( Por Raúl Hutín* ) El jueves 18 de enero, cuando se producía el regreso de la comitiva presidencial desde Suiza, donde habían asistido al Foro Económico de Davos, en el país, el vocero Manuel Adorni, afirmaba que el viaje había tenido un resultado excepcional. Este comentario no parecía reflejar lo que piensa y vive la mayoría de los argentinos profundamente preocupados por el devenir de precios, tarifas, transporte, pre-pagas, alquileres, colegios privados, medicamentos y demás.
El Sr. Presidente de la Nación tomo la decisión de ir a Davos a dar una clase de economía libertaria y de enseñarle a los capitalistas del mundo como ser capitalista en momentos que la sociedad reclama soluciones a sus problemas cotidianos que nada tienen que ver con su discurso, ya que pasan por: la inflación, los salarios y la inseguridad. Mientras tanto los parámetros económicos vienen dando entre mal y peor: a la disparada inflacionaria del mes de diciembre provocada por una brusca e innecesaria devaluación del 124% que arrojo un índice del 25,5%, se le suma el mantener ese mismo nivel para enero.
Una caída estrepitosa del índice de consumo se refleja en todos los ámbitos del quehacer ciudadano producto que el salario real sigue cayendo a niveles obscenos y nada se hace para contrarrestar esa pasmosa realidad. El salario mínimo vital y móvil que se debería haber ajustado a fines de diciembre, sigue en el mismo valor de $156.000 y una proporción importantísima de trabajadores y trabajadoras cobran según esa referencia. El resultado es que las PYMES hemos perdido en el primer mes del nuevo gobierno un 30% de ventas a valor constante respecto al mismo periodo del año pasado y el futuro es aún más incierto.
Mientras el país se desangra en discusiones vacuas, la gente come salteado, ya se le esfumo el medio aguinaldo, ya se gastó las vacaciones adelantadas y ahora se enfrenta a una realidad lastimosa. Ni mencionar a los trabajadores no registrados o aquellos que lamentablemente están desocupados. En este marco el ejecutivo insiste con persistencia sobre un DNU a todas luces inconstitucional y que adolece de infinitos errores, insiste con un “Ley ómnibus”, que nadie sabe quién la escribió y encierra las normas necesarias para retomar la Constitución Nacional de 1.853 y hacer retroceder al país al menos en cien años. Cientos y cientos de artículos que pretende que el Congreso de la Nación apruebe en pocos días y con menos análisis so pena de tomar medidas disiplinadoras con rigor.
En este marco algunos incrédulos o mal intencionados aún se preguntan porque marcharemos los empresarios PYMES, las cooperativas, las empresas auto- gestionadas, las economías regionales, codo a codo con los trabajadores, con las organizaciones sociales, con la clase media al paro propuesto para el 24 de enero con movilización. Lo hacemos, porque si bien con las distintas experiencias neoliberales aprendimos a fumas bajo el agua, aun no aprendimos a vivir sin comer, a soportar tanta insolidaridad, a asistir impávidos a la pérdida de derechos esenciales para la vida humana sin reaccionar y por eso salimos a la calle a luchar por nosotros, por los que nos continúan, por nuestra historia, por nuestra Patria.
Y les pedimos a todos que nos acompañen, que sacudan la abulia, que abandonen la depresión, es ahora, es el 24 de enero, después puede ser tarde y esta patriada la tenemos que llevar adelante entre todos, en unidad, pensando fundamentalmente en aquellos que ya dejaron todo y ni siquiera nos pueden acompañar. Los esperamos con un abrazo fraterno.
Raul Hutin
Secretario de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN)