“Qué tiempos serán los que vivimos,
que es necesario defender lo obvio”.
Bertolt Brecht
Donald Trump hizo bastante más por Javier Milei de lo que él mismo dice y seguramente piensa: “Estaba perdiendo, lo respaldé y ganó de una manera aplastante”. El blondo mandatario estadounidense le insufló, a buena parte de la sociedad argentina, una confianza en el Papadas que éste había perdido. Agosto, septiembre y los primeros días de octubre, el presidente se caía como calzoncillo viejo con el elástico estirado; y una significativa mayoría, que incluía a sus esbirros mediáticos, lo daba por muerto… políticamente hablando, claro.
Era patético, por entonces, ver la desesperación libertaria revoleándose facturas como antes se habían prodigado plácemes y a los operadores de siempre haciendo piruetas para despegarse de lo que la Argentina casi toda observaba como una caída inevitable. Encima, Kicillof le había sacado 14 puntos en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, que es como decir en la mitad del país.
Pero llegó el Papá Noel republicano con su desagradable JoJoJo, bolsa repleta de dólares y una amenaza a flor de piel y una buena porción de argentinos, tan fectos a los arbolitos nevados en diciembre y a los milagros navideños (que antes prometía Hollywood y ahora llegan por Netflix), se entregaron con el mismo candor que se entregan los niños a la oferta de un helado o un caramelo. Según el último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina, un 42%, la mayoría pertenecientes a los sectores de niveles socioeconómicos más bajos, sabe que está peor que sus padres pero, de esos, “un 82% cree que sus hijos o nietos tendrán más oportunidades que ellos”.
Por eso nada de pesebres pobres ni de natalicio divino que es símbolo de amor, cercanía y salvación para todos, desde los Reyes Magos hasta el más humilde de los pastores. Nada de eso. No. Hay que correr al shopping más cercano a su domicilio para que los pibes se hagan la foto sentados en la falda de ese gordo sudoroso, enfundado en un traje de gruesa tela roja con reborde de piel blanca y una vaca dopada con cuernos de telgopor que simula un alce. Jojojo.
La misma fe. La misma inocencia. El mismo engaño importado de los Estados Unidos, lujosamente empaquetado con la doctrina Monroe: “América para los americanos”. Eso sí: la carne, los cultivos, el petróleo, las tierras raras, el litio, el agua, los minerales valiosos para los americanos del Norte y, para los del Sur, los del patio trasero, los que están siendo echados como perros del Gran País del Norte, sólo sangre, sudor y lágrimas. Jingle Bells, Jingle Bells, Jingle all the way…


CHINA DOLL
Gran Jefe Peluca Rubia, se sabe, no es demasiado estable con sus afectos y pareceres. Hoy por hoy, y por un quítame esas pajas chinas, anda rumiando broncas y berrinches contra su títere argentino. Avisó, elípticamente, que si Milei iba al sorteo del mundial no le iba a dar ni bola, ni una mísera fotito. Suspendió las buenas noticias verdes con la cara de Benjamín Franklin. Y presentó su nueva Estrategia de Seguridad Nacional, priorizando el acceso a los combustibles fósiles en un esquema de «dominancia energética» que haría de Vaca Muerta un «activo de seguridad regional». Chupate esa mandarina empetrolada.
El Papadas hace gestos, manda señales, envía emoticones de sumisión… Viaja a Noruega para la entrega del Premio Nobel de la Paz junto con otros lamebotas de Trump pero María Corina Machado, reina internacional del belicismo y la traición a la patria, no llega para recibirlo. Tampoco consigue una entrevista con el Rey Harald V, ni con el primer ministro Jonas Gahr Støre, ni tan siquiera una selfie digna con un bacalao. Además, se tiene que volver a los piques porque el proyecto de la Reforma Laboral no puede presentarse sin su firma… Lo que se dice un viaje al divino pedo.
Y encima, Donaldo, con más problemas internos que los Pérez García -los demócratas ganaron por primera vez en 30 años la Alcaldía de Miami, Florida-, lo único que hace es espiralar la violencia de sus amenazas contra Nicolás Maduro, de quién asegura “tiene los días contados”. Aunque la verdadera gran preocupación del magnate devenido presidente de EEUU por segunda vez, es China y esa guerra comercial que está perdiendo en toda la cancha. El gigante asiático anunció esta semana que, en lo que va del año, ha acumulado un superávit comercial que supera el billón de dólares (U$S 1.076.000.000.000). Esto pese al concierto arancelario dispuesto por el tío Donald durante 2025.
En nuestro país, la cosa no es demasiado distinta. A pesar de las grandilocuentes amenazas del secretario del Tesoro Scott Bessent y del propio Trump respecto a la posición del gigante asiático por estas tierras. Tal como lo definió el ex embajador Sabino Vaca Narvaja: “Milei está atrapado en una doble subordinación. Subordinación política a Estados Unidos y subordinación económica a China”. De hecho, desde que comenzó la escalada arancelaria, el comercio con Beijing se expandió hasta superar los 3.000 millones de dólares para así convertirse en nuestro socio más importante.


TIERRA ADENTRO
“La verdadera política es la política internacional”, afirmaba Juan Perón pero, en una semana de recambio parlamentario, sesiones extraordinarias en el Congreso y proyectos de Ley tan importantes como el Presupuesto y la Reforma Laboral, no hace nada mal mirar un poco para adentro y ver que la Casa está en desorden absoluto. Pasa que en esta versión posmoderna de las Provincias Unidas del Río de la Plata en que se ha transformado nuestra Nación gracias a los personalismos y la ignorancia, el fútbol ha dejado de ser deporte nacional y ese lugar, ahora, lo ocupa el Antón Pirulero.
Con la prepotencia que la caracteriza y azuzada por la Primera Hermana, la senadora Patricia Bullrich está tratando de imponer maneras y plazos al cuerpo legislativo como si se tratase de gendarmes, cosa que no sólo es absurda sino temeraria ya que ha puesto la moto a 160 kilómetros por hora y enfila hacia el paredón de una Cámara que supo ser integrada por “los padres de la Patria”. Todos con sus tiempos. Con sus modos de ser. Con sus mañas y artilugios.
Karina quiere tener la Reforma Laboral aprobada antes de navidad, a más tardar el 26 de diciembre. Claro que, todavía no han sido conformadas las Comisiones y eso sólo, representa una suerte de escollo infranqueable. El recambio significa, también, renovación: los bloques tienen que mandar la lista de sus integrantes para conformar las comisiones y de ahí surgirá la negociación política que definirá su composición de acuerdo con la cantidad de miembros por partido o frente político. Una Bullrich desacostumbrada a negociar y olvidada de lo gestual de los cuerpos legislativos, ha mandado el mensaje de que la cordobesa Carmen Álvarez Rivero continuará al frente de Trabajo, lo que, lejos de agilizar el trámite, promete ponerle más trabas y objeciones. Y además… además existe esa menudencia constitucional que establece que las leyes que modifican cuestiones impositivas deben entrar por Diputados: una pavadita, ¿vio?
Es que aún con el número de senadores ampliado, incluso con la nueva traición del cordobés Luis Juez, (a) “El Saltimbanqui”, el modelo caprichoso y urgente de La Libertad Avanza difícilmente alcance buen puerto en un cuerpo con alrededor de 200 años de historia, si nos remontamos a los debates constitucionales de 1824. La Milei Sister aprieta a Pato y ésta trata de trasladar esos apremios al Senado. “No te tires arriba de la granada”, la habría aconsejado Villarruel a Bullrich, agregando “Karina te presiona porque si no sale, te va a echar la culpa a vos… y a mi también”.


MILEINOMICS
“Es la economía, estúpido” rezaba un cartel colgado en el bunker de Bill Clinton en Little Rock. La frase se transformó en un clásico y, desde su instauración, no hay consultor o analista que no la cite de tanto en vez. Naturalmente, el entorno de Milei debe conocerla, pero parece no darle demasiada importancia, porque desde el triunfo por el 40% en las elecciones de medio término (se estima que alrededor de un 25% de esos votos respondió al apriete de Donald Trump) la economía de nuestro país viene barranca abajo.
No hay dólares y tampoco promesas. Santa Trump anda cabrero con su Reno sudamericano y a los mercados los enfría la calentura. Así son. Sin ir más lejos, el Toto de la Champion salió a anunciar con nombos y platillos el regreso a la toma de deuda pero tuvo un pequeño inconveniente: no sucedió. No hubo jugadores internacionales interesados, a pesar de que la tasa, que se había anticipado sería de aproximadamente el 6,5%, llegó al 9,25%. Y los locales, que fueron seriamente apretados para sacar los argendólares del colchón, apenas si pusieron U$D 910 millones. Menos de la mitad de esos 2.000 millones a los que aspiraba el ministro y que eran la mitad de los 4.200 que tiene que pagar el 9 de enero.
Y, para colmo de males, la inflación que mide “Picasso” Lavagna siguió creciendo: 2,5%. Todo mal. Todo muy raro. Como definió la especialista Luciana Glezer, «mientras provincias y empresas logran financiamiento más barato y a plazos largos, la Nación paga caro y a corto plazo por un crédito doméstico que se vendió como histórico». Esta suerte de canje de deuda (se venden bonos para pagar los que vencen) resultó absolutamente absurdo y oneroso porque los papeles que se rescatan sólo pagan el 0,75%.
Por otra parte, un informe del Centro de Economía Política Argentina establece que, en los dos años de gobierno de Milei cerraron 30 empresas por día y se perdieron 276.000 puestos de trabajo, es decir 430 por día. Y esto teniendo en cuenta sólo los trabajos registrados. Hágase el lector una idea de lo que pasa en la economía informal.
Y, no obstante esta flexibilización de facto que están realizando los empresarios (mucho de los cuales cerraron sus empresas para transformarse en importadores), el Casalito Presidencial insiste con una Reforma que promete la extinción de los derechos más elementales. Léase: reducción del monto de las indemnizaciones; los salarios podrán ser pagados en pesos, divisas extranjeras, alimentos o especie (¿la patronal podrá pagar con sexo?); vacaciones fraccionadas y límite para el derecho a huelga, entre otras delicias. No se ha precisado aún si el texto definitivo incorporará o no el derecho de pernada, porque con los libertarios y su obsesión anal, nunca se sabe. ¡Eso votaron!
La CGT, a la que los libertarios le juraron que las cuotas sindicales continuarán intactas, promete paro y movilización para resistir en las calles y cree poder torcer esta masacre en el Senado. Veremos.


MEDIO MEDIOS
Con un muy interesante informe sobre “Medios de Comunicación y Noticias en Argentina”, la consultora Zuban & Córdoba conjuntamente con el equipo de Good Publics, (especialistas en estrategia digital y comunicación política), presentó un informe que permite comprender que hoy la disputa política se juega en un terreno completamente distinto al de hace una década. Los resultados muestran de manera contundente cosas que la lógica de la comunicación cotidiana permitía intuir pero que el estudio confirma, sobre todo en lo que refiere al desplazamiento hacia lo digital. Los rasgos salientes son:
- El 64,8% de los argentinos prefiere informarse a través de medios digitales -redes sociales, portales web y plataformas de streaming- frente a apenas un 34,3% que aún elige medios tradicionales.
- Instagram, Facebook y YouTube se consolidan como los principales espacios donde se busca información política.
- La televisión ya no ordena la agenda pública ni define el sentido común: más de la mitad de los encuestados afirma informarse antes por redes que por TV.
Estos porcentajes se incrementan cuando descienden los niveles de edad. Más del 93% de los que tienen entre 16 y 30 años, se informa en por medios digitales mientras que, entre los mayores de 60 años, sólo el 55% lo hace por esa vía (un porcentaje alto, sin embargo, para lo que podría suponerse).
Pero acaso lo más relevante sea la evidencia de que existe lo que podría denominarse un Consumo Diferenciado: “Los votantes de distintas fuerzas no habitan los mismos espacios informativos. Mientras una parte del electorado libertario concentra su consumo en Instagram y Facebook, los votantes del peronismo se inclinan en mayor medida hacia YouTube como fuente principal”, concluye el informe.
Como fuere, se hace cada vez más evidente que los medios de comunicación, analógicos o digitales, siguen jugando un rol determinante en este momento confuso en donde un jubilado, entrevistado por un canal de TV, admite que su asignación y la de su esposa no le alcanzan para vivir, y que su hijo los ayuda (lo que le da mucha vergüenza) pero, preguntado sobre el gobierno de Milei responde: “Hay que darle tiempo”.
Y uno lo escucha con una especie de dolor que va de la cabeza al corazón. Percibe la telaraña de odio que ha nublado el razonamiento de este hombre; la opacidad de su lógica velada por una suerte de inquina visceral a la vez que inconsciente; el ejercicio de esa razón sinrazón que hace que alguien que ha pasado de largo los 70 años, frontera en la que suele corporizarse el tiempo de descuento, pueda padecer en la expectativa de aguardar algo que no le va alcanzar vida para verlo.
Los dos años de Milei han sido más letales que la pandemia. Han muerto más jubilados. Ha habido más suicidios. Creció el número de fallecidos por hipotermia en inanición… El liberalismo mata. Y el “libertarismo” mata el doble. Pero, como decía mi abuelo, “todas las mañanas leo las cruces (obituarios) en el diario y, si no figuro, salgo a vivir el día”. La comunicación amañada, falaz, ensobrada, mata más que nada en el mundo.
Por Carlos Caramello.-


