Edición n° 2953 . 22/12/2024

Zelenski despidió a todos los jefes del reclutamiento, por corrupción

Por Isabella Arria

El polémico presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, anunció el despido inmediato de todos los jefes regionales de los centros de reclutamiento del país, en el marco de una operación anticorrupción en el sistema de captación militar: los reclutadores eran sobornados para no enviar a ciertas personas a combatir.

«El sistema debería ser gestionado por personas que saben exactamente qué es la guerra y porque el cinismo y los sobornos en tiempos de guerra son constitutivos de traición. Algunos aceptaron efectivo, otros criptomonedas, ésa es la (única) diferencia. El cinismo es el mismo en todas partes», denunció Zelenski en un mensaje en vídeo, y prometió que todos los que han aceptado sobornos deberán asumir «plena responsabilidad» ante la justicia.

En los últimos meses trascendieron varios casos de corrupción en los se señalaba que los responsables de estos centros habían adquirido bienes y propiedades de lujo gracias a los sobornos pagados por quienes desean librarse del servicio militar obligatorio. El viceministro de Defensa Oleksandr Pavluk anunció el 26 de julio que el equipo especial que estaba investigando esas instituciones -creado en junio por orden de Zelenski- ha recibido más de 2.300 denuncias por diversas irregularidades.

Las vacantes serán ocupadas por militares que hayan combatido y resultado heridos en la guerra contra Rusia y que estén libres de toda sospecha. «Los jefes de todos los centros de reclutamiento militares serán despedidos y sustituidos por bravos guerreros que perdieron su salud en el frente pero mantuvieron su dignidad», aseguró. «Este sistema debe estar a cargo de personas que sepan exactamente qué es la guerra y por qué el cinismo y el soborno en tiempos de guerra constituyen traición», añadió.

Zelenski denunció casos de corrupción en varias regiones del país, como Odesa, Leópolis y Kiev. Entre los principales delitos destaca el enriquecimiento ilícito y el transporte ilegal de personas sujetas al servicio militar a través de la frontera a cambio de efectivo o criptomonedas. La guerra ha sido negocio hasta para los reclutadores ucranianos.

Entre los que huyen y los niños deportados

Desde el momento en que Rusia inició la invasión de Ucrania hace casi año y medio, más de 25 millones de personas han abandonado el país en algún momento del conflicto. De ellas, casi 16 millones han regresado, pero el resto se mantiene fuera de su propio país por la guerra y cerca de 6 millones están en distintos países europeos.

Según los últimos datos oficiales recabados por ACNUR, más de cinco millones solicitaron protección temporal en otros países europeos, sobre todo en Polonia, pero también en Alemania, República Checa o España, donde 186.000 personas han pedido protección. Los ucranianos pueden acogerse a una protección temporal específica establecida por la Unión Europea que les facilita el acceso más rápido a las ayudas.

Mientras tanto, una ONG austriaca confirmó que al menos 385 niños ucranianos que fueron deportados a Rusia, pudieron volver a su país, 84 de ellos a través de Aldeas Infantiles SOS y organizaciones asociadas.

Según Kiev, más de 19.000 niños ucranianos fueron deportados a Rusia desde el inicio de la invasión en febrero de 2022 y muchos acabaron en casas de huérfanos. Rusia siempre negó estas acusaciones. La Corte Penal Internacional (CPI) con sede en La Haya emitió en marzo una orden de detención contra el presidente ruso Vladimir Putin por la deportación de niños ucranianos, acto considerado como crimen de guerra.

La planta nuclear de Zaporiyia

El Ministerio de Energía de Ucrania anunció la reanudación del suministro de energía por la planta nuclear de Zaporiyia, tras los daños a una estación distribuidora provocados por ataques rusos. Durante el corte de suministro, la mayor central de Europa dependió de una línea eléctrica de respaldo para mantener operativos sistemas esenciales como la refrigeración de los reactores. 

El Ministerio remarcó una «ligera disminución» en el nivel del agua del tanque de enfriamiento del reactor, ahora mismo de 16,19 metros de profundidad, aunque es «suficiente para cubrir las necesidades de la estación». La cartera también aprovechó la oportunidad para denunciar numerosos daños a la infraestructura eléctrica en los territorios bajo control ucraniano en el este y sur del país.

«La situación energética externa de la central sigue siendo muy vulnerable, lo que subraya la precaria situación de la seguridad nuclear en el emplazamiento», advirtió el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en un comunicado emitido en Viena.

Como resultado de los bombardeos en la región de Donetsk (bajo control ucraniano), resultaron dañados el control de producción de los principales gasoductos de la zona, una estación de distribución de gas que no funciona desde el año pasado y un edificio administrativo. En la reagión de Jersón hay 48 localidades que siguen sin electricidad, mientras que otras 355 en las regiones de Donetsk, Járkov, Zaporiyia, Lugansk y Chernígov padecieron cortes por los combates.

Isabella ArriaPeriodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)