El funcionario participó del congreso nacional de la Unión Obrera Metalúrgica. Habla sobre la soberanía, las dificultades que atraviesa el sector y el rol del Estado
( Por Luca Fernánez) «Desde la Provincia creemos que este país sale adelante con más industria, con más producción y con más Estado, pero Nación plantea que no tenemos que tener modelo industrial», asegura Ariel Aguilar, subsecretario de Desarrollo Comercial y Promoción de Inversiones de la provincia de Buenos Aires. «Esto demuestra que la discusión política actual tiene clave industrial en el fondo, porque no hay soberanía política sin soberanía productiva», dice a BuenosAires/12 uno de los funcionarios bonaerenses que asistió al cierre del congreso nacional de delegados de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) celebrado en Mar del Plata.
«Este es un contexto muy complejo para la UOM, porque es uno de los sectores industriales que está gravemente afectado por las políticas del Gobierno nacional», advierte el funcionario que asegura que el secretario general de la UOM, Abel Furlán, desde hace un año venía advirtiendo que «si ganaba un gobierno de estas características, que es absolutamente antindustrialista, esto iba a pasar».
Los datos son contundentes, en lo que va del año la UOM contabilizó 8.600 despidos y Aguilar echa mano a a la historia para recordar que el metalúrgico «es un sector que quedó con 50 mil empleados en 2001 como resultado de las políticas de los ’90, que se asemejan a las actuales», y que «del 2003 al 2014 ascendió a 200 mil empleados», que luego «cayeron en el macrismo, porque al igual que ahora, los volvieron a debilitar y generaron despidos».
«Estamos resignando la soberanía, esa es la discusión que se dio en el congreso», dice a la vez que sostiene que el desarrollo de los sectores productivos «nos permite ser soberanos» a la hora de negociar, por ejemplo, qué productos se venden al mundo, si es con valor agregado o sin, entre otras cosas.
La tendencia que destaca Aguilar se visualiza en los números, ya que hace una década, el rubro metalúrgico nacional exportaba más de 7.000 millones de dólares, pero hoy no llega a los 4.500 millones. Sin embargo, el potencial está latente porque Argentina tiene un rasgo distintivo en la materia, y es que exporta a 155 países, algo que no muchas las industrias logran.
El termómetro
Aguilar advierte que el sector metalúrgico tiene su problema principal en la caída de consumo, que trajo «una consecuente caída de la producción». Los insumos básicos aumentaron en dólares y generaron problemas de costos, que para los productores se vio potenciado por «la política de apertura de importaciones en sectores de bienes finales».
«La mayoría de los empleados de la UOM trabajan en pequeñas y medianas empresas, pero esas pymes compran insumos básicos y son rehenes de Techint, entonces se genera una cadena de dificultades que derivan en un panorama actual que es muy incierto», dice Aguilar.
Cuenta que, durante el congreso, «el gobernador Axel Kicillof se encargó de plantear que en la Provincia seguimos apostando a un proyecto industrialista como salida de crecimiento«, y resalta «la importancia de la negociación paritaria y de la lucha de los trabajadores metalúrgicos, que lograron quedar siete puntos arribas de la inflación en la última paritaria».
La provincia de Buenos Aires representa el 60 por ciento de la industria metalúrgica nacional. De ése porcentaje, el 70 por ciento está representado por el conurbano bonaerense. Durante el encuentro, el Gobierno provincial renovó el convenio de cooperación entre la UOM y el Ministerio de Trabajo bonaerense, mediante el cual implementan acciones relacionadas al trabajo, la formación laboral y la seguridad social.
En el congreso nacional de la UOM participaron más de 500 delegados de las 54 seccionales del país. Aguilar dice que el encuentro «es un termómetro de cómo está el sector industrial más importante de la provincia», porque los delegados debaten sobre el contexto actual, el futuro de la industria, la inteligencia artificial, y la industria 4.0, que apunta a la interconectividad, la automatización, el aprendizaje automático y el análisis de datos en tiempo real, lo que representa una total transformación en la lógica de fabricación y producción.
Aguilar elogia al secretario general de la UOM: «Furlán tiene una mirada de la industria en términos de futuro, entonces la discusión no pasa sólo por los salarios, que es una etapa que toca en determinados momentos, sino que la conducción de la UOM da una discusión muy rica en cómo plantear que el crecimiento industrial y los procesos de automatización productiva incluyan a todos los trabajadores«. Para el subsecretario esto «es fundamental» porque no es una discusión del pasado, ni sólo de salarios, sino que se discute «la industria metalúrgica a futuro, atendiendo los cambios que se vienen dando en el sector a nivel mundial».
El subsecretario explica que «la concepción de Estado que se amplía a todos los sectores», y señala que en un sector como el metalúrgico, por las inversiones que realizan las empresas, «los créditos son subsidiados por el Gobierno provincial», y asegura que gracias a la taza de subsidio del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica que conduce Augusto Costa, «un montón de empresas compraron maquinarias durante estos años», porque «cuando el Estado no está presente es mucho más difícil comprar las máquinas».
El empuje del sector público
El relato de Aguilar coincide con las declaraciones de Elio del Re, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), que contó a este diario que «el Banco Provincia funciona como un gran tractor», ya que dentro del mundo metalúrgico se encuentra la fabricación de la maquinaria agrícola, los remolques y los semi remolques, y esa «es una cadena de valor que si no tiene financiamiento del sector público no tracciona«. «El Banco Provincia financia el 17 por ciento de toda la venta de maquinaria agrícola, pero no sólo a nivel provincial, sino a nivel nacional», destacó el ingeniero.
El subsecretario subraya que «el Estado es importante no sólo en la línea de créditos», y amplía la visión del Gobierno provincial que él compone: «Incluso desde el punto de vista productivo, es imprescindible el rol de la educación y de la universidad pública. El Estado nacional plantea menos educación pública, menos créditos para empresas, una reducción de costos vía ajuste laboral, y ese combo lo que plantea es un Estado ausente a la hora de pensar el desarrollo productivo para la Argentina».
Dice que «todas las políticas provinciales» son la muestra de que «hay una confrontación de proyectos políticos», ya que «las políticas de Milei afectan a todos los bonaerenses». «Trabajamos muy bien con Adimra, los creemos fundamentales y claves, y trabajamos muy bien con el sindicato porque el trabajo de la UOM es a futuro», remarca Aguilar, y sentencia: «Kicillof es una pieza clave para que el sector metalúrgico siga creciendo y no se cierren las fabricas».
Walter Wischnivetzky es intendente de Mar Chiquita, y también asistió al congreso nacional de la UOM. En diálogo con este diario, destaca que la industria metalúrgica «es importante por es la madre de las industrias, y genera puestos de trabajo directos e indirectos». Cuenta que en Mar Chiquita están potenciando «la radicación de industrias metalúrgicas», pensando en «cómo va a impactar el off shore en la generación de emprendimientos, empleos y en la radicación de otras industrias».
«Nos estamos preparando para eso, pero también es cierto que la situación en los municipios se está complejizando por los recortes del Gobierno nacional y la recesión que está generando una menor recaudación de los impuestos coparticipables, lo que deriva en una menos ingresos para la Provincia, y por lo tanto menos plata para los municipios», advierte Wischnivetzky, y agrega que en el municipio que él conduce «hay un descenso en la coparticipación real, que aumenta por debajo de la inflación».
«En los últimos dos meses la coparticipación aumentó un 2 por ciento mensual, y la inflación 13,2 por ciento, suponiendo que lo que diga el INDEC sea cierto. Lo mismo ocurre con la cobrabilidad de las tazas municipales, donde vimos un descenso importante, cercano al 20 por ciento, con respecto a la misma época del año pasado», detalla el intendente, y sentencia: «La respuesta a la situación actual estuvo planteada en el congreso de la UOM, y es que de esto se sale con organización, trabajo, discusión política, y muchas ganas de dar la batalla, porque nosotros queremos una Argentina con inclusión, trabajo, con más derechos y con un Estado presente».