Cerca de las 22:00 horas Gabriel Boric llegó al escenario callejero, montado frente a la Biblioteca Nacional, en el centro de Santiago, para dirigirse a la ciudadanía tras vencer holgadamente a su contendor, José Antonio Kast, en el balotaje de este domingo por casi un millón de votos que lo convierte en el próximo Presidente de Chile.
En ese momento, las calles de los lugares emblemáticos del país lucían abarrotadas de gente celebrando una victoria que tras el 21 de noviembre, en primera vuelta, parecía esquiva.
Su llegada al lugar redundó en un espontáneo instante de exultante felicidad, sentimiento que se repitió en decenas de localidades, mientras Gabriel Boric se aprestaba a dirigirse a la ciudadanía.
Cuando el reloj marcaba las 21:53 horas y el Servel certificaba 55,86% para su candidatura, quedándose con 4.608.362 votos, en desmedro de Kast, que sumó 3.641.819 respaldos ciudadanos y se hizo del 44,14%, el Presidente electo se subía al escenario y se aprestaba a comenzar su histórica alocución como el mandatario electo con mayor adhesión popular en la historia del país.
«Buenas noches Chile», dijo antes de saludar en mapudungun, luego de lo cual agradeció emocionado el respaldo ciudadano, aludiendo al compromiso de los chilenos con la democracia. Habló de quienes «se hicieron presentes, mostraron su compromiso con este país, que es de todas y de todos, también a quienes quisieron ir a votar y no pudieron por los problemas de transporte público, eso no puede volver a ocurrir», dijo aludiendo a una de las situaciones complejas de la jornada.
Lo que vino después fue agradecer también la adhesión de las organizaciones sociales e incluso el voto chileno en el extranjero. «Este compromiso será importante durante cada uno de los días de nuestro gobierno», sostuvo antes de reconocer el fundamental rol de su jefa de campaña de segunda vuelta, Izkia Siches, quien se desplegó a lo largo de país para conseguir los votos que le faltaron para ganar la primera vuelta y abrochar el balotaje con más certezas que dudas. Como terminó ocurriendo.
«Hemos mirado a lo largo de país a los ojos de los niños y niñas de Chile», aseguró, hablándole a los menores de edad que lo apoyaron en su campaña a La Moneda con diversas manifestaciones de cariño.
Las mujeres tuvieron un momento importante de su discurso también, a quienes comprometió un rol protagónico en su administración.
Tras reconocer también a sus contendores, mencionó a cada uno de ellos. Incluso a su adversario de esta jornada, instante en que una evidente silbatina se apoderó del lugar. «Sí, también a José Antonio Kast», dijo en tono firme, asumiendo el desafío que enfrentará de dialogar con quienes serán oposición a su gestión.
«Vamos a ir avanzando a pasos cortos, pero firmes»
«Vengo del sur, de Magallanes y tengo 35 años, tengo claro que la historia no parte con nosotros», declaró Boric antes de hacer una convocatoria transversal a contribuir a su administración. «Compatriotas, seré el Presidente de todas y todos los chilenos», dijo mientras se empezaba a escuchar fuerte el clamor por la liberación de los presos del estallido social.
«He hablado con las familias y tenemos muy claro lo que tenemos que hacer», anunció.
Posteriormente abordó el tema de la revuelta, asumiendo que las demandas sociales son un imperativo país. «Sabemos de las demandas por justicia y dignidad. Vamos a ir avanzando a pasos cortos, pero firmes», dijo, apelando a la necesidad de establecer una coalición de gobierno que logre dialogar con todos los sectores, asumiendo que la nueva configuración política nacional así lo amerita.
Y a renglón seguido apuntó a las arcas fiscales, diezmadas severamente por el impacto de la crisis sanitaria. «Vienen tiempos difíciles», dijo, apuntando a la necesidad de levantar la alicaída economía tras el impacto de la pandemia del Covid», intentando aterrizar al electorado en momentos en que las proyecciones para el año próximo no son auspiciosas.
«El respeto a los DD.HH. es un compromiso inclaudicable»
El ámbito de los derechos humanos también estuvo presente en este primer mensaje de Boric a la nación, ahora como Presidente electo. «Que se escuche en todo el mundo que el respeto a los DD.HH. es un compromiso inclaudicable», comprometió. Y sobre las violaciones a los derechos humanos durante la administración de Sebastián Piñera a causa de la revuelta social, no dejó lugar a dudas. «No nos cansaremos de buscar verdad, justicia, reparación y no repetición», dijo al tiempo que volvió a cuestionar el momento en que Piñera, «le declaró la guerra a su pueblo».
La salud fue otro de los pilares de su discurso, lo mismo que las pensiones, una deuda pendiente en nuestro país. Habló también de crecimiento y distribución justa de la riqueza, dejando claro que las «AFP son parte del problema», Y, en consecuencia, «vamos a defender un Chile sin AFP», declaró.
«Vamos garantizar los derechos de los trabajadores para construir un sistema decente», dijo antes de dirigirse a las mujeres, también comprometiendo un sistema de protección y respaldo de la maternidad y la crianza responsable y garantizada. «Para dejar atrás la herencia patriarcal de la sociedad», sostuvo.
«La emergencia de seguridad que estamos viviendo es una tema, hacer de nuestro barrios libres del narcotráfico, va a ser una prioridad en mi gobierno», declaró posteriormente. Y enumeró otras prioridades como el abordaje urgente de la crisis climática no es una invención. «No podemos mirar para el lado cuando nuestros campesinos y agricultura no tienen agua», dijo apuntando a los intereses de privados en su desmedro.
En este ámbito, reafirmó su compromiso con el cuidado del medioambiente dejando clara su oposición al cuestionado y polémico proyecto Dominga, cuya venta implicó negociaciones privadas de Sebastián Piñera a través de sus empresas.
«No todo puede hacerse al mismo tiempo»
Intentando aterrizar la expectativa ciudadana, fue claro. «No todo puede hacerse al mismo tiempo», dijo. Sin embargo, asumió un compromiso significativo. «Nuestro gobierno va a estar permanentemente con su pueblo, con nosotros a La Moneda entra la gente, la esperanza le ganó al miedo. Vamos a avanzar en derechos sociales más allá de la billetera. En nuestro gobierno las mujeres no retrocederán en derechos que han avanzado a lo largo de la historia», dijo aludiendo a diversas materias de interés público.
«Vamos a avanzar, reconociendo a los pueblos originarios», anunció al tiempo que le entregó todo su respaldo al trabajo liderado por Elisa Loncon para dotar a Chile de una nueva Constitución.
Habló de comunicación con el mundo empresarial, relevando la necesidad de un sistema de vida digna para los chilenos. «Porque en Chile, el chancho está mal pelado», reconoció.
Sobre el resultado de las parlamentarias en la elección de noviembre también habló. Y tuvo palabras para los integrantes de su desafiante misión. «El Congreso dividido lo veo como una oportunidad para unirnos en gestas por el país», planteó apelando a la necesaria consolidación de consensos con todos los sectores políticos, asumiendo la nueva y variopinta configuración del Poder Legislativo.
«Seré un Presidente que cuide la democracia, no que la exponga»
Finalmente, el Presidente Boric abordó el liderazgo que busca tener desde La Moneda. «Seré un Presidente que cuide la democracia, no que la exponga (…) Sabemos que hay justicia para ricos y pobres, nunca más podemos permitir que los pobres paguen las desigualdades de Chile», dijo en medio del clamor popular desde un escenario en el que lo acompañaban miles de personas.
«No vamos a recular nunca en nuestros principios para que la dignidad llegue a todos lados. Los invito a que vayan a sus casas con la alegría de la victoria limpia alcanzada» dijo al cerrar su discurso, apelando a una celebración mesurada, pero merecida. «Las decisiones se van a tomar en La Moneda, en conjunto con la gente. Dejaré lo mejor de mí para poder estar a la altura de la confianza que me han entregado. La palabra final, fue la que ha marcado su sello en el servicio público. «Seguimos».