Edición n° 3194 . 20/08/2025

Fuentes Seguras. Europa, debilitada, quiere reaccionar

Tras la reunión cumbre, Volodimir Zelensky, Ursula von del Leyden, Mark Rutte, Emmanuel Macron, Friederich Merz, Keir Starmer, Giorgia Meloni y Añlexander Stubb se lanzaron sobre Washington para intentar desmontar los avances de Donald Trump y Vladimir Putin.

Por Gabriel Fernández *

La reunión entre los presidentes Donald Trump, de los Estados Unidos, y Vladimir Putin, de la Federación de Rusia, cayó como una bomba de profundidad en Europa occidental. Toda la artillería regional está orientada a desarticular ese punto de partida hacia la paz; los referentes del (muy) Viejo Continente no perdieron el tiempo y se lanzaron con desesperación rumbo a la nación del Norte para expresar su descontento ante el rubicundo.

El dirigente de KievVolodimir Zelensky, llegó este lunes a Washington para participar de una cumbre con Trump, acompañado por los jefes de Estado de la Unión Europea (UE) y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El líder del Kremlin ya advirtió que su nación necesita controlar el Donbás —la región que abarca el este de Ucrania— a cambio de detener la ofensiva en el sur y suspender nuevos ataques.

Zelensky llega rodeado por la presidenta de la Comisión Europea, la cuestionada Ursula von der Leyen; el secretario general de la OTANMark Rutte; y los titulares de los gobiernos de Francia, Alemania y Reino Unido —Emmanuel Macron, Friedrich Merz y Keir Starmer—, además de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente finlandés Alexander Stubb.

Von der Leyen confirmó su presencia a pedido de Zelensky, en tanto Macron precisó que el encuentro pretende re asociar a Europa y los Estados Unidos para alcanzar una “paz justa y duradera que preserve los intereses vitales de Ucrania”. En esa dirección, Merz señaló que debatirá con Trump la necesidad de disponer un apoyo continuo para Kiev; desde Londres fuentes británicas adelantaron que Starmer ratificará su respaldo al planteo europeo.

Sin embargo, Trump ya movió el avispero con un mensaje en su red Truth Social. Allí afirmó que “Crimea no volverá a Ucrania” y que la adhesión de ese país a la OTAN está descartada. “Zelenski puede terminar la guerra casi de inmediato, si quiere, o seguir luchando”, aseveró, y con ironía celebró la inédita presencia de tantos líderes europeos en la Casa Blanca. Vale recordar que el norteamericano se mostró muy satisfecho con el cónclave que protagonizó junto a su colega euroasiático.

Zelensky, cual contracara, sostuvo que “la paz debe ser duradera” y narró que las concesiones del pasado —como la pérdida de Crimea en 2014 o los compromisos de seguridad de 1994- sirvieron como plataforma para nuevas agresiones rusas. “Los ucranianos luchan por su tierra y su independencia. Confiamos en que la unidad con Estados Unidos y Europa obligue a Rusia a una paz verdadera”, afirmó en su canal de Telegram.

Mientras tanto, el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, aseguró que hay un entendimiento preliminar con Moscú para ofrecer “robustas garantías de seguridad” a Kiev en caso de un eventual acuerdo de paz, en condiciones similares a las que tendría como miembro formal de la OTAN.

El debilitado presidente ucraniano, está realizando este lunes una “reunión preparatoria” con los gobernantes que lo acompañan para presionar a Trump, según confirmó la Comisión Europea. Antes de poner pie en la Casa Blanca, los líderes europeos pretenden que la coordinación con Europa resulte plena. Según Zelensky, Putin, quiere “humillar los esfuerzos diplomáticos” que tendrán luegar en el Salón Oval, tras una nueva oleada de ataques contra las regiones de Járkov, Zaporiyia, Sumi y Odesa. “Sabe que hoy en Washington se celebra una reunión para poner fin a la guerra”, alardeó el cómico de Kiev.

Para evitar un nuevo vapuleo en la Casa Blanca, a diferencia de su primer encuentro con Trump, esta vez Zelensky concurrirá arropado por los líderes de Alemania, Francia, Italia, Finlandia, la Unión Europea y la OTAN, que acuden a la reunión preocupados por el daño que un proceso de paz genuino puede causar a las corporaciones financieras que comandan sus Estados.

De hecho, la reunión entre Trump y Putin permitió alejar la perspectiva de una conflagración nuclear, aproximar el inicio de un proceso pacificador en la región conflictiva y, para escándalo de las megaempresas, el despliegue de acuerdos económicos infraestructurales entre las dos potencias. Esos pasos se registraron con la conformidad de la República Popular China, que viene insistiendo con su Iniciativa de Seguridad Global en la resolución dialogada de los litigios.

  • Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal