El Gobierno se anota un poroto en la disputa con la oposición y muestra fortaleza en la negociación con el FMI. El acuerdo cambia el rumbo fiscal respecto del texto firmado en 2017.
El presidente Alberto Fernández firmó el «Consenso Fiscal 2022» junto a los representantes de todas las provincias del país, con excepción de la Ciudad de Buenos Aires. El documento elimina la reducción impositiva gradual que había definido la gestión de Mauricio Macri en 2017 y establece topes, en línea con las alícuotas hasta ahora vigentes. Además, da impulso para aplicar impuestos sobre la herencia, aunque la decisión final sobre modificar tributos recae sobre los ejecutivos provinciales. Gobernadores opositores salieron a aclarar que no van a aumentar los impuestos y los jefes distritales oficialistas celebraron la medida. La UIA criticó que «el acuerdo implica una mayor carga sobre el sector productivo».
El acuerdo fiscal entre Nación y Provincias tiene como telón de fondo la negociación que encabeza el ministro de Economía, Martín Guzmán, con el FMI. La firma del consenso no sólo puede mejorar el desempeño fiscal general, que es una obsesión del Fondo, sino que además permite al Gobierno recuperar iniciativa política y mostrar fortaleza, al igual que como pasó en Diputados con la modificación de Bienes Personales, luego del traspié del Presupuesto, cuya sanción fue frustrada por la oposición.
«Sirve mucho en la discusión con el FMI, proyecta al futuro en términos fiscales racionales, y con el consenso de todos los gobernadores», dijo en su discurso el presidente Fernández, acompañado por Guzmán, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro del Interior, Eduardo «Wado» De Pedro. «Nos hemos propuesto como un objetivo buscar la progresividad del sistema recaudatorio para que paguen los que más tienen y dejen de pagar los que menos tienen, y que podamos poner en discusión en 2022 un impuesto como el Impuesto a la Herencia«, agregó el mandatario.
El nuevo Consenso Fiscal entierra definitivamente las líneas del acuerdo que fue motorizado por el presidente Mauricio Macri en 2017. Ese escrito planteaba una baja gradual de la presión impositiva por los años siguientes, aunque la crisis económica que comenzó en 2018, junto al cambio de Gobierno y la pandemia, dieron vuelta los números y el color de la iniciativa. La suspensión de aquel acuerdo que aplicó Alberto Fernández al asumir a fines de 2019 permitió a las provincias mejorar sus finanzas. Con el consenso 2022, se profundiza el cambio de rumbo respecto de las líneas que había trazado Macri.
El acuerdo también suspende los juicios vinculados al régimen de Coparticipación Federal y se establece un cronograma de devolución de fondos a las provincias a partir de enero de 2022.
El acuerdo
Ingresos Brutos. Uno de los puntos más fuertes del texto es la determinación de alícuotas máximas de Ingresos Brutos (IIBB), algunas de las cuales están por encima de los valores actuales, lo cual implica que se abre un espacio para potenciales aumentos. Las tasas máximas van del 0,75 por ciento en la agricultura y ganadería, pesca y minería hasta el 9 por ciento en la intermediación financiera. El impacto recaudatorio depende de dónde está parada cada Provincia en determinada actividad y qué decisión política adopte.
El nuevo acuerdo supone un nuevo techo de IIBB, superior al que estaba previsto para el año que viene según el acuerdo de 2017. Pero por lo general se mantienen las alícuotas en relación a la situación actual. Tal es el caso de la industria manufacturera, que mantiene el 1,5 por ciento en lugar de quedar exenta, como decía el texto de 2017. También se mantiene en comercio (5 por ciento), 0,75 por ciento para actividad primarias y 4,0 para servicios públicos residenciales.
Sellos y automotores. Se define una alícuota máxima del 3,5 a la transferencia de inmuebles y 3,0 a la transferencia de automotores.
Exportaciones. Otro de los puntos del acuerdo es «mantener desgravados los ingresos provenientes de las actividades de exportación de bienes, excepto los vinculados con actividades mineras o hidrocarburíferas».
Comercio electrónico. El texto prevé una serie de pautas para definir cuándo una transacción electrónica debe tributar, tanto cuando hay involucrados dos sujetos radicados en el país como cuando media una empresa extranjera.
Herencia. «Las Provincias y la CABA, dentro del transcurso del año 2022, procurarán legislar un impuesto a todo aumento de riqueza obtenido a título gratuito como consecuencia de una transmisión o acto de esa naturaleza. El mismo alcanzará el enriquecimiento que se obtenga en virtud de toda transmisión a título gratuito, incluyendo: herencias, legados, donaciones y anticipos de herencia», dice el texto.
Este tributo funciona en la provincia de Buenos Aires desde 2011. Su base imponible es el monto de la herencia y la alícuota crece en función del patrimonio en cuestión y del grado de parentesco. Las alícuotas van desde 1,6 por ciento a 6,4 por ciento, con un mínimo no imponible de 1.344.000 pesos en el caso de que los herederos sean padres, cónyuges o hijos. También hay exenciones, totales o parciales, en caso de viviendas, si es que se trata de bien de familia o única propiedades.
Gasto. Se establece que el gasto podrá crecer a lo sumo igual a la tasa de incremento del PBI, mientras que la deuda provincial no se puede usar para financiar gastos corrientes.
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