Así lo señaló CAME, que advirtió que las familias cuidan sus gastos hasta en la alimentación, sector cuyas ventas se retrajeron más todavía: un 15,5 por ciento.
Por: Miguel Carrasco
Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas pymes “siguen en retracción” y en marzo bajaron 12,6% en comparación con el mismo mes del año pasado.
La entidad que agrupa a pequeñas y medianas empresas de todo el país agregó que los comercios vinculados a la entidad ya acumularon una caída de las ventas del 22,1% en el primer trimestre del año versus el mismo período de 2023.
La causa de este derrumbe está en el comportamiento de los compradores. Dijo CAME: “Las familias vienen cuidando fuertemente sus gastos incluso cuando hay opciones de pagos con tarjetas o en cuotas. Hay incertidumbre sobre cuánto durará la recesión y por eso prevalece la precaución al momento de comprar”.
La consecuencia es una crisis comercial aguda, en la que los comercios “están atravesando meses delicados, con pocas ventas y subas de costos”, indicó la entidad en un comunicado emitido este domingo.
Sin embargo, en el universo libertario se festejó «la reversión de la tendencia», esto porque la magnitud de la caída de marzo es la mitad de la que se registró en los dos meses previos y está en el mismo nivel que la observada en diciembre de 2023. Este dato tiene su reflejo en la variación mes a mes: en marzo las ventas cayeron un 3,2% respecto de las de febrero y es un nivel que es la mitad de los descensos los dos meses anteriores.
Caída de ventas
Desde la perspectiva sectorial, las menores ventas de marzo se conjugan con mayores costos por los tarifazos en los servicios públicos. “Aquellos locales más intensivos en el uso de energía, por ejemplo, como alimentos y bebidas, vieron saltar las cifras en sus boletas de luz”, señaló.
Rubro por rubro
En marzo, seis de los siete rubros que CAME emplea en la elaboración de índice de ventas, registraron caídas interanuales. La mayor retracción anual se detectó en perfumerías (-27,5%) y el único incremento estuvo en textil e indumentaria (+10,2%).
En el caso de alimentos y bebidas, un segmento del comercio considerado “inelástico” (es decir, se mantiene estable a pesar de las condiciones cambiantes de la economía), las ventas bajaron 15,5% anual en marzo a precios constantes (descontada la inflación) y acumularon una caída del 28,7% en los primeros tres meses del año frente al mismo periodo de 2023.
En su comunicado, CAME reprodujo algunos comentarios de comerciantes de este segmento: “Marzo debería haber sido mejor que febrero y fue peor, mucho peor, es el indicador que ilustra al detalle lo mal que nos fue”, dijo uno de Godoy Cruz, Mendoza. Otro, de San Salvador de Jujuy, advirtió: “Estamos en un punto insostenible, o revierten las ventas o cerramos”.
El caso de textil e indumentaria llama la atención porque no solo salvó a ropa en marzo, sino que viene acumulando números positivos en lo que va del año. CAME informó que las ventas de este sector subieron 10,2% anual en marzo y llevan un incremento del 4,9% en los primeros tres meses de 2024 respecto al mismo período del año pasado.
“El inicio del ciclo lectivo reactivó a las tiendas orientadas a ese rubro. Sin embargo, lo que más marcó diferencias en el sector fue cierto congelamiento de precios y descuentos de altísimo impacto. De todos modos, hay que tener en cuenta que marzo del año pasado fue un mes malo para este ramo, el descenso había sido del 10,1% con respecto al 2022”, destacó CAME.
CAME elabora el Índice de Ventas Minoristas Pymes en base a un relevamiento mensual entre 1.350 comercios minoristas del país. El de marzo se llevó a cabo entre el 3 y el 5 de abril.