La exvicepresidenta compartió en las redes analizó un informe de una consultora que muestra la evolución del salario real de los trabajadores a través de los años.
La exvicepresidenta Cristina Kirchner analizó la evolución del salario real de los trabajadores en Argentina y sostuvo que el desplome del mismo ocurrió tras la firma del acuerdo entre el expresidente Mauricio Macri y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el cual le representó al país una deuda de casi 57.000 millones de dólares.
«De la misma consultora (1816, economía y estrategia) que realizó el gráfico que compartí hace unos días sobre la situación fiscal de las provincias, les acompaño otro que publicó hoy, esta vez sobre la evolución de los salarios reales de trabajadores privados estables desde 1995 (segunda presidencia de Carlos Menem) hasta la actualidad, incluyendo estos primeros meses de la presidencia de Javier Milei», indicó a través de una publicación en la red social X, haciendo mención al posteo compartido este martes.
En ese sentido, manifestó que «el gráfico es más que elocuente sobre el poder adquisitivo del salario de los argentinos durante los distintos gobiernos, individualizados claramente en el mismo, y demoledor en cuanto al discurso tramposo de hablar de los “últimos 20 años” como si todos hubiéramos sido lo mismo. ¡No señor!».
Entonces diferenció el período del 2003 al 2015, durante el cual «el salario en la Argentina creció hasta alcanzar su punto más alto en el último año de mi segundo mandato, ese que algunos comentaristas dicen que fue ‘el malo’, cuando llegamos a tener los mejores salarios de Latinoamérica«.
«Del gráfico surge claramente que el proceso de caída de los salarios que nos deposita hoy en los mínimos históricos, sólo registrados luego de la crisis del año 2001, comenzó con la vuelta del FMI de la mano de Mauricio Macri«, destacó.
Por último, fue contundente al expresar: «Que la cuenten como quieran, pero los números son los números y el endeudamiento desenfrenado y la llegada del FMI, fueron, son y serán siempre malas recetas». «¿Cómo es que dicen?… ah si si, dato mata relato», concluyó.