Las ventas de alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza se vienen recuperando cada vez a más velocidad. De todos modos, van seis años de caída.
El consumo masivo, que involucra alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza, creció en diciembre por sexto mes consecutivo. Fue 6,5 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. Resultó la mayor variación positiva del año, según el último relevamiento de Scentia, consultora especializada en la materia. Para este año proyecta un crecimiento de entre 1 y 2 por ciento, para dejar atras seis años seguidos de caída. En el balance de 2021, la recuperación del segundo semestre no alcanzó para revertir la tenencia anual y el número cerró negativo con -2,1 por ciento.
Osvaldo del Rio, director de Scentia, explicó que «los datos de consumo masivo de diciembre tienen su origen en la tendencia de recuperación que empezó en julio, que fue el primer mes del año que tuvo un indicador positivo después de muchos meses negativos. El último periodo positivo que habíamos tenido fue marzo y abril de 2020 por la cuarentena, el stockeo y la gente que salió compulsivamente a comprar».
En julio de 2021, el consumo creció 1,7 por ciento, luego en agosto se mantuvo estable, y ya en septiembre registró un aumento de 2 puntos. Luego en octubre la suba fue de 4,7 puntos y en noviembre, de 5,4, hasta llegar a diciembre con 6,5 por ciento.
2021 fue el sexto año consecutivo de contracción del consumo masivo. 2016 cayó 4,5 por ciento respecto de 2015. En 2017 bajó 3,1 por ciento. En 2018, 1,1 por ciento, y cuando parecía que la tendencia de desaceleración en la caída podía dejar un saldo positivo para 2019, pasó todo lo contrario. 2019 fue el peor año de todos, con una caída del 7,3 por ciento.
Del Rio explicó que en 2020 los supermercados «sufrieron más», en relación a los autoservicios que lograron manejarse de diferentes maneras. Si bien los tickets en los super eran más grandes porque la gente compraba mayor cantidad de productos para reducir las salidas, igual no logró neutralizar la menor cantidad de público. Hacia fin de 2020 el consumo en supermercados empezó a recuperarse un poco por la mayor circulación.
En lo que va de 2022, el supermercado muestra resultados positivos pero «el que empieza a recuperar a un ritmo más acelerado es el autoservicio independiente. Lo que se nota ahora es una recuperación de los almacenes, de los comercios de barrio. El canal que se recupera de manera importante es el almacén de barrio, que no tiene góndola sino que hay una persona atrás del mostrador. Ese canal viene recuperando en aquellos productos que son de distribución directa: bebidas y lácteos», explica el presidente de Scentia.
La recuperación de los almacenes tiene que ver con que se hacen compras más pequeñas, el supermercado siempre fue un 7,8 por ciento más económico que los almacenes. A fin de 2021 esta diferencia fue de 20 puntos a favor del supermercado y eso se refleja cuando se realiza una compra de más de 10 o 12 productos, cuando se compra uno o dos productos que es el tipo de compra que predominan en los negocios de barrios no se nota tanto la diferencia.
La diferencia de precios entre las grandes cadenas y el comercio chico es actualmente de 21 puntos en promedio, explica del Rio. En los supermercados la venta de productos de Precios Cuidados representa en la actualidad el 25 por ciento del total. Con la nueva canasta, cada vez es mayor el nivel de consumo y uno de cada 4 pesos que se gasta lo hace adquiriendo precios de la canasta de ese programa.
El consumo masivo que calcula Scentia abarca alimentos, bebidas, cosmética y limpieza y se hace con 305 categorías de productos. «Ese pronóstico el año pasado nos arrojaba una caída para 2021 que finalmente terminó siendo un poco menor. Para este año se volvió a realizar este modelo y en esta ocasión nos dio un 1,1 por ciento de crecimiento, pero como es reciente hacemos un margen entre el 1 y el 2 por ciento de crecimiento del consumo masivo para el 2022», concluyó del Rio.