titular de Industriales Pymes Argentinos (IPA) y vicepresidente de la Unión Industrial de Berazategui.

En diálogo con Télam, Rosato contó su experiencia como industrial –dirige una papelera y una metalúrgica- en el paso de sus anteriores ubicaciones en el casco urbano de Bernal y Quilmes al parque industrial que preside, y que en la actualidad cuenta con 53 empresas instaladas.

«El parque fue uno de los primeros de este siglo y el segundo o tercero creado por un decreto específico», recordó, al tiempo que admitió no tener temor en exagerar al decir que en comparación con sus tiempos en la zona urbana «es un paraíso».

Al respecto, resaltó las ventajas de contar con las dos fábricas dentro de un perímetro cerrado desde el punto de vista de la seguridad: «podemos trabajar con los portones abiertos, sin necesidad de estar cerrándolos permanentemente, como ocurre con muchas empresas ubicadas en medio de una ciudad», comentó.

Asimismo, al tratarse de comunidades que se desempeñan de una manera similar a un consorcio, se dan situaciones de ayuda mutua que difícilmente podrían llevarse a cabo en otras situaciones.

«En muchos casos, las empresas convenimos compras conjuntas de ropa de trabajo o de insumos industriales. Si a una alimenticia, por ejemplo, se le rompe un caño, cuenta con una metalúrgica al lado que lo puede reparar», relató Rosato, para quien el parque «es un shopping de pymes industriales».

La proyección del Parque Industrial Plátanos es la de superar las 2.500 personas empleadas en las empresas radicadas.