Edición n° 3303 . 07/12/2025

Segundos Afuera

“El único que saca partido del capitalismo es el estafador, y se hace millonario en seguida”. John Dos Pasos

Como para abrir la semana, livianito mi amigo Max Delupi editorializó sobre “las ventajas de salir segundo”, una estrategia tallada y pulida durante décadas por los que abrazan la política con el único fin de obtener algún provecho personal. El vetusto apotegma “No hay negocio económico sin negocio político… y viceversa” ha sido definitivamente falseado en los últimos años. Mucho profesional del biribiri, mucha dirigencia que pide los votos para arreglarle la vida a todos pero sólo busca mejorar la propia. “Ya que no podemos cambiar el mundo, cambiemos de conversación” dijo, alguna vez, James Joyce.

La jura de los nuevos legisladores para el período 2025/2027 es una foto móvil de esto que se afirma: toneladas de show, poca vergüenza. Pero, sobre todo, un desprecio explícito por el sentido profundo de la existencia del Legislativo. Será porque hoy por hoy, los poderes de la República están más manoseados que baraja de pulpería y varios de los que integran las listas no hubiesen podido ingresar al recinto ni en una excursión. Sin embargo, los estrategas del desconcierto, los que la tienen atada,no se preocupan demasiado por esa derrota módica ya que, perder por pocos votos, también puede ser negocio.

Nadie se acuerda del segundo”, sentenció, alguna vez, Carlos Salvador Bilardo. Esa idea, que en tiempos de exhibicionismo exacerbado podría parecer una capitulación, en el micro clima de la política profesional suele operar como garantía de salvaguarda, sobre todo para los momentos de alta judicialización, además de permitirle al segundo, un estándar de continuidad envidiable: “es mejor un centavo constante que un peso esporádico” dice el refrán.

El segundo negocia. Regula. Define. Es “deseado” por los operadores. Envidiado por los terceros. Consultado, a pesar de la desconfianza. Guarda un discreto anonimato más allá del círculo áulico que lo contiene y, además, nadie se mete con su rebanadadela “torta política” ni le corta los contratos ni lo audita en demasía. Con exquisito gusto y fina voluntad, el segundo participa del juego de los poderes: hay que pasar por él (o ella) para cerrar negociaciones, convencerlo para que acompañey hastase le permite aducir cuestiones de conciencia cuando intenta negarse a algunos pedidos aunque,en el fondo, nadie le crea demasiado.

Victoriosos Fracasos

Hace unos cuarenta años, la derrota tenía “mariscales” (responsables); hoy tiene “estrategas” (fomentadores). Porque si bien es cierto que el primero tiene “la lapicera”, el segundo tiene “el control”. Y eso le permite hacer “diferencias” sin quedar demasiado expuesto, además de conservar “los curros”. En esta semana de jura de nuevos legisladores, lo que corrió como reguero de pólvora fue la reunión entre Victoria Villarruel, titular de la Cámara Alta y Patricia Bullrich, que comenzará su mandato el próximo miércoles. “Me tenés que entregar la caja y la presidencia provisional”, habría conminado Pato a Vicky. Dicen que la vice, muy suelta de cuerpo, respondió: “Ni en pedo”, no se sabe si para, de manera elíptica, tocar un tema que a la ex ministra de Seguridad, le retuerce las tripas, en el más amplio sentido de la imágen.

Masticando estos chismes sobre “charlas” tachonadas de amenazas y futuras venganzas, uno puede empezar a revisar nombres de “segundos” que sí quedarán en la historia. El de Martín Lousteau, por ejemplo, que “perdió” en el ballotage contra Horacio Rodríguez Larreta y al minuto y medio era embajador del gobierno de Mauricio Macri en los Estados Unidos. Un segundo puesto autoproclamado que le otorgó algunas ventajas: seguir en la UCR (el PRO no provoca la misma comezón que el Peronismo en los nuevos radichetas), agrandar la rosca personal en la Ciudad (a pesar de que el radicalismo desfallece en CABA), posicionara familiares en áreas estratégicas de la Justicia local y, negocios, muchos negocios que iban bastante más allá de manejar las fotocopiadoras en la Universidad.

Otro segundo insigne es Daniel Scioli, que apenas comenzado el recuento de votos en 2019 se ocupó de dejar en claro que Mauricio Macri le había ganado. Es más, lo hizo a pesar de que algunos colaboradores cercanos le insistieron que había que contar porque ellos tenían números diferentes. No me voy a extender en las ventajas económicas que consiguió el “Pichichi”. Alcanza con invitarlos a pensar por dónde anda el motonautaen la actualidad. Fin.

Cartas marcadas

Esta nueva mirada sobre el rol del segundo puede ser, también, uno de los motivos de los altos niveles de fragmentación que padecen los partidos políticos en desde hace algunos años: ninguno tiene demasiados “propios” y de cada elección puede resultar un fulgurante ascenso como también un salto al vacío.

Cuentan los viejos (como yo) que María Amalia Sara Lacroze de Fortabat, para todos “Amalita”-una de las personas más ricas y poderosas de la Argentina-, desde su emporio Loma Negra ayudaba a todos los partidos con el financiamiento de sus campañas, pero le daba más a quien quería que ganara. Si en aquellos dorados años de la década 80/90 la doctrina del “Segundo Ganador” hubiese estado extendida, la empresaria no hubiera necesitado gastar tanta plata.

Hoy por hoy, en cambio, los sectores más opacos del financiamiento de campañas (si no saben a qué me refiero pregúntenle a Espert o a Villaverde), no tienen problemas: pueden jugar para el peronismo en las locales y luego volcar su dinero y esfuerzos al poder libertario en las nacionales. Cobran de los dos lados y, de paso, tienen doble vía de control. “Yo ya gané”, sentenciaría Margarita Stolbizer que, por suerte, esta vez no pudo acomodar sus sentaderas en una banca.

De Pacotilla

Si algo deja en claro este espectáculo horripilante de la política contemporánea es que, a partir del advenimiento de La Libertad Avanza, ambas Cámaras del Congreso han dejado de ser Honorables… y criteriosas, inteligentes, probas, honestas. La jura de los nuevos integrantes se transformó en un stand-up que más que divertir, preocupó a los sensatos y al pueblo en su conjunto.

Diputadas vestidas como para recibir el Martín Fierro a la labor inútil; legisladores que juraron mientras advertían que no piensan leer ni un renglón de los proyectos de ley enviados y que sólo van a votar lo que les indique el ejecutivo; diputadas en ejercicio bardeando a los recién llegados; gestos de provocación ida y vuelta entre el Presidente (el mismo que asumió de espaldas al Congreso y ahora se bancó toda la jura) y opositores que, a pura gestualidad, trataron a Milei de nazi. El circo criollo redivivo pero sin Pepino el 88.

El cruce de consignas y exabruptos en el momento mismo de la jura recordó aquel viejo diagnóstico sobre una dirigencia que confunde slogans con soluciones. De espaldas al país, probablemente creyendo que la Argentina toda estaba atenta al evento, los legisladores armaron su propio paso de comedia, acaso en la creencia de que eso los dejaba cómodamente instalados en la historia. Y puede que así sea. No hay que descartar que los lleve a ese sitio. Lo que es seguro es que no será en un círculo agradable de ese infierno del devenir.

Aunque para los medios, lo más importante de todo sea que el peronismo, por primera vez desde la recuperación de la democracia, deja de ser primera minoría, se trata apenas de una cuestión numérica que puede que haya tenido sentido en tiempos donde la honestidad y la lealtad configuraban valores para la vida partidaria. Hoy, cuando una marioneta estimulada por el poder fáctico se da el lujo de comprar diputados y senadores y luego exhibir la factura de la operación, la trascendencia no parecería ser óbice de nada. Sobre todo cuando la sociedad sigue votándolo. Y, además, por todo lo dicho, ser “segundo a pocos puntos”, no estaría tan mal.

Minoría Intensa

Encumbrados dirigentes de los sectores progresistas entienden que «El peronismo está preso en San José 1111 junto a Cristina«,y que el precio que el Círculo Rojo-Violáceo le está haciendo pagar a Cristina Fernández de Kirchner por haberlos desafiado es la única lacra a denunciar… Con esa idea seguramente significan que con Cristina libre volverán la felicidad y la dignidad para nuestro pueblo sojuzgado y hambriento.

Muchachos, ni con Perón nos fuimos al exilio, mirá si nos van a meter presos en un depto.Más que denunciar una situación por ahora irreversible hay que trabajar sobre la lógica del “luche y vuelve” porque a pesar de Borges, en el nombre de la rosa no está la rosa: hay que perseguir el perfume, la suavidad, el color, la belleza y, si eso se vuelve ejercicio y doctrina, por ahí, y sólo por ahí, podremos traiciones como las del gobernador catamarqueño que, según dicen las lenguas viperinas, a cambio de una plata grande en forma de participación en una empresa, creó el bloque de “Elijo Tránsfugar”… perdón “Elijo Catamarca”. Deberíamos ir anotando las agachadas y cobrarlas, más temprano que tarde.

Y hablando de precios y costos, el bandolerismo opositor, el de enfrente y el de esta vereda, tiró de la cuerda hasta lograr que el gobernador de la provincia de Buenos Aires les “pague” y recién ahí votaron una ley de endeudamiento, imprescindible para sobrellevar los próximos dos años. Al respecto quiero dejar algo en claro: querían guita, tarasca, biyuya… no poder. Los cinco cargos de director del Banco Provincia que se crearon para ellos, tienen voz pero no voto. Léase: es sólo por dinero.

Todo porque hay un sector de la dirigencia que cree que conducir es armar una agencia de empleos. Raro. Me contaron, por ejemplo, que ese sector al que refiero tiene más de 20.000 contratos en el Estado y, sin embargo, no pueden movilizar columnas de más de 8.000 militantes. Ya algunos compañeros y compañeras que supieron navegar esas aguas denuncian que se han vuelto cada vez más endogámicos. Tanto que apenas si pueden enhebrar una propuesta de minoría intensa. Si no recuerdo mal a Perón y a Néstor Kirchner, eso no sería peronismo.

Todo Medios

Otra preocupación. O mejor dicho: otra acción que desarrolla el casalito presidencial es el ataque permanente a la prensa que no han podido comprar. Y sus nuevos socios, esos empresarios que los destestan pero les hacen fiestas y ronroneos, le susurran al oído que lo mejor es lograr que esos medios indóciles se fundan; que no consigan una mísera moneda y se vean en la obligación de cerrar. ¿Les interesa a esos popes la salud mediática del Papadas? Para nada. ¿Y entonces? Pasa que quieren comprar barato, armar multimedios con señales y periódicos hasta no hace mucho prestigiosos para que, el día que el Bufón ya no los haga ni sonreír, usarlos en su contra mientras cantan ese tema siempre en boga: “Matándote suavemente con la canción de los vencidos”.

Milei no percibe esa amenaza: pocos presidentes han sido tán lábiles al canto de las sirenas. Basta con rascarle la cabeza, hacerle un mimo en la panza, tirarle un hueso cada tanto. La que si lo entiende es la Primera Hermana (por ahí se lo contó el tarot). Pero ella defiende a capa y espada su rol de “segunda” (aunque se sienta la primera) y sueña con ratificarlo en 2027… sólo si los hados y el azar le fueran benéficos. Esperemos que Einstein tenga razón y Dios, no juegue a los dados.

Carlos Caramello