Magistrados de la Corte Suprema, Casación y federales porteños estuvieron en la villa más grande de La Matanza, invitados por Monseñor Oscar Ojea, para tomar conocimiento de las necesidades de los vecinos de los barrios populares.
Una nueva convocatoria de la Pastoral Judicial se realizó en la parroquia San José de la diócesis de San Justo, La Matanza donde funcionarios judiciales respondieron al llamado de Monseñor Oscar Ojea, obispo de San Isidro, para tomar contacto estrecho con vecinos y vecinas de los barrios populares y poder tener un conocimiento directo de sus conflictos y necesidades de acceso a la justicia frente a la marginación social.
La jornada, que presentó como ejes la baja de la edad de imputabilidad, el hambre y el avance del narco en las periferias ante la ausencia del Estado, tuvo también como anfitrión a Eduardo “Gallego” García, titular de la diócesis de San Justo. Se realizó en el Polideportivo Papa Francisco, en lo que hasta hace cinco años era un inmenso basural pegado a la estación de tren Villegas, que asiste con techo y comida a más de 1.500 personas.
Una de las personalidades más importantes que estuvo presentes fue Julio Conte Grand, el Procurador General de la Provincia de Buenos Aires, quien manifestó que «es imprescindible destacar la necesidad de proteger a los más chicos, a los más vulnerables porque son los que más nos necesitan y este ministerio público tiene ese mandato desde que yo preste juramento en el año 2016″.
También estuvieron presentes los magistrados de la Cámara Federal de Casación Penal, Alejandro Slokar y Ángela Ledesma, el juez Andrés Gallardo y la Defensora de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación, Marisa Graham. También participaron los fiscales Paloma Ochoa, Laura Roteta, Laura Mazzaferri, Alejandro Alagia, Javier de Luca, Andrés Madrea y Federico Domínguez.
También participaron rectores de la Universidad de La Matanza y de Hurlingham, y dirigentes sociales, entre ellos el secretario general de la UTEP, Sebastián «Peluca» Gramajo.
Para cerrar el encuentro el presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Oscar Ojea llamó a pensar «dinámicas de trabajo que contribuyan a sacar a los chicos de las drogas y las adicciones, en esta situación de abandono de un estado activo que facilita el poder de los narcos que está creciendo cada vez más en los barrios”. En este sentido advirtió que a pesar del trabajo de la Iglesia “sigue siendo importante un Estado activo”.
Una convocatoria que ya se hizo habitual
Los encuentros entre funcionarios judiciales y la periferia eclesial se iniciaron en el mes de mayo en la villa del Bajo Flores, más precisamente en la parroquia María Madre del Pueblo. Allí los anfitriones fueron Pedro Cannavó, hoy nuevo obispo auxiliar porteño, y el obispo Carrara. Mientras que el segundo encuentro ocurrió a fines de junio, en la periferia de la ciudad de La Plata, en el Hogar del padre Cajade.
El titular de los obispos, Óscar Ojea, que lleva casi siete años gobernando la Conferencia Episcopal, en septiembre de 2018 le predicó a una treintena de funcionarios judiciales sobre la justicia, la corrupción, las cárceles y la misericordia.
