(Por Estefanía Cendón) El director del Área Periodística de Radio Gráfica, Gabriel Fernández, aportó su mirada acerca de los BRICS, su impacto en los países miembros y asociados, el análisis de la gestión Trump y la reciente elección legislativa en PBA, así como el rol de Argentina y las posibilidades de integración regional. «Los BRICS ocupan aproximadamente el 45% del PBI internacional, una cifra que ha ido en aumento», detalló.


Tras la presentación del libro «Fuentes seguras, la era de los BRICS+», Fernández analizó el rango de incidencia de este grupo: «Prácticamente todos los integrantes del BRICS que han apostado a control estatal e inversiones productivas han crecido. BRICS necesita a la Argentina dentro y la Argentina necesita ser parte del BRICS para mejorar la absorción de inversiones productivas y para analizar el presente en proyección, por fuera de la propaganda de los medios occidentales».
«Las naciones BRICS, las naciones multipolares, tienen un fuerte y sólido desarrollo anclado, por un lado, en la producción y el consumo y, por el otro, en la orientación del Estado y las nuevas tecnologías. Entonces, los cambios geopolíticos resultan tan importantes que reequilibran el horizonte internacional», aseguró el periodista.
Junto al director de La Señal Medios, un recorrido por el panorama político internacional y local. «Donald Trump llega tarde, ya que comprende los problemas que tiene Estados Unidos, pero no llega con el poder suficiente para resolverlos», confirmó, a lo que añadió: «En Argentina, la victoria del peronismo en la PBA es realmente trascendente porque todo impacto que perjudique a una fuerza anti-nacional y anti-industrial, anti-integración latinoamericana y anti-BRICS, como es la que conduce Javier Milei, es positivo».
Con respecto al gobierno de Kicillof en la provincia de Buenos Aires y la posibilidad de que la Argentina sea convocada nuevamente a integrar los BRICS, tras el rechazo de la gestión Milei, detalló: «Considero que (Kicillof) cuenta con las herramientas y el criterio para llevar adelante una postura que reposicione a la República Argentina y, al mismo tiempo, la reinserte en la perspectiva de integrar los BRICS.Vamos hacia la multipolaridad y esto Argentina debe plantearlo rápidamente».
A continuación, la entrevista exclusiva de Motor Económico junto al periodista de Radio Gráfica.
MOTOR ECONÓMICO: ¿Qué influencia tiene la asociación BRICS a nivel global? ¿Cuáles son los beneficios que aporta a sus estados miembros y asociados?
Gabriel Fernández: Los BRICS están constituidos por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, originalmente. En este último tramo se incorporaron Arabia Saudita, Irán, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Etiopía. Hablamos de una asociación interestatal que promueve, por un lado, el diálogo, el análisis común de los problemas internacionales; y, por otro lado, el comercio y la inversión, facilitando el despliegue de los protagonistas.
En términos económicos y geopolíticos, Brasil es una economía agrícola y energética del desarrollo, con sesgos industriales importantes; Rusia, un gigante en la exportación de petróleo y gas natural; India, una economía en rápido crecimiento que se va ordenando, aunque es muy desequilibrada internamente, con un fuerte sector servicios y manufactura en materia científico-técnica; China, se ha convertido en «la fábrica del mundo», con una fuerza laboral masiva y una mejoría social integral, la ampliación de su propio mercado interno y una producción industrial que experimenta una expansión sorprendente.
China complementó el desarrollo alcanzado con la utilización de tecnología de punta, lo cual opera como un dato relevante en este presente. Por su parte, Sudáfrica es la economía más grande de África y líder en la extracción minera, desempeñando un papel estratégico para el continente.
Actualmente los BRICS ocupan aproximadamente el 45% del PBI internacional, una cifra que ha ido en aumento debido a su crecimiento económico. Prácticamente todos los integrantes del BRICS que han apostado a control estatal e inversiones productivas han crecido. Datos que es importante tener en cuenta al momento de evaluar la incidencia de los BRICS.
ME: ¿Qué consecuencias tiene que un gobierno como el de Javier Milei haya renunciado a que la Argentina integre el grupo BRICS?
GF: La ausencia Argentina en el espacio BRICS es dañina no sólo para la Argentina, sino para el sur de América Latina y los BRICS en general. No se trata de una invitación formulada por una cuestión formal, tanto China como India llegaron a la Argentina para invitarla a participar de los BRICS por numerosos motivos: es uno de los países más grandes del mundo con respecto a su extensión territorial, también es considerado uno de los países más adelantados científico técnicamente y cuenta con recursos naturales muy importantes, además de estar ubicado en una zona estratégica que opera como traspaso de un océano al otro.


BRICS necesita a la Argentina dentro y la Argentina necesita ser parte del BRICS para poder mejorar la absorción de inversiones productivas y para lograr analizar el presente en proyección, por fuera de la propaganda de los medios occidentales. Por tal motivo, la determinación del gobierno de Javier Milei de dejar a la Argentina fuera de los BRICS es, tal vez, el disparate más importante de la historia de nuestra Nación. Es probable que no haya un error semejante a lo largo del período de la República desde la creación, tras la Revolución de Mayo, de la Nación argentina.
Hablamos de una oportunidad perdida sin ningún beneficio: frente al desarrollo de los BRICS que abre sus puertas para que a nivel comercial y de inversiones nuestro país se integre, lo que hacen es cerrar esa puerta e ir atrás de quienes no tienen capitales para exportar, ni inversiones de desarrollo que ofrecer. No tienen nada que ofrecer, salvo endeudamiento y salidas que son beneficiosas solamente para un grupo de corporaciones financieras e internacionales, pero no para las naciones.
Había una gran expectativa y hay una necesidad estructural, tanto de México como de Brasil, de contar con la Argentina para la unidad de América Latina y esto se mostró en varias instancias del proceder de estos países en la CELAC. Ahora Brasil y el Sur del continente necesitan la presencia nacional que es muy trascendente en el ordenamiento de la multipolaridad de esta región del globo. Por el momento, la Argentina no juega ese juego y le va a costar mucho recuperar este lugar que ha perdido.
ME: ¿Cuáles son los cambios más significativos que se están produciendo a nivel geopolítico? ¿Qué impacto tienen en la reconfiguración de un mundo multipolar?
GF: Lo que planteamos en el trabajo «Fuentes Seguras. El sendero de la multipolaridad», el primer tomo de los dos que sacamos bajo ese título, es que durante bastante tiempo, en el período del Consenso de Washington, lo que aquí conocemos como «los 90’s», la acumulación y el despliegue, el engrandecimiento de las corporaciones financieras opacó el desarrollo de las empresas productivas, perjudicó el crecimiento de los estados y, en definitiva, damnificó el beneficio social.
Durante mucho tiempo los Estados Unidos, como nación industrial, fue el epicentro de las inversiones para el desarrollo. Se convirtió en la locomotora mundial con un producto bruto indudablemente configurado por la producción industrial, no por los servicios u otro tipo de variante. Sin embargo, el capital financiero fue reptando y le empezó a hacer a los estados centrales lo que nos hizo a nosotros, las naciones periféricas, durante tanto tiempo que es la absorción de los recursos productivos y sociales y su canalización hacia la concentración económica, la cúspide de las corporaciones financieras. Lo hizo con las naciones de tercer mundo y lo comenzó a hacer, de manera regular y potente, sobre los países centrales.
Lo que hay es una anulación de la capacidad económica, del centro occidental, y una potenciación de aquellos que se han corrido de esa hegemonía para desarrollar su propias actividades, según sus propias necesidades. El centro occidental tiene hoy el resultado de esa acción que es la caída de los productos de Alemania, Francia, Gran Bretaña y de los Estados Unidos, las dificultades para poder seguir adelante.
Mientras tanto, las naciones BRICS, las naciones multipolares, tienen un fuerte y sólido desarrollo anclado, por un lado, en la producción y el consumo y, por el otro, en la orientación del Estado y las nuevas tecnologías. Entonces, los cambios geopolíticos resultan tan importantes que reequilibran el horizonte internacional. Esto no significa que va a haber una igualdad o una justicia plena, pero sí que estamos atisbando la elaboración de un mundo mucho más equilibrado, a través
del cual las naciones golpeadas, subordinadas, tienen mucho por decir ya que poseen una capacidad de desarrollo económico muy sólida que ya no puede ser frenada a través de medidas dispuestas por las potencias occidentales.
El contexto descripto lleva a una nuevo ordenamiento y nuevas proporciones del mundo en general donde los subdesarrollados, llamados en aquel momento, y hoy multipolares, dicen presente con soberanía y con la determinación de comerciar e invertir entre ellos sin la necesidad de consultar o tener la autorización de las potencias centrales.
ME: ¿Cómo modifica la escena internacional el nuevo mandato de Trump en Estados Unidos?
GF: En principio me parece importante retomar la compresión del origen del fenómeno Donald Trump. Este fue el planteo de la primera fase de nuestro libro «Fuentes Seguras», que contrastó con la mirada habitual, la que se tiene hasta hoy. Decir que Trump es nazi, fascista o lo que fuere no significa nada, es una especie de convocatoria al error analítico.
Debido al proceso de desestruturación económica que mencioné en la pregunta previa, una gran parte de las provincias interiores norteamericanas compuestas por personas blancas, desempleadas, empobrecidas y que perdieron, además, la posibilidad de trasladar hacia las próximas generaciones su oficio industrial, ese desastre económico los llevó a la exigencia de necesitar un trabajo. Lo cierto es que quedó el desempleo en el tendal y la caída del nivel de vida en EE.UU. resulta abrupta, con una situación de barrios nuevos al costado de los caminos contruídos con carpas y con trailers, sin servicios de salud, ni de higiene.
No hay salud pública extendida en los Estados Unidos, se deteriora la educación pública. Estamos ante una situación grave y una parte de ese pueblo dice «necesitamos alguien que pregue por el empleo y la reindustrialización del país».
Finalmente, este pedido recaló sobre alguien muy parecido al norteamericano promedio que es Donald Trump: grosero, un poco tonto, gracioso y con la presencia empresaria suficiente como para tener espaldas. Frente a esta situación ha habido una comisión interna en Estados Unidos destinada a promover a Donald Trump como una posible solución.
En principio, creo que Donald Trump llega tarde, ya que comprende los problemas que tiene Estados Unidos, pero no llega con el poder suficiente para resolverlos. También llega condicionado por varios elementos, como el sentido patriótico norteamericano que es oblicuo, ya no es limpio y transparente. Es un sentido que está relacionado con combatir el comunismo, pensar si CUBA es una amenaza o no, considerar que alguien que agita la bandera es patriota y alguien que no le da bolilla a los símbolos no lo es. En fin, una serie de elementos zonzos que han calado fuerte en la cultura norteamericana.
Los zigzags que se observan en el gobierno de Donald Trump están relacionados con el cruce de esos intereses que impide el establecimiento de una línea recta para poder avanzar. Trump no es el estado profundo, pero tampoco es la solución que EE.UU. necesita y, entonces, está trabado a la hora de desarrollar su acción.
ME: ¿Cuál es su opinión con respecto a la reciente victoria de la coalición Fuerza Patria en las elecciones legislativas?
GF: La victoria del peronismo en la Provincia de Buenos Aires es realmente trascendente porque todo impacto que perjudique a una fuerza anti-nacional y anti-industrial, anti-integración latinoamericana y anti-BRICS, como es la que conduce Javier Milei, es positivo, es un dato de vitalidad por parte de la sociedad que responde como corresponde, rechazando este proyecto perjudicial para el conjunto de la comunidad.
De hecho, es importante señalar que es inadmisible tener un jefe de Estado que dice que viene a destruir el Estado desde adentro y, además, lo hace. Algo que podemos detectar en el deterioro económico e institucional de la República Argentina. Otro dato relevante es haber puesto en marcha a esta fuerza que ya cumple 80 años, el peronismo, como elemento activo de construcción de un proyecto nacional que permita a la Argentina ocupar el lugar que le corresponde en materia de desarrollo multipolar.
Argentina es una nación muy grande, rica, con una capacidad técnica apreciable, con recursos naturales sólidos y elaboraciones científico técnicas muy valiosas, entre otras cosas. En definitiva, la Argentina es una gran nación que si no se impulsa en base a los logros obtenidos y sus propias capacidades naturales, puede llegar a ser un peso muerto para el resto de las naciones de América Latina y, por supuesto, un elemento dañino para la propia población que habita en su territorio.
Es importante destacar que si no deja de haber una interna de hostigamiento entre los mismos protagonistas del movimiento peronista esto puede derrapar perjudiciamente y va a ser otro elemento de escepticismo político para buena parte de la población. Otro punto es que realmente no sé cómo va a hacer la Argentina para reconfigurar lo que está perdiendo en todo este período en materia de empresas estatales, de inversión, de ministerios, de control social sobre las necesidades colectivas. No sé si estamos a tiempo para evitar la destrucción que vino a proponer Javier Milei, algo que planteó en las elecciones y lo lleva adelante en la acción gubernamental presente.
ME: ¿Considera que el rumbo político y económico que el gobernador bonaerense Axel Kicillof imprime a su gestión puede representar a futuro una expectativa de que Argentina vuelva a ser considerado para integrar los BRICS?
GF: Sí, el planteo de Kicillof que conoce la cartera económica nacional desde dentro y, por supuesto, ya después de mucho andar el distrito bonaerense, que es el más importante en materia económico social de la República Argentina, considero que cuenta con las herramientas y el criterio para llevar adelante una postura que reposicione a la República Argentina y, al mismo tiempo, la reinserte en la perspectiva de integrar los BRICS.
Para los BRICS estamos a tiempo. Para los dislates del gobierno argentino, las naciones BRICS han evitado dar respuestas fuertes, tienen paciencia y saben que un gobierno pasa. Al mismo tiempo, también es importante acelerar los procesos y definir el rumbo con nitidez para que no sea tarde. Vamos hacia la multipolaridad y esto Argentina debe plantearlo rápidamente. Ese planteo no se formula con intensidad desde la oposición y es necesario marcar ese «vamos hacia los BRICS, vamos hacia la multipolaridad».
ME: ¿Cuál es el aporte principal de «Fuentes seguras, la era de los BRICS+» para quienes buscan interiorizarse en política internacional?
GF: Como dijo uno de los analistas internacionales que se zambulló en el análisis del libro, estos tomos estudian este momento apasionante y describen, semana a semana, lo que va ocurriendo en el planeta desde el 2016 hacia acá, aproximadamente. Entre «Fuentes Seguras. El sendero de la multipolaridad» y el nuevo «Fuentes Seguras. La era de los BRICS+» uno puede entender cómo se ha modificado el horizonte geoeconómico mundial al punto de ir arribando hacia un panorama más equilibrado. Esto no es una solución de todos los problemas pero sí una aproximación, donde las naciones empiezan a tener un trato más razonable entre sí y queda muy evidenciado quiénes son los que necesitan de la guerra para poder avanzar.


En los dos tomos y en el último, con mucha precisión, a mi entender, se describe el traspaso del crecimiento industrial de las naciones centrales a la hegemonía de las corporaciones financieras lo cual, en definitiva, ha generado el hundimiento de las mismas. Por lo tanto, podemos decir que las naciones mencionadas en el BRICS crecen y han apostado a la inversión productiva, al desarrollo industrial y a la investigación científico técnica. Mientras que el centro occidental tradicional, Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania, caen y esto es irreversible. Este libro partido en dos logra narrarlo, estoy orgulloso de su realización.