Los últimos datos respecto de la actividad económica de nuestro país muestran un panorama heterogéneo, con grandes desigualdades entre sectores y regiones. Pero incluso la recuperación de algunas pocas áreas productivas no se traduce en una mejoría del empleo, ya que se ubican en regiones de poca densidad de población y generan miui pocos puestos de trabajo, como es el caso de la minería o la pesca. Mientras tanto, siguen cayendo los puestos de trabajo asalariado formales y los salarios públicos y privados vuelven a perder contra la evolución inflacionaria.
Un reciente informe de la Fundación Mediterránea, encabezado por Marcos Cohen Arazi, confirmó que en agosto “de los 14 principales sectores de actividad, apenas 5 están por encima del nivel de actividad de 2023” (con un promedio de recuperación de 3,7%), pero aclarando que “representan apenas 15% del empleo privado”. Estos cinco sectores son: Pesca (17%), Minería (6%), Agro (4%), Electricidad, gas y agua (2%) y Enseñanza (1%). En contraste, cayeron fuerte algunos sectores mucho más demandantes de mano de obra: Construcción (-18%), Comercio (-8%), Industria manufacturera (-7%), Hoteles y restaurantes (-4%), Actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (-4%) y Transporte, almacenamiento y comunicaciones (-3%), entre otros.
“Lo que resalta de esta situación es que los sectores que se encuentran en terreno positivo representan apenas 15% del empleo privado (según datos del año 2023), mientras que los sectores que aún están en zona negativa explican el 85% restante de los puestos de trabajo del sector privado”, explicó Cohen Arazi, anticipando que “la recuperación económica seguirá siendo lenta, debido a que está centrada en sectores con menores impactos en la masa salarial y posterga el crecimiento de actividades económicas vinculadas al consumo masivo”.
Esta dinámica económica fracturada y cada vez más desigual se confirma también en el informe más reciente del Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL) del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), que señala que el empleo formal asalariado registró en agosto una caída de 13.100 puestos de trabajo, mientras que en el mes de septiembre los salarios reales promedio de trabajadores formales (públicos y privados) volvieron a perder contra la evolución de los precios. En agosto, el sector privado fue el más afectado por la pérdida de empleos formales, con una baja de 10.600 puestos, mientras que el sector público retrocedió en 1.700, manteniéndose casi sin cambios el empleo en casas particulares (aunque acumula en el año un retroceso de 2,3%, es decir, unos 10.000 trabajos menos).
En cuanto a los salarios, el Índice de Salarios del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) confirmó para septiembre una caída de 0,7% en el sector privado y de 0,9% en el sector público en relación con el mes previo. En términos interanuales, el poder adquisitivo de los salarios formales privados cayó 0,7%, manteniéndose casi parejo, con gran desigualdad respecto del sector público, que se desplomó un 14%. En octubre, el salario mínimo, vital y móvil (SMVM) también sufrió una contracción real del 2,3% y ya acumula una caída de 35% desde la asunción del Gobierno de Javier Milei.
FUENTE: ESTADO DE ALERTA
