Por Gabriel FernándEZ
Los escenarios posibles. Unidades, fisuras y fracturas. La incidencia del proceso económico. Alberto y Cristina. Una gira trascendente. Argentina y China. Argentina y Rusia. América latina. El nuevo problema y la gran solución. Máximo, Kicillof y La Cámpora. Lie Zi.
ESCENARIOS EN CONSTRUCCIÓN. Los resultados de las acciones recientes se percibirán en el segundo tramo del año en curso y en el primer período del venidero. Si la economía sigue creciendo y si mejora parcialmente la distribución interna, Alberto Fernández y Sergio Massa quedarán bien plantados ante la opinión, mientras Cristina Fernández de Kirchner recibirá una parte menor pero adecuada y políticamente útil de las celebraciones. Como parte de un piso alto, la vicepresidenta tendrá mucho por influir en las elecciones. En esa hipótesis, la del desarrollo y la dinamización del mercado interno, la unidad del Frente de Todos será posible. Será deseable, además, para sus protagonistas, aunque se encuentren enfurruñados entre sí.
Si se concretan los augurios de ajuste, con caída en la dimensión del crecimiento, y si se amplía aunque más no fuera un poco el nivel de pobreza, la renuncia de Máximo Kirchner a la titularidad del bloque de diputados del FDT será bandera de lucha, emblema de coherencia y permitirá aglutinar –y entusiasmar- al kirchnerismo en su conjunto así como arrastrar franjas internas del peronismo que corcovean ante la política económica oficial, pre acuerdo con el Fondo Monetario Internacional incluido. En esa posibilidad se abren dos senderos: la continuidad del FDT pero con Alberto y Massa como socios menores que pese a todo visualicen la coalición como el único modo de pervivir o la ruptura plena, tras la cual cada uno se abocará a construir su rancho.
De plasmarse la última opción, el FDT kirchnerista retomará aspectos básicos del Frente para la Victoria, donde la hegemonía estaba más clara, y presentará un programa que enfatizará la producción, los derechos sociales y la presencia estatal. Hay un dato nada desdeñable, que se ha corroborado en las horas recientes: el liderazgo de CFK parece firme sea cual fuere el rumbo adoptado. La ex presidenta logra que sus fuerzas la acompañen aunque recomponga vínculos con el Frente Renovador, designe a Alberto, pacte con Massa, critique al presidente, configure una fuerza alterna al Partido Justicialista o se zambulla en el Consejo del mismo. Guste o no, así son los liderazgos profundos. Por tanto, en cualquiera de las variables expuestas, su voz tendrá lugar.
(Este último párrafo emerge en colisión relativa con el que leerán más adelante, al adentrarnos en el diálogo con nuestras Fuentes Seguras. Pero el contraste es relativo: mientras los informantes hablan de desavenencias internas actuales, este periodista estima que el kirchnerismo se reagrupará y seguirá los lineamientos marcados por su cúspide).
Como se verá, todo depende del proceso económico. De allí se desprende una observación que, no por ostensible, deja de ser necesario marcar. Todos los protagonistas del FDT anhelan el crecimiento nacional. A diferencia de las huestes de Juntos por el Cambio, cuyo Norte es el Norte –desindustrialización, endeudamiento, especulación- los miembros de la alianza gobernante saben que para sobrevivir en el mundo político popular precisan indicadores en alza. Sucede que unos pretenden impulsarlos desde cierta filosofía –siempre asentada en intereses, claro- y otros desde una diferenciada. La resolución de esa pulseada no es sencilla porque el nivel de concentración registrado en la economía argentina implica que una parte de la llave de los datos duros está en manos de corporaciones capacitadas para desequilibrar las mejores aspiraciones. Otra parte de ese acceso está en poder del Estado.
EMPRESAS Y TRABAJADORES. La derrota electoral del año pasado impactó fuerte en la coalición oficial y pese a que la misma se extendió hacia la provincia de Buenos Aires, fomentó el desmarque del kirchnerismo. Con pragmatismo, la vertiente que orienta la líder del espacio, provocó pataleos, cartas, renuncias, y pateó el tablero generando una fisura que no llegó a fractura debido a los intereses confluyentes indicados. La crueldad de la historia dirá, en los meses venideros, si ese corrimiento permitirá interpretar la dimisión de Máximo como una rentable inversión política a futuro o como un gesto particular que quedará en el olvido. Esa misma aspereza del derrotero evidenciará si Alberto transita el tiempo pre electoral como un maratonista que llega con resto y saludando a la afición, o sentado a la vera del camino mientras ve pasar a sus contrincantes.
Las grandes empresas seguirán golpeando sobre todos, pues por qué admitir cualquier gobierno peronista si poseen capacidad de presión para desbaratar el panorama. Sin embargo, no se privarán de optar y visualizar matices con el objetivo de gestar algún desequilibrio interno. Aunque esa obsesión persista, cabe señalar que en el seno de las agrupaciones que las nuclean han surgido contrastes: son varios los que, sottovoce, apuntan que el aplastamiento integral que propone el macrismo –duro y blando-, también incide en sus cuentas. En tanto, las importantes asociaciones de firmas medianas y cooperativas, que ya son un actor real en el horizonte nacional, se posicionarán en favor del FDT sea cual fuere su ordenamiento interior, y con gran enjundia –en el último tramo- hacia quien se muestre proclive al productivismo y la desmonopolización.
El movimiento obrero, cauto y maduro, seguirá alineado en favor de la coalición. Como se verá, ningún sector levantó la perdiz en el debate sobre el pre acuerdo con el FMI; recién cuando se despliegue la discusión en el Congreso habrá algunas voces en distinta dirección. Andando el tiempo, si la unidad no marcha, puede haber diferencias intensas. Mientras la conducción de una CGT hasta hoy unificada intentará coordinar posturas con la Unión Industrial Argentina, en su misma interioridad emergerán voces ligadas al mercado interno, con fuerte anclaje en las delegaciones regionales y la CTA. En todos los casos, canalizarán la visión de regiones trascendentes de la base electoral nacional popular: una ruptura entre desarrollismo y peronismo puede ser clarificadora de los diseños futuros, pero al mismo tiempo debilitadora de un potencial realmente existente que opera como defensa de recursos y derechos ampliados.
UN NUEVO PROBLEMA Y UNA GRAN SOLUCIÓN. Alberto Fernández padece y disfruta, por estos días, un problema (grave) y una solución (estratégica). La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, señaló el jueves pasado que la versión final del pre acuerdo deberá incluir modificaciones en la recaudación impositiva, en el gasto público y en la política antiinflacionaria. La cuestión aquí es que los programas fondomonetaristas destinados a frenar la inflación sólo derivan en un enfriamiento de la economía; exactamente lo opuesto a aquello que el país necesita para alzar la cabeza. Sería muy extraño que los cambios anunciados por la equilibrista cuenten con una base conceptual distinta. En simultáneo, el presidente puede mostrar una gira trascendente por Rusia y China. Aquí lo esencial es saber que el cumplimiento de las iniciativas postuladas por nuestro país logrará que la cuestión energética –uno de los ejes de todo proyecto productivo- estará resuelto por mucho tiempo.
El viaje de Alberto a la patria de Vladimir Putin –en electrizante pugna de nervios sobre la frontera ucraniana- y a la de Xi Jingpin –con Juegos de Invierno boicoteados por la OTAN– implicaba de por sí un impulso tercerista y audaz relevante. Pero sus declaraciones públicas lo llevaron un tranco más allá: entre la necesidad de sacudirse la dependencia del FMI y los Estados Unidos y la propuesta de abrir la puerta para la presencia rusa en América latina –lo indicó el presidente pro tempore de la Celac-, el perfil de la gira albiceleste resultó inequívoco (Tal vez podría haber enorgullecido a ciertos nacionalistas declamativos, pero si no hay voluntad no hay voluntad Mangiacaprini).
En ese sentido, resulta tan forzada como curiosa la priorización informativa en regiones opositoras internas de la reunión entre Juan Manzur, jefe de Gabinete, y Mark Stanley, embajador norteamericano. El frenesí antialbertista reveló extrañas coincidencias con las coberturas de los medios concentrados, quienes hasta recurrieron a ex funcionarios liberales para cuestionar las “contradicciones” oficiales. Aquellos que conocen algunos aspectos de la política internacional comprenden que no hay tal desfasaje. Por un lado la Argentina no tiene razones para evitar un vínculo como el que cualquier gobierno del planeta despliega (de hecho, en medio de la crisis en el borde de Europa y Asia se reunieron los representantes ruso y estadounidense). Por otro, la filosofía trazada por Juan Domingo Perón tenía como premisa la unidad del Sur continental sin contrastar con el resto de las naciones. Nuestro país no despliega acciones ofensivas e intervencionistas sobre otros territorios.
EN CHINA. La gira resultó fructífera. Los acuerdos de inversión y cooperación económica configuran para nuestro país el financiamiento de proyectos por una cifra de más de 23 mil millones de dólares. La Argentina suscribió su incorporación a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda, lo cual implicará la participación de empresas nacionales y acrecentará la oferta exportable a todo el continente asiático. Las áreas involucradas son Desarrollo verde, economía digital, área espacial, tecnología e innovación, educación y cooperación universitaria, agricultura, ciencias de la tierra, medios públicos de comunicación y energía nuclear. Esta agenda fue adelantada oportunamente en nuestras Fuentes Seguras.
Según el director de Motor Económico, Raúl Dellatorre, “El financiamiento chino al que accederá Argentina se efectivizará en dos tramos. Uno, ya aprobado, por 14 mil millones de dólares bajo el mecanismo del DECCE, Diálogo Estratégico para la Cooperación y Coordinación Económica. Un segundo paquete, por 9.700 millones de dólares, se constituye a través de proyecto o propuestas que la Argentina presentará en el Grupo Ad Hoc creado entre ambos países en el marco de la adhesión a la Franja y la Ruta de la Seda”. El especialista indicó que la decisión es de carácter estratégico, pues obtiene “financiamiento para inversiones y obras por más de 23.700 millones de dólares, generando un nuevo hito en la relación bilateral que en los últimos 15 años se amplió y fortaleció notablemente”.
La información debe sintetizarse así:
La firma de Memorandum of Understanding de la Iniciativa de Franja y la Ruta, y la visita presidencial implican:
- Financiamiento para obras de infraestructura
- Incremento de la participación de proveedores argentinas en esas obras
- Incrementar la Inversión Extranjera Directa (IED) en sectores estratégicos argentinos (energía, electromovilidad, entre otros)
- Incrementar la oferta exportable argentina a China y Asia, tendiendo a la reducción del déficit comercial con China
- Compromiso de China para avanzar en las negociaciones sanitarias y fitosanitarias y en las habilitaciones para establecimientos frigoríficos y pesqueros. Financiamiento para obras de infraestructura.
Cabe recordar que pocos días antes del arribo de la delegación, la energética estatal Nucleoeléctrica Argentina y la Corporación Nuclear Nacional de China (CNNC) firmaron el contrato para la construcción de la cuarta central nuclear de nuestro país, Atucha III, un reactor de 1.200 megavatios eléctricos (Mwe) que se instalará en el Complejo Nuclear Atucha de la localidad bonaerense de Lima. El proyecto forma parte del Plan de Acción de Nucleoeléctrica Argentina, aprobado por el Poder Ejecutivo Nacional el 23 de junio del año pasado, y supone una inversión superior a los US$ 8.000 millones. El contrato EPC (ingeniería, compras y construcción, por sus siglas en inglés) prevé la provisión de la ingeniería, construcción, adquisición, puesta en marcha y entrega de una central del tipo HPR-1000, que utilizará uranio enriquecido como combustible y agua liviana como refrigerante y moderador.
Sin olvidar las dificultades antes planteadas, es posible señalar que la Argentina ha dado un paso firme hacia un futuro previsible. En simultáneo, abrió un poco más la puerta para la relación sub continental con Eurasia, ya que Alberto Fernández estrenó la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).La región siguió con atención y esperanza una gira que la involucra. Es viable inferir que el año venidero numerosas naciones impulsadas por nuestro país, Brasil y México, se adentren en un contacto Multipolar que modificará radicalmente el equilibrio de fuerzas internacional.
MÁXIMO, KICILLOF Y LA CÁMPORA. -¿Hay previsiones sobre el tramo inmediato?“La inflación de enero rondará un Indice de Precios al Consumidor de 3,8 por ciento. Será similar en febrero. Se supone que en marzo, afloja”.–Qué pasa. “A pesar del trabajo de Comercio Interior, crecen los precios de los productos frescos. También traccionan frutas y verduras. Todavía se están armando herramientas regulatorias para que después del arranque del año, la situación mejore”. –Además de los controles ¿Qué acciones se concretarán?“Bueno, hay que bajar la emisión”.–¡Uy! Otros datos.“El empleo en la construcción ya alcanzó los niveles pre pandemia. La producción automotriz aumentó un 52 por ciento en enero. La producción en general sigue creciendo. Hay más actividad y continúan las paritarias”. –El aumento de los combustibles y las tarifas será un nuevo aporte.“Las naftas estaban congeladas desde el año pasado, y los servicios públicos tendrán un perfil muy específico de aumentos, no afectarán a las zonas populares”.
-El presidente admitió que uno de los problemas es la concentración en la producción.“Claro, ese es uno de los asuntos a revertir. Empezando por la comercialización de alimentos. Ya Alberto anunció que las empresas más importantes van a tener que hacer su aporte y acotar su ganancia”.–No lo van a hacer. Será necesario obligarlas.“Se están haciendo estudios para proceder justo. Los precios de las materias primas se modifican rápidamente y es preciso equilibrarlos. Después, los primeros pasos del valor agregado. Ahí hay que volver a hablar con los formadores de precios para un freno. Se va a desconcentrar la venta de alimentos en asociación con organizaciones sociales y cooperativas”. –No alcanza. “Habrá nuevos acuerdos de precios, promoción de canastas reguladas, todo eso sumado al proceso de baja del déficit fiscal, aumento de reservas y mejora en la confianza pública hacia la economía”.
-¿Cómo cayó la renuncia de Máximo Kirchner?“La verdad muy mal. La evaluación de varios asistentes del presidente es que la vicepresidenta cuida su imagen a costa del deterioro de la imagen del gobierno en su conjunto. Igual Alberto no va a salir a cuestionarla. Va a ratificar la importancia de la unidad y la característica plural del Frente”.–Es decir, resultó tan imprevista para el gobierno como para la opinión pública.“Sí. Todos sabían que había diferencias, pero esto de correrse de una decisión central de la administración sentó mal. Además, pocos suponen que se trató de un impulso personal del diputado. A lo sumo te dicen que Cristina lo dejó hacer, sin frenarlo. Otros, directamente que es parte de su estrategia con miras a evitar ser parte de las dificultades del año que empieza”. –¿Se sabe algo de la posición de Axel Kicillof?“Lo que corre es que el gobernador apoyó el pre acuerdo y no se desdijo. Que la relación con Máximo venía tirante desde hace meses y que todo eso está generando una interna en el seno mismo del kirchnerismo”.
-¿La Cámpora?“Varios distritos habían respaldado las negociaciones y luego de la renuncia, se callaron. Ahora, los más duros se presentan como garantía contra el ajuste y desataron sus críticas al presidente. El panorama es bastante complicado”. -¿Hay debate interno entonces? “Sí. Al menos tres reuniones importantes en el Gran Buenos Aires fueron muy polémicas. Hay referentes que pusieron la cara para sostener a Alberto y a Guzmán ante sus compañeros, asentados en que fue designado por Cristina, y desde las elecciones les cambiaron el libreto. El otro tema es Kicillof: una gran parte de los militantes lo vio siempre como propio, como el gobernador K. Las diferencias con Máximo los desconciertan y no les resulta fácil articular un discurso que vaya más allá de No al FMI”.–Qué más.“Nada, decirte que muchos de los que participan en los debates leen tus Fuentes Seguras”.
DEFECTOS Y PREJUICIOS. La vida política conjuga intereses en movimiento y fuerzas que los interpretan. Aunque también incluye errores personales que quiebran vínculos y desarman planes bien pensados. No es tan grave. Roberto Arlt ha señalado que “Un hombre sin defectos sería inaguantable, porque jamás le daría motivo a sus prójimos para hablar mal de él, y lo único que nunca se le perdona a un hombre, es su perfección”.
Se desliza sobre la ciudad un domingo fresco, después de una semana caliente. Esto habilita el mate; a su través, es posible echar mano de algunas historias lejanas que a veces, dejan pensando. Acérquese.
El Lie Zi es una de las obras centrales de la filosofía taoísta. Se la considera el texto más práctico de la vertiente y algunas de sus historias todavía son narradas cuando la nieve cae lenta en las regiones asiáticas. Contiene miradas algo quietas para este mundo electrizante, pero de su interior brotan ciertos elementos a considerar.
Por ejemplo, deja en claro que una sospecha sin fundamento, asentada en percepciones superficiales, es germen de caracterizaciones terminantes. A veces, injustas. El Lie Zi sugiere reflexionar en esta fábula sencilla:
Un hombre perdió su hacha; y sospechó del hijo de su vecino. Observó la manera de caminar del muchacho –exactamente como un ladrón. Observó la expresión del joven –idéntica a la de un ladrón. Observó su forma de hablar –igual a la de un ladrón.
En fin, todos sus gestos y acciones lo denunciaban culpable de hurto.
Pero más tarde, encontró su hacha en un valle.
Y después, cuando volvió a ver al hijo de su vecino, todos los gestos y acciones del muchacho le parecían muy diferentes de los de un ladrón.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal