Edición n° 3170 . 27/07/2025

El modelo Milei y sus pocos amigos/Rebaja parcial de retenciones. El veto del aumento a jubilados 

Un discurso en la Rural plagado de odio a ex socios (Villarruel, Macri), rivales (CFK, peronismo) y a toda política de Estado

( Raúl Dellatorre/ Página 12/ Director de Motor Económico )Javier Milei utilizó este sábado la tribuna de la Sociedad Rural para marcar a fuego la frontera entre quienes acompañen su campaña para combatir al Estado y a conceptos demonizados como el de la justicia social, y aquellos otros que sigan pretendiendo hacer del gasto público y los impuestos una herramienta distributiva. Ratificó que vetará todas las leyes votadas por el Senado en la sesión especial del 11 de julio, incluído el aumento de emergencia a los jubilados. Y acusó anticipadamente de «genocidas» a quienes no acompañen ese veto. Denostó a las retenciones a las exportaciones agropecuarias, calificándolas de «extremadamente aberrantes», «una verdadera calamidad» y de ser una herramienta de «abuso sistemático de la política para expropiar a los argentinos de bien». Pero al momento de los anuncios, sólo redujo sus tasas en una quinta parte. 

Se había especulado previamente con el anuncio de la eliminación total de los derechos de exportación (retenciones) que pagan las ventas al exterior de carne de novillo y ternera (hoy sólo tiene retención cero la exportación de carne de vaca, de menor calidad), pero lo que se decidió fue apenas una reducción de la tasa. Para todo tipo de carne aviar y vacuna, la retencion pasará del 6,75% actual al 5%.

Milei también informó la reducción del 12 al 9,5% de la tasa de retenciones para el maíz y el sorgo, del 7,5 al 5,5% para el girasol; del 33 al 26 por ciento para la soja y del 31 al 24,5 por ciento para subrpductos de la soja (harina y aceites, los de mayor volumen exportable). 

El discurso de Milei lució excesivamente recargado de intolerancia hacia todo aquél que no estuviera estrictamente alineado con la rigidez de su mensaje. No tanto con su práctica, ya que en las últimas semanas el gobierno debió echar mano a distintas formas de intervención en el mercado financiero y cambiario) las que tanto abomina) para tratar de evitar que el dólar se le siga disparando. En cambio, la rigidez del discurso estuvo más alineado con el modo poco amable con el que La Libertad Avanza cerró las listas electorales con sus aliados en provincia de Buenos Aires. De hecho, como en ese cierre de listas bonaerenses, en el mediodía de la Rural la presencia de Karina Milei se mostró dominante. Acercándole comentarios al oído a su hermano durante el discurso del anfitrión, Nicolás Pino, o haciéndole leer algún texto de la pantalla de su celular, a lo que el presidente asentía sin comentar.

En ese juego de amigos / enemigos, varios mensajes de Javier Milei quedaron clavados como con alfiler en el tablero de su discurso. A la vicepresidenta, Victoria Villarruel, ausente sin aviso pero con versiones, no la nombró pero la aludió directamente. Uno de los ejes de su discurso fue la condena al impacto en el gasto público de las leyes votadas en la Cámara Alta el 11 de julio, que anunció que provocaría «un  genocidio, una matanza de nuestros jóvenes, los  condenaría a la pobreza», al provocar un incremento «dinámico» de la deuda de «350 mil millones de dólares a valor presente». Un cálculo ridículo que todos los presentes, honbres y mujeres de negocios, eligieron dejar pasar. Esa sesión había sido encabezada por Villarruel. 

«Se quizo justificar esos aumentos del gasto diciendo que se podían compensar con recortes de gastos en la SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado), ahora lq quieren desfinanciar, pero antes la querían manejar», tiró por elevación Milei a su vice, aludiendo al comentario en twitter de Villarruel sobre reducción en gastos del área, y la intención original de su compañera de fórmula (compromiso de campaña luego desatendido) de que personas de su confianza manejaran las áreas de seguridad y defensa en el entonces futuro gobierno. 

«Es increíble que quienes critican nuestros viajes al exterior sean los mismos que se gastan los viáticos del Congreso para fines personales, ya sea de paseo o políticos, es decir de rosca», lanzó Milei, respondiendo al otro recorte sugerido por Villarruel y a las frecuentes visitas que la vicepresidenta hace últimamente a dirigentes provinciales, incluso gobernadores. 

Tampoco la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner se salvó de ser aludida por el discurso del protagonista de la fiesta. Al tratar de caracterizar al conjunto del espacio político dividido únicamente en dos modelos opuestos, Milei subrayó que «no existe consenso político alguno respecto del campo. El Partido del Estado (como se refiere el presidente al peronismo y sus aliados) cree que ustedes (el sector rural) debe subordinarse eternamente a subsidiar a las decrépitas industrias infantes de la casta; creen que ustedes como sector no valen nada, que sólo extraen renta de un activo fijo: ¿recuerdan la fijación que tenía la doblemente condenada y ahora presidiaria con llamar «yuyo»al producto que había financiado toda su aventura colectivista?», arrojó Milei para regocijo y celebración de la emperifollada concurrencia. 

Nicolás Pino tampoco se privó de hacerse aplaudir utilizando a Cristina como víctima. Fue cuando, entre numerosos elogios y agradecimientos a su invitado, destacó la importancia de «la independencia de los tres poderes del Estado, por ejemplo la actuación independiente de la Justicia manifestada recientemente con el cumplimiento efectivo de la condena de una ex presidenta de la Nación». Fue ese el único momento de su discurso en el que Pino recibió una ovación del público.

En otros pasajes, en cambio, la palabra del presidente de la Sociedad Rural hasta pareció quedar inmersa en el abanico de expresiones cuestionadas en su discurso posterior por Milei. Pino había subrayado la responsabilidad del Estado en brindar acceso a la salud y a la educación, inclusive hacia los productores para darle acceso a las nuevas tecnologías. Extendió el reclamo a la necesidad de restituir el funcionamiento de Osprera, obra social de trabajadores rurales y estibadores, actualmente intervenida, y a la defensa de la existencia del INTA y Senasa. 

El dueño de casa también aludió a la necesidad del Estado de responder por «las obras comunes de infraestructura y logística, que permitan a los habitantes del campo una vida digna y acceso a comunicaciones y capacidad de transporte». A lo cual agregó que «no es viable un aumento de la producción si no hay caminos, líneas ferroviarias ni vías navegables para transportarlas», subrayando «el caso particular del mantenimiento de la Hidrovía, que debe ser licitado lo antes posible, reduciendo cargas y costos de servicios que hoy dañan en forma absurda la competitividad de los productos argentinos». 

Esta parte del discurso fue acompañada por enfáticos gestos de aprobación de Jorge Macri, sentado a la derecha del orador, del lado opuesto al que ocupaban Javier Milei, Luis Caputo y Karina Milei. Tanto al llegar, como al final de su discurso y así también al retirarse, el presidente Milei hizo ostensible su actitud de eludir el saludo del jefe de gobierno porteño, el máximo representante del PRO presente, incluso ignorándolo cuando el primo del ex presidente le ofreció la mano (ver foto que acompaña esta nota).