Iván Cussi, dirigente gremial de la Asociación Obrera Textil de Rosario, precisó que a nivel nacional ya hubo casi 800 despidos y unas 7.000 suspensiones
La industria textil argentina es uno de los sectores afectados por la nueva política económica, especialmente por la apertura de las importaciones. El ingreso de indumentario puso en jaque a las firmas nacionales. Grandes, medianas y pequeñas empresas están suspendiendo y despidiendo trabajadores. Iván Cussi, dirigente gremial de la Asociación Obrera Textil de Rosario, precisó que a nivel nacional ya hubo casi 800 despidos y unas 7.000 suspensiones.
El último informe de la Federación de Industrial de Santa Fe (Fisfe) sobre actividad fabril durante marzo indicó una baja del 18,6% en el sector “Prendas de vestir» de la provincia.
“Las empresas están atravesando el cambio de gobierno, de las políticas, y no saben cómo pueden seguir adelante con esto hoy en día. Estamos teniendo muchas fábricas que están suspendiendo, están despidiendo, hay retiros voluntarios porque no pueden afrontar la situación”, resaltó.
El crítico escenario está afectando a todos por igual. Grandes empresas o pymes viven una situación similar. “Hay fábricas que directamente al tener un stock de producción paran y empiezan a suspender los turnos. Ese es uno de los problemas. Las pymes, las más chiquitas que son las que también dan mucho trabajo a los operarios textiles, no le queda otra que achicar personal, incluso cerrar”, apuntó sobre la realidad que ya registra a nivel nacional “casi 800 despidos y casi 7.000 suspensiones”.
Nada está siendo fácil, ni para empresarios ni para trabajadores. En ese sentido, Cussi destacó: “A veces nos sorprende el esfuerzo de algunas pymes, otras no pueden tener la espalda de sostener esta situación”.
El dirigente contó que, por el momento, en la ciudad se están realizando algunos acuerdo de parte, para no llegar al Ministerio de Trabajo. “Los trabajadores son consciente también de lo que se está atravesando y se llegan a hacer acuerdos de un 75% u 80% del salario, depende lo que pueda ofrecer la empresa al operario. Se hace un esfuerzo para que podamos salir adelante. Todos quieren
laburar, la industria nacional siempre fue trabajadora y quiere salir adelante pero este gobierno perjudica a la industria porque trae todo de afuera y la mano de obra se pierde”, reseñó sobre un sector que emplea mano de obra calificada y que trata de no desprenderse de su fuerza laboral ya que es un oficio que lleva tiempo aprender.
Uno de los grandes inconvenientes del sector es la apertura de las importaciones. “Siempre se importó pero ahora con este cambio se puede importar más y afecta mucho. En la época cuando estaba Menen también lo
sufrimos, se traía todo de Brasil, pero no tanto como esto”, subrayó Cussi.
En este contexto no hay mucho margen para reclamar aumento salarial y recomponer ingresos para enfrentar la inflación que se disparó desde diciembre de 2023. El dirigente contó que se negocia en paritaria un aumento pero “la situación de la industria no te deja llegar a pelear un poco más como en otro tiempo”. Dijo que “siempre se está tratando de conseguir lo mejor para los trabajadores pero hoy las plata no alcanzan para nada aunque saques un 10, 20 o 30% de aumento”.
Cussi apuntó también que el movimiento obrero en su conjunto se organiza frente a la crisis. “Con el movimiento obrero, CGT Rosario y conjuntamente con la Juventud Sindical se está tratando de hacer reuniones continuamente con todos los gremios, tratando de darle una mano al gremio que esté afectado, tratando de buscarle la vuelta también a nivel nacional. Esto está afectando no a un gremio si no a todos en general”, reseñó y relató que hay un fuerte impacto en las obra sociales por el alto precio de los insumos, los medicamentos, ortopedia y todo se complica mucho cuando “una empresa que anda mal no te paga la obra social, se atrasa”.