Cómo llegamos hasta acá. Acumulación financiera: de la periferia al centro. Los BRICS +, sus iniciativas, su potencial, sus problemas. Europa. Asia. África. Cereales. La tristeza. Teherán. Papa Francisco, mártires. Methol Ferré
(Por Gabriel Fernández *) Desde el origen del nuevo período, estas páginas reflejan cómo se desplazó la economía y cuales fueron las claves políticas en el rediseño del orden internacional. Entre la crisis financiera 2008 – 2010 hasta el presente, se desplegaron innúmeras situaciones hilvanadas, con razones profundas que fundamentaron su existencia. Han colisionado dos modelos; no estamos en un contraste de sistemas, pero si en una guerra entre esquemas de acumulación lo suficientemente profunda como para impulsar las transformaciones que se vienen observando y eclosionaron en el XVI Encuentro de los BRICS en Kazán.
NADA ES PARA SIEMPRE. La acción de las corporaciones financieras en el tramo final de la hegemonía del Consenso de Washington intentó perpetuarse agudizando la tendencia instalada. En toda la secuencia hubo ataques a los estados, penetración de los mismos, canalización de recursos de las zonas productivas hacia las rentísticas, desarrollo de la industria armamentística -lo cual promovió la generación de invasiones, guerras y conflictos en distintas regiones. El disciplinamiento de los estados, su absorción por el gran capital financiero y enseguida las sanciones contra aquellos que se plantaron con gesto soberano, terminaron por damnificar el poderío occidental.
Es difícil de aprehender debido al sentido común labrado por años, pero si los países periféricos fueron doblegados hasta el primer tramo del siglo en curso, los centrales padecieron un deterioro semejante en el reciente. Portadoras de una lógica de acumulación despojada de inversión y producción irrefrenable, las megaempresas succionaron los recursos de sus hogares fundacionales como si se tratara de dóciles territorios tercermundistas. Pero estos últimos, con un limpio sentido del humor, invirtieron los términos e iniciaron un proceso de quiebre para con sus rasgos subdesarrollados.
Así, impulsaron el fortalecimiento de sus estados, un alza inversora, la mejora de sus mercados internos, el incremento del comercio a nivel interior y exterior. Con esas premisas pusieron coto a las ansias del poder especulativo y reorientaron el crédito según las necesidades propias. Ante la coincidencia observada en varias zonas del planeta, iniciaron un sendero de asociación que las potenció. Hasta las naciones emergentes más musculosas –República Popular China, Federación de Rusia– comprendieron que a solas volverían a ser limitadas y borroneadas por el centro occidental y elaboraron finas tramas de confluencia mientras redactaban amables invitaciones para integrar sus cercanías.
Como las eras se entrelazan, esos estados echaron mano a entidades creadas en medio de la oscuridad. La Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) resultó vanguardia: su nacimiento, en junio de 2001, agrupó a China, Rusia, Kazajistán, Uzbekistán, Tayikistán y Kirguistán, con el vital interés de custodiar la seguridad regional, en medio del belicismo atlantista y la diseminación de bandas terroristas envueltas en auras religiosas pero orientadas por las grandes potencias. Andando el tiempo, esa construcción fue incluyendo a Afganistán, Bielorrusia, Irán, Mongolia, Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Turquía.
EL GRAN GRAN JUEGO. Luego nació el BRICS. Esta asociación política y económica de países emergentes, fue configurada como BRIC (Brasil, Rusia, India y China) en 2006. Tras un arranque pausado, enmarcado por una realidad mundial comandada por los Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y aliados europeos, fue cobrando fuerza en base a la imbricación de los intereses geoeconómicos de sus impulsores. El primer encuentro de la coalición se registró en Ekaterimburgo, Rusia, en el año 2009. Pocos meses después se incorporó Sudáfrica y se consolidó la sigla que se prolonga como identificación hasta hoy. Este 2024 se sumaron, en enero, Egipto, Emiratos Arabes Unidos, Etiopía e Irán. Y en la reciente cumbre de Kazán, lo hicieron Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Turquía, Uganda, Uzbekistán y Vietnam.
Es cierto que los BRICS se han constituido, en este andar, como espacio internacional alternativo al G7. Sin embargo, su carácter económico ha inyectado vigor a su presencia política global. Digámoslo así. Mientras puertas adentro del G7 los Estados Unidos y Gran Bretaña forzaron decisiones perjudiciales para sus propios asociados, como Alemania, Francia, Italia, aquellos que se aproximan a los BRICS obtienen beneficios comerciales, inversores y financieros. Allí es donde se percibe la distancia entre los modelos de acumulación y, evidentemente, en los resultados obtenidos por cada apuesta.
Son muchas las personas que no pueden creer lo que está sucediendo. Este cronista esboza algunas razones para esa negación. La propaganda mediática occidental, abrumadora y extendida, es la primera, pero los logros de la cultura estadounidense, especialmente representados a través del cine aunque también de otras instancias creativas de sumo valor, elaboraron una trama placentera que generó un anhelo de continuidad. Es obvio que la potencia del Norte no ha sido solo crimen y exacción; pasarán años, décadas, y sus mejores invenciones seguirán asombrando al mundo. Es probable que el imperio se desmorone; también, que de allí surja -con dificultades- una nación importante.
Seguimos. Las presiones del poder atlantista para que los aliados impongan sanciones contra Irán, China y Rusia han perjudicado la situación energética, financiera y productiva de los mismos. La provocación lanzada por la OTAN para forzar una contienda con Rusia aceleró el tranco: a decir verdad, los emergentes estaban más interesados en desplegar una evolución conjunta (este periodista insiste en evocar el Acuerdo entre China y Europa de diciembre de 2020) pero la rudeza de las corporaciones que dirigen esa entidad militar los llevaron a adentrarse en una práctica industrial sustitutiva, una vinculación financiera despegada del centro, una acción comercial con prioridades orientales.
Se sabe (pero a veces se olvida) que aglutinar delanteros no implica mayor capacidad de ataque. Los buenos tácticos valoran el armado que surge de tres cuartos defensivos, en proyección. Y si no es posible porque la zona está muy densa, resuelven saltar líneas.
A ver.
Al tiempo que los chinos mejoraron su dinámica productiva e integraron como nunca antes su mercado interno, sostuvieron su política de apoyo financiero mediante swaps -inaugurada hábilmente durante el desajuste del 2008-. Rusia también dimensionó su circulación local y diseñó una perfeccionada senda para la venta de sus combustibles. Como contracara, Alemania sufrió el atentado contra el Nord Stream -provocado por sus mismos aliados- y el conjunto de las naciones del Viejo Continente se vieron conminadas a trasladar recursos desde sus espacios productivos -estados desterritorializados mediante- hacia los mega bancos y las armamentísticas relacionadas con ellos.
La dimensión de este cónclave puede medirse a través de algunas iniciativas transformadoras que vale considerar. Rusia propuso crear una bolsa de cereales como plataforma comercial que utilizarán los mayores productores y consumidores del mundo. La iniciativa contribuirá a deshacerse de los intermediarios que operan en modo bolsas occidentales. Al presentar la iniciativa, Putin recordó el liderazgo de la nación euroasiática en las exportaciones de cereales a escala mundial. “Rusia es líder, y sus socios de los BRICS también están entre los primeros. Pero a pesar de ello, no pueden participar plenamente en la formación de los precios de los productos agrícolas básicos y se enfrentan a la manipulación de terceros países”, denunció
Con el planteo BRICS +, se atenuará la preponderancia estadounidense y se establecerán nuevos espacios destinados a analizar la fijación de precios. Putin argumentó que el BRICS está compuesto por importantes países productores mundiales de cereales, legumbres y semillas oleaginosas, y por tanto tiene las condiciones para crear una bolsa cerealera. La iniciativa fue aprobada por los restantes países socios. Su implementación se realizará en 2025 con Brasil cumpliendo el papel de presidente de la asociación.
La Unión de Exportadores de Cereales (RUSGRAIN) calcula que la bolsa de productos básicos de los BRICS consolida entre el 30% y el 40% de la oferta mundial de los principales cultivos de cereales. Además, un informe de la alianza de agosto de este año, señaló que los BRICS se posicionaron con el 40% de la producción mundial de cereales, con la implementación del Plan de Cooperación Agricola. La tendencia es creciente.
Si se repasa la lista de países miembros y asociados, es posible encontrar otro registro de interés. Africa está presente, a un nivel que jamás conoció en sus previas ligazones occidentales. Esto enlaza con el decurso reciente, pues los años cercanos han facilitado una apertura del vínculo con Eurasia que operó como prueba eficaz sobre modalidades y entendimientos. Hasta ahora, con dos ejes: los alimentos y la infraestructura. Es probable que en ese continente se perciban, en el corto plazo, crecimientos inesperados. Recibirán el mote de “boom” por parte de la prensa económica.
Cabe añadir que, como se anticipó en esta saga, no se dispuso resolución alguna sobre una moneda BRICS. Habrá incentivo a la comercialización dual, a la utilización del oro, a experimentos digitales, pero la disparidad entre los PBI representados en Kazán y entre sus composiciones internas, ha llevado a la razonable idea de acompañar procesos en vez de forzarlos. Una cosa es jugar rápido, otra jugar apurado. Y la experiencia del euro, con las complicaciones originadas sobre la mitad de las economías europeas, al menos, pesa en las mentes de los economistas del grupo multipolar.
LOS NUEVOS DESAFÍOS. Usted sabe, lector, que en estas Fuentes se marcan, junto al camino general, dificultades o errores parciales surgidos en las filas multipolares. Se han señalado con detalle y se lo seguirá haciendo porque, así como la historia no encontró su tope en el sentido liberal previo, tampoco ha concluido en Kazán. Hay nuevos conflictos, en verdad ligados a comportamientos históricos, pues la potenciación de los espacios productivos asociados no resuelve la totalidad de los problemas, aunque brinda herramientas significativas para forjar un panorama más equilibrado.
El desencuentro entre Brasil y Venezuela es uno de los nudos a desenredar. La deserción argentina permitió a Itamaraty subir un peldaño en su brasileñismo y atenuar el latinoamericanismo esbozado por Luiz Inacio Lula da Silva. Sobre todo, porque la presencia regional en los BRICS queda desequilibrada por la irrupción centroamericana y caribeña. La potencia vecina, cuya filosofía le impone jugar siempre un rol protagónico en las definiciones sub continentales, no ignora el potencial petrolero bolivariano y no está dispuesta a afrontar el crecimiento de la asociación multipolar cediendo influencia en el liderazgo de los componentes sureños.
El otro asunto a desentrañar se asienta en el oportunismo -previsible, pero siempre molesto- de Arabia Saudita. Mientras la monarquía de Ryad se asomaba a las puertas de los BRICS, sus jefes dialogaban a fondo con el viejo socio norteño para retomar acuerdos ligados a la producción del combustible. Como era de esperar, el conocimiento de los encuentros congeló la proximidad alcanzada con Irán -a través de China– y amoscó a la Federación anfitriona. Asimismo, puso en un nuevo punto de contrapeso la relación entre los BRICS y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En ambos casos, este narrador desea apuntar: nada de sacar conclusiones rápidas y pletóricas de calificativos (muchos argentinos se han especializado en la detección de “traidores”). ¿Porqué? Bueno, China no tiene en sus planes perder a Brasil ni a la OPEP. Veremos cómo se las arregla, pero el andamiaje conceptual que regentean Xi Jingpin y Wang Yi, ha salido de tenidas más ríspidas que las enunciadas.
De hecho, y para retomar la mirada translúcida, cabe señalar el histórico acercamiento alcanzado en la ciudad islámica rusa entre la potencia asiática, justamente, e India. Xi y Narendra Modi lograron un re encuentro de los países enfrentados en la guerra de 1962, vivificada entre 2017 y 2022. Si a la distancia el contraste fronterizo parece menor, al adentrarse en su desarrollo y sus significados se puede entender que tiene trascendencia para los actores directos, por motivos geoeconómicos, geopolíticos y culturales. La definición de trazo grueso es “La guerra por el Indico y el Himalaya”. Por eso, amortiguar la contradicción es percibida por todos como un logro apreciable.
Será preciso seguir con atención otros litigios. Entre ellos, los existentes entre Etiopía y Egipto por el agua. También, los variados vínculos de algunos miembros con Israel por un lado, y con Yemen, por otro. En simultáneo, se abre una pugna por inversiones diversificadas entre los Emiratos Arabes Unidos y Arabia Saudita. Vale preguntarse, además, qué hará India con el QUAD (alianza que incluye a los Estados Unidos, Japón, Australia) surgido en 2007 para limitar la incidencia china en el Indo Pacífico. En materia científico técnica, los BRICS tendrán que vertebrar la cooperación con aliados externos, todo un problema, para la elaboración de semiconductores.
De todos modos, las modificaciones estructurales son indetenibles. Los realineamientos se suscitarán desde esta nueva base.
TEHERÁN. Dos días atrás los espacios periodísticos se vieron sacudidos por una información que asomó con perspectivas de trascendencia. El Ejército Israelí informó haber concretado “ataques de precisión” contra objetivos militares en Teherán. La acción, según las fuentes oficiales de ese país, fue en respuesta a los lanzamientos de misiles efectuados por Irán el pasado 1 de octubre.
Con celeridad, fuentes oficiales de la nación persa aclararon que “las defensas aéreas enfrentaron con éxito un ataque israelí contra objetivos militares cerca de Teherán, en la madrugada del 26 de octubre”. Añadieron que esas defensas interceptaron y enfrentaron los actos de agresión llevados a cabo por “el régimen criminal, ilegítimo y falso de Israel”. La información completó que Israel intentó aumentar las tensiones en el conflicto lanzando ataques contra instalaciones militares en las provincias de Teherán, Juzestán e Ilam, lo que resultó en “daños limitados”.
El Ejército Iraní emitió posteriormente un comunicado a través del cual señaló que cuatro soldados habían muerto en el ataque. También instó a la población a “mantener la unidad y la calma e ignorar los rumores difundidos por los medios enemigos”.
A continuación, este periodista se puso en contacto con fuentes oficiales iraníes y este es el diálogo que se originó.
GF – ¿Qué sucedió realmente? Hay muchas versiones circulando sobre el ataque israelí a Teherán.
Fuente – Hubo un ataque en tres provincias. El ataque fue repelido en gran porcentaje y provocó daños mínimos. Lamentablemente hay cuatro mártires del Ejército Iraní. La agresión fue realizada por aviones del Ejército de Israel desde el espacio aéreo iraquí, sin el permiso de Irak, o sea, bajo el paraguas norteamericano que se mantiene en esa zona. Como ataque resultó bastante débil, se lo puede calificar como fracasado. Esto lo reconoce incluso la prensa israelí. Irán se reserva el derecho a responder en el tiempo y la forma que decida, en proporción a los daños que puede haber provocado el ataque. La vida en Teherán sigue normal, sin situaciones dramáticas. Los problemas más serios siguen estando en Palestina y el Líbano.
GF – ¿Cuál es el trasfondo de la decisión israelí de atacar Teherán?
Fuente – Realizar propaganda que lo re posicione ante sus aliados y mejore el estado de ánimo de sus tropas, muy alicaído en las semanas recientes. El Ejército Israelí no está muy bien, Netanyahu y su gobierno tienen mucha presión porque están fracasando en todas las líneas. El desprestigio creciente de Israel es proporcional a la mejora internacional de la imagen iraní. Las matanzas en Gaza son consideradas ya como el genocidio del Siglo XXI y están en los medios de todo el mundo. Ahora se empieza a ver que los ataques sobre el Líbano no son otra cosa que asesinatos contra la población civil. Continúa funcionando el Eje de la Resistencia a pesar de los atentados más recientes.
EL PAPA FRANCISCO. Quien volvió a meter la cuchara en el asunto, con alguna novedad significativa, fue el Papa Francisco. En un mensaje emitido desde el Vaticano, precisó que, desde hace meses, en Tierra Santa “asistimos a una creciente estela de hostilidad y vemos morir ante nuestros ojos a tantos inocentes”. “Todo este sufrimiento, la brutalidad de la guerra, las violencias que esta desencadena y el odio que siembra también en las generaciones futuras deberían convencernos de que toda guerra deja al mundo peor que como lo había encontrado. La guerra es un fracaso de la política y de la humanidad, una claudicación vergonzosa, una derrota frente a las fuerzas del mal”.
El Papa instó hoy a rezar por el fin de las guerras vigentes en varias partes del planeta. Entonces, mencionó a la “martirizada Palestina“, primera vez que usa esta palabra para referirse a los territorios agredidos por Israel. “Seguimos rezando por las poblaciones que sufren a causa de la guerra. La martirizada Palestina, Israel, Líbano, Ucrania, Sudán, Myanmar”, dijo el pontífice en su homilía dominical del Ángelus ante los fieles en la plaza San Pedro del Vaticano.
Jorge Bergoiglio planteó que “en lugar de hacernos ilusiones de que la guerra pueda resolver los problemas y llevar a la paz, debemos ser críticos y vigilantes respecto a una ideología hoy lamentablemente dominante, según la cual «el conflicto, la violencia y las rupturas son parte del funcionamiento normal de una sociedad”. “Están en juego siempre las luchas de poder entre los diferentes grupos sociales, los intereses económicos partidistas, los malabares políticos internacionales que apuntan a una paz aparente, huyendo de los problemas reales”.
Es necesario, por tanto, “un renovado compromiso para construir un mundo pacífico” por parte de todos: creyentes, no creyentes, personas de buena voluntad. “¡No dejemos de soñar con la paz y de construir relaciones de paz!”, exhortó el argentino. “Pienso en todos los que sufren, en Israel y Palestina, en los cristianos, los judíos y los musulmanes”.
“Pienso en la urgencia de que desde los escombros de Gaza se tome por fin la decisión de detener las armas y, por ello, pido un alto el fuego. Pienso en los familiares y rehenes israelíes y pido que sean liberados lo antes posible. Pienso en la población palestina y pido que esté protegida y reciba toda la ayuda humanitaria necesaria. Pienso en todos los desplazados por los combates, y pido que sus casas sean pronto reconstruidas para que puedan volver en paz.”
Sirve bajar un cambio y preparar el mate. Absorber la rica infusión sureña puede resultar más sencillo que beber de un trago el volumen de los cambios que se deslizan sobre el globo. En el tramo posterior a la lectura de esta secuencia, cabe tomarse un rato de serena reflexión, sin atender los dispositivos que suenan y vibran en derredor. Dicen muchas cosas, pero son pocas las que contienen una dimensión de fuste.
Es probable que los mejores anhelos solo puedan concretarse si los protagonistas del primer bloque informativo de estas Fuentes logran coronar sus esfuerzos.
Asociaciones de estados industriales.
Lo anunció, bastante tiempo atrás, el argentino oriental Alberto Methol Ferré.
Eso es mirar lejos.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal