Durante septiembre, los salario subieron por encima de la inflación. La recuperación se desaceleró y consolida un nuevo piso.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer este martes el informe de evolución de salarios del mes de septiembre de 2024. En promedio, según el estudio oficial, las remuneraciones de los trabajadores se incrementaron un 4,7% durante ese mes, superando en 1,2 puntos porcentuales la suba de precios que el mismo organismo determinó en un 3,5% para ese mismo período.
La recuperación de los haberes, sin embargo, no resultó homogénea en todos los segmentos del mercado de trabajo, en tanto para los trabajadores registrados la mejora con relación al mes de agosto fue del 3,8%. Fueron los trabajadores no registrados los que, según el relevamiento del INDEC, obtuvieron una mejora superior a la media en tanto se recuperaron en términos absolutos un 10,4%.
La medición de los trabajadores informales surge del relevamiento que realiza el organismo a través de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). A diferencia del registro de los trabajadores formales -que surge de los registros que realiza a la AFIP, a partir de los aportes que efectivamente realizan las patronales mes a mes-, ese índice es resultado de lo que declaran las familias a los encuestadores. Por ese mismo motivo, el dato arrastra un rezago de cinco meses. La suba que se atribuye a septiembre, en realidad, refleja lo que ocurrió durante el mes de mayo de este año. Por eso, se trata de un registro con menor rigurosidad estadística y que, en definitiva, resulta válido para un análisis de largo plazo.
No todo lo que brilla es oro
Con todo, a pesar de la mejora en promedio registrada en el mes de septiembre, los salarios todavía arrastran una fuerte pérdida del poder adquisitivo que, desde la asunción del Gobierno, acumula un 5,7% en términos reales.
Es que mientras la suba de precios entre noviembre y septiembre fue del 153% los salarios se incrementaron solo un 138%, quedando quince puntos porcentuales por detrás.
Por lo mencionado anteriormente y con los déficits metodológicos señalados surge que, desde la asunción de este gobierno, los salarios de los trabajadores registrados arrastran una caída superior al promedio en tanto en términos reales cayeron un 6,8% como resultado de un rezago de poco más de 17 puntos porcentuales con relación a la evolución de los precios. Allí, sin embargo, la evolución es dispar. Los trabajadores del sector privado perdieron un 1,5% de su poder adquisitivo mientras los empleados del sector público resignaron más de un 16% por un rezago en sus haberes de 40 puntos porcentuales con relación a los precios.
Brutal caída de salarios desde septiembre 2023
La situación es aun peor si se observa la evolución interanual de los haberes en tanto a ese deterioro se adiciona la caída de los salarios sufrida entre los meses de septiembre y octubre cuando los precios sufrieron el impacto directo de la devaluación de un 25% resuelta por el entonces ministro de Economía Sergio Massa por exigencia explícita del FMI un día después de las PASO.
Contra septiembre de 2023 los salarios en promedio cayeron un 8,8%. Los registrados retrocedieron un 9,3% (un 3,65% los privados y un 19,2% los empleados públicos) mientras que los informales resignaron un 5,6% de su poder adquisitivo.
Más explotación
El mismo INDEC publicó semanas atrás el informe de Cuenta de Generación de Ingresos e insumo de mano de obra que exhibe la denominada distribución funcional del ingreso. Se trata de un cálculo que, a diferencia del informe de distribución del ingreso tradicional compara los ingresos de los hogares más ricos con los de los más pobres, mide la apropiación del valor agregado de las distintas clases sociales que intervienen en el proceso de la producción. Se trata, en definitiva, del informe que muestra la disputa por la renta entre el capital y el trabajo.
Allí surge que, en el segundo trimestre de este año, los salarios representaron apenas el 43,4% del valor agregado bruto cuando un año antes la apropiación de la clase trabajadora llegaba al 45%. El deterioro consolida una tendencia sistemática desde 2017 cuando, en el mismo período, las remuneraciones de los trabajadores representaban el 50,2%.
En el primer trimestre de ese año el porcentaje alcanzaba el 54,3%.
Desde entonces pasaron tres gobiernos durante los cuales, sin solución de continuidad, las ganancias empresarias se incrementaron con relación al Producto a expensas de los salarios de los trabajadores. Dicho de otra forma, se consolida un proceso de incremento de la productividad a partir de un incremento de la denominada tasa de explotación que mide la relación entre la apropiación de la plusvalía con relación a la inversión en salarios.