Por Alejandra Gabriela Sharpe
Los escritores argentinos así retratan los bares porteños. Un fragmento de Martín Caparrós
BAR BRITÁNICO
Tenía que encontrar a un Colorado Funes en el “británico del parque”…
El británico del parque tenía que ser el bar Británico de Brasil y Defensa, enfrente del parque Lezama. Más de una vez, a principios de los sesenta, se había encontrado con Ángela en ese y, a su vuelta de España, había descubierto que el bar ya no se llamaba Británico sino Tánico. “Fue durante la guerra de Malvinas”, le explicaron entonces, “cuando cambiaron todos los nombres que sonaban a inglés”. A éste, para no tener que pagar carteles nuevos, le sacaron el Bri y quedó convertido en un dechado de patriotismo”. Pero nadie había dejado de llamarlo Británico y en el 86 u 87 pasó una vez más por esa esquina y vio que el bar había recuperado su santo nombre… (Martín Caparrós, El tercer cuerpo)