Luego de acompañar a la CGT el Dia del Trabajador, empresarios de la provincia irán por su cuenta a las puertas del Senado para pedir que no se apruebe un régimen que «destruirá la industria nacional».
“No estamos en contra de un régimen de inversiones, estamos en contra de este régimen.” La postura de las PyMEs bonaerenses llegará a las puertas del Senado de la Nación. Un colectivo de cámaras empresariales con Industriales PyMEs Argentinos (IPA) a la cabeza, marchará contra la Ley de Bases y el Régimen a las Grandes Inversiones (RIGI). Representantes del sector aseguraron que ya hay un “aluvión” de importaciones y que temen por un desenlace similar a los años noventa: una ola de despidos.
“El RIGI es menos industria, menos desarrollo, más desempleo, más pobreza y más indigencia, porque es la transformación de un país medianamente industrial en un país primarizado y de depredación de nuestros recursos naturales con severos problemas ambientales en los treinta años de estabilidad de los que gozaría.» La definición no es de una central obrera, sino que pertenece a Gustavo Castells, Secretario de IPA, y empresario del rubro petrolero con una industria asentada en Cañuelas.
Este martes 14 de mayo a las 11 de la mañana, Castells estará frente al Congreso para pedir que no se sancione definitivamente el RIGI. Para el empresario, en caso de aplicarse este régimen, grandes capitales se verán beneficiados con facilidades impositivas para importar y exportar, lo que condenará el futuro de las pequeñas empresas nacionales que afrontan, desde que llegó Javier Milei, un aumento de 10 puntos en el Impuesto PAIS para conseguir insumos del exterior.
Efectivamente, según el texto de la Ley Bases, capitales por montos de 200 millones de dólares tendrán facilidades impositivas durante sus primeros tres años tras ingresar al país. Luego de ese período, durante treinta años, no deberán tributar tanto por importar o exportar bienes terminados nuevos, usados, o directamente insumos.
Y no son las PyMEs las únicas que perciben la conflictividad del RIGI. En las últimas horas, el diputado marplatense Gustavo Pulti, presentó una declaración de rechazo al régimen mileísta en la Legislatura.
Desde la mirada del legislador, el «favorece el lavado, atenta contra la industria, entrega la soberanía jurídica y viola facultades provinciales».
A pique
Con este escenario, la movilización tiene como objetivo, además, visibilizar un universo de datos que siguen llegando desde distintos organismos y entidades sobre el desplome de la actividad industrial. Tal como mencionó el ministro de Economía de la provincia, Pablo López, la industria bonaerense tuvo su peor enero desde que se tenga registro con una caída en la actividad del 15,6 por ciento, último dato provincial que se concoce del 2024.
A esto se le agrega que, con los datos de marzo, se observa que la caída interanual en la producción de cemento para la construcción experimentó una caída del 43 por ciento en la provincia. Con el mismo parámetro interanual, en marzo de este año se observó que la producción de vehículos cayó cerca del 24 por ciento.
Recientemente se conocieron de parte del INDEC los datos nacionales del tercer mes del año. En términos interanuales, la caída de la industria manufacturera estuvo por encima del 21 por ciento. El desplome más pronunciado se dio en el rubro de muebles y colchones, con una baja del 40 por ciento.
Esto lo confirma Roberto Ventimiglia de Muebles y Sillones.com. Quien, a su vez, preside el Polo de Hudson donde prima la venta de muebles de fabricación nacional, advierte que, a esta altura del año y tras el ingreso indiscriminado de productos finalizados desde Asia, “no sabe si cerrar sus puertas y ponerse a importar, porque esto ya se vivió, pero nunca tan de golpe”.
“La inflación se baja con más producción”
El RIGI es uno de los polémicos capítulos que integran la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos impulsada por el presidente Javier Milei. Hace unos días obtuvo la media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación y está a la espera de conseguir dictamen de comisión en el Senado para llegar al recinto. Allí, según las declaraciones de varios senadores, el Gobierno nacional tendrá más dificultades para conseguir los apoyos necesarios para darle sanción definitiva.
Según su lectura de la norma, Castells asegura que el régimen de Milei no distingue los sectores de la economía donde se aplica, abre el juego para la importación de maquinarias y equipos nuevos y usados sin tener que pagar impuestos lo que desincentiva directamente la producción local. “Si siguen por esta dirección se destruye, entre otros, la industria metal mecánica”, señala el dirigente.
La visión de Castells coincide con el último informe del Centro Economía Política Argentina (CEPA) que sostiene que en el régimen que propone la Ley de Bases no hay priorización de sectores, preferencia por capital nacional, exigencia de venta de producción en mercado local o requisito de contenido de industria nacional.
De todas maneras, las desregulaciones firmadas por Milei en el DNU 70/2023 ya tuvieron consecuencias premonitorias del RIGI. “Nos vemos afectados por las importaciones y es imposible competir con países asiáticos, donde los costos están muy por debajo de los nuestros”, remarca Ventimiglia.
Fabricante de muebles de madera, sostiene que en los últimos dos o tres meses se levantaron las barreras y no paran de llegar contenedores con productos terminados de China y otros países. “Esto que digo no es contra el gobierno, pasa que tengo 80 empleados y estoy en contra de la destrucción de la industria nacional y ahora no sé cómo voy a hacer para seguir”, resalta.
Para Ventimiglia, lo que hoy sucede es opuesto a lo que vivió en 2023 cuando “no había dólares para traer materias primas importadas lo que aumentaba los precios”. “Eso que pasó no era bueno, pero hoy cualquiera trae diez containers de cualquier producto”, cuestiona.
Cuenta que en los últimos dos años incorporó veinte empleados, pero que hoy afronta una caída en las ventas por encima del 30 por ciento en lo que va del año y que el 70 por ciento restante son ventas “al costo o ya debajo del costo”.
Su conclusión es tan dura como clara: “Es lleva a despedir gente y yo tengo empleados con 20 años de antigüedad, yo no quiero echar a nadie”.
A su vez, advierte que la reconversión a importadores tampoco tiene mucho futuro si aumenta el desempleo y sigue cayendo el poder adquisitivo del salario. “¿Quién va a comprar los productos importados?”, se pregunta.
Su lectura de los objetivos del Gobierno nacional es que solo tienen la mira en bajar la inflación, pero de la mano de una recesión que socava el consumo. “No se dan cuenta que a corto plazo pueden cerrar empresas, no pagan impuestos, no se genera trabajo ni recaudación y crece el desempleo”, señala Ventimiglia.
Y concluye: “Los gobiernos se equivocan en el camino, porque la inflación se baja con más producción”.
La cuestión de la competitividad
“La competitividad es sistémica, no es que una PyME es competitiva o no lo es, únicamente por sus capacidades, lo que tiene que haber es un sistema que aporte condiciones para su competitividad”, dice Castells.
De esta manera, apunta a la filosofía libertaria que repite el mandamiento sobre la falta de competitividad de la industria nacional. La respuesta de parte de las PyMEs, tanto de Castells como de Ventimiglia, y que van en sintonía con la que contó varias veces a este medio el titular de IPA, Daniel Rosato, es certera: “Que los costos de nuestros insumos sean los mismos”.
Desde el Grupo Rocca con el monopolio del aluminio con la firma ALUAR o del acero mediante ACINDAR, hasta la fabricación del vidrio con empresas cuasi monopólicas como VASA, pasando por “las dos firmas que hacen aglomerado o melanina”, el ataque en sus costos que reciben las PyMEs argentinas no les posibilitan competir con productos del exterior.
“Paguemos lo que haya que pagar de luz y de combustible, pero dame trabajo para ver cómo pagarlo y aportar a la economía”, remarca Ventimiglia. Critica que mientras las importaciones llegan a mansalva, en paralelo le llegó una factura por el servicio eléctrico con un 300 por ciento de aumento.
Por todas estas razones, este viernes IPA encabezará una movilización. Viene de acompañar a la CGT en la marcha del 1° de Mayo en reclamo por mejorar las condiciones de los trabajadores que “son los clientes de las PyMEs”.
La entidad que preside Rosato estará acompañada por la Fundación Pro Tejer, el Grupo Argentino de Proveedores Petroleros, la Cámara Argentina de Fabricantes de Avíos y Accesorios para la Confección y Marroquinería, el Centro de Industriales Panaderos del Norte, la Unión Industrial de Berazategui, el Movimiento Productivo 25 de Mayo, la Cámara Industrial de la Manufactura del Cuero y Afines de la República Argentina, la Cámara Argentina de Pymes Proveedoras de la Industria de las Telecomunicaciones y la Cámara Argentina de Empresas de la Industria del Sweater.
Andres Miquel