“Éramos los cirujas, y hoy fabricamos caños para riego, bolsas de nylon, baldes de albañil, fratachos, hacemos madera plástica, biodiesel. Nosotros, cuando pusimos en marcha cada emprendimiento, logramos la economía social en su más alto nivel”.
La Cooperativa de Trabajo Paraje Duilio Ltda. surgió como un proyecto familiar, en la búsqueda de crear condiciones para que las y los jóvenes no tuvieran la necesidad de emigrar para insertarse en el mercado laboral. A esto, se le sumó el objetivo de la gestión de residuos al conocer la realidad del basural de la localidad, en el que vivían alrededor de 25 personas en situación de desempleo y vulnerabilidad.
“Hoy tenemos cinco recolecciones diferenciales en el pueblo, en el que cada vecino está asociado y sabe cómo hacerlo. Tenemos ocho puntos limpios en las equinas, tenemos una recolección comercial, con canastos en comercios, una industrial y una rural. Todas a cargo de la Cooperativa. Se separa, y el 90% del plástico se transforma en nuestra planta como producto terminado”, indicó el impulsor del proyecto, Julio Kike Rojas.
Otros proyectos de la empresa social que hoy en día cuenta con 32 personas activas, son la elaboración de biogás y fertilizante líquido. Asimismo, los desechos de los chanchos generan gas que se envasa en garrafas para las y los asociados; y se producen lechones a menor precio que en el mercado, para consumo propio.
“Todo encadenado a una economía circular que te permite participar de un mercado comercial, pero no depender de las reglas que el mercado te va marcando”, puntualizó Rojas.
Una visión
A lo largo de los años, se profundizó el rol social de la Cooperativa Duilio en Lezama: “Acá la puerta está siempre abierta para todos. Preguntamos qué te gusta hacer, para ya tener una idea de a qué se dedicó la persona, cuál es su oficio. Seguramente en el primer paso se va a la separación de residuos, pero después potenciamos eso”.
“No todos están preparados para conducir un emprendimiento, entonces tenés que buscar a ese otro que le gusta lo mismo, pero tiene una capacidad emprendedora o empresaria, y los juntamos para incentivarlos. Mi visión es no solo conseguir trabajo, sino la realización como persona y que la gente se sienta cómoda con lo que hace”, postuló.
Así, orientados por el equipo de Duilio, se crearon otros emprendimientos y Cooperativas que brindan diferentes servicios a la localidad, desde la verdulería más grande del pueblo, un taller mecánico, un criadero de cerdos, una maderera, y una pizzería, hasta una radio. Todas estas propuestas visten los colores de la empresa social que las vio nacer: Verde y amarillo.
“Por los 17 años que tenemos han pasado más de 500 jóvenes. Siempre se explica que no es una fábrica, ni una local comercial, es una Cooperativa. Trabajamos de una forma diferente, no hay patrones. Pero hay que hacer muchos trabajos, tenés que hacerte responsable de la parte que te toca. Acá forman su cultura del trabajo”, concluyó el dirigente cooperativo.
Fuente: Elaboración propia a partir de entrevista realizada por FM San Alfonso (Yerba Buena, Tucumán).