( Por Jorge Marchini/ Especial para Motor Económico ) Desde hace mucho tiempo no deja de sorprender la importancia y popularidad del tango en un país tan lejano como Finlandia. Según sus estudiosos la música y el baile rioplatense llegó al país nórdico a partir la introducción con gran suceso en los primeros años de la década del 10 del siglo pasado, con particular suceso en bailes de verano al aire libre.
Los terribles años posteriores con la 1a. Guerra Mundial (1914-1918) y a su finalización de guerra civil, a partir de 1918, hicieron imposible la continuidad de la presencia de músicos del exterior. Quedaba inmanente el recuerdo de los “buenos tiempos cuando había paz” muy vinculado al momento de esplendor inicial del tango. En la medida que fue retornando lentamente su vida pacífica los eventos de tango volvieron a convertirse en un popular medio de encuentro, diversión y cortejo, y ya partir de la década del 30 comenzó el tango finlandés a contar con expresiones propias y al llegar otro duro suceso, 2a. Guerra Mundial (1939-1945), los tangos eran la mitad de las melodías difundidas en Finlandia.
Su tango más famoso y emblemático – algo así como nuestra Cumparsita-. Satumaa, que significa “país de cuento de hadas”, representa la sensible nostalgia de un tiempo y lugar idealizado que no se puede alcanzar.
Finlandia es hoy un país moderno, altamente urbanizado e industrializado, muy distinto a aquél pobre, marginado, y campesino, pero el tango ha seguido siendo una expresión entrañada en su pueblo.
De allí, la especial significación que tuvo días atrás la exitosa realización en la ciudad de Seinajöki, capital del tango finlandés, del Festival Internacional de Tango, primer evento público musical especial tanguero luego del periodo de restricciones impuestas por la pandemia. En la pujante ciudad, ubicada a 350 kms al norte de Helsinki y cercana al círculo polar, la denominada capital del tango finlandés disfrutó de tres días de conciertos, talleres dirigidos por la bandoneonista Mercedes Kraposvitsas y, en paralelo, la exhibición con gran suceso de películas argentinas y uruguayas. Particular impacto público tuvo además un muy mensaje musical especial grabado por el conjunto porteño “Las Bordonas” ante la perspectiva de presentarse allí en su próxima gira europea.
Al finalizar el evento, Julio Vallejo Medina, presidente de la Academia Internacional del Tango, agradeció especialmente la presencia del embajador de Argentina, Segio Baur, y el Consul General del Uruguay, Santiago Alonso, destacando en forma especial el alcalde de Seinajöki, Jaakko Küsikil, el interés del gobierno local por desarrollar mayores vínculos de intercambio cultural en base al tango.