El Indec publicó el coeficiente de Gini correspondiente al primer trimestre del gobierno de Javier Milei el cual se ubica en el número más alto desde 2016.
La desigualdad por ingresos alcanzó su nivel récord en 16 años como consecuencia del aumento del desempleo y el impacto de la inflación, según un informe sobre Distribución del Ingreso publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El organismo dio a conocer los resultados del último coeficiente de Gini, un sistema internacional que aplica cada país para medir la desigualdad de los ingresos entre sus habitantes. De acuerdo al mismo, el 10% de los hogares con mayor ingreso per cápita familiar concentró el 27% del total del ingreso.
«El coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar de las personas fue de 0,467 para el primer trimestre de 2024, mientras que en el mismo trimestre de 2023 el valor fue de 0,446, lo que muestra un importante aumento de la desigualdad en la comparación interanual«, señaló sobre este valor que representa el más alto desde el segundo trimestre de 2016.
En ese sentido, agregó: «La brecha calculada entre la mediana del decil 10 y el decil 1 de ingreso per cápita familiar de la población fue de 15. La brecha de la mediana aumentó un punto, tanto en la comparación interanual, con respecto al primer trimestre de 2023, como en relación al último trimestre con aguinaldo».
Indec
Además, el relevamiento reflejó que el 62,2% de la población total percibió algún tipo de ingreso, cuando hace un año ese porcentaje era del 62,6%. El ingreso promedio fue de $369.085, lo cual implicó un incremento interanual del 198%, contra una inflación interanual que en marzo rozó el 290%.
Respecto a la población ocupada, se registró un ingreso promedio de $350.593. Mientras el ingreso promedio de los primeros cuatro deciles de la población (los más pobres), fue de $118.759, el ingreso promedio del estrato medio (deciles del 5 a 8) fue de $329.826, y el ingreso de los deciles 9 y 10 fue de $855.881.
En términos de aumentos anuales, la denominada clase baja obtuvo una mejora nominal del 176%, la «clase media» percibió un incremento del 186% y en la «clase alta» el ajuste fue del 230%. Este índice demuestra que, aunque la inflación pulverizó el poder adquisitivo de toda la población, los más perjudicados fueron los sectores más necesitados.